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Análisis de la ocupación y necesidades formativas  

Retos, fortalezas y urgencias: radiografía actual del empleo cultural valenciano

Un estudio de la Universitat de València prevé un crecimiento de 2.000 puestos de trabajo al año en su sector que sigue siendo más precario que el resto

11/05/2018 - 

VALÈNCIA. De según cómo se mire, todo depende. Lo cantaba Jarabe de Palo y razón no les falta. Elaborado por la unidad ECONCULT de la Universitat de València, ayer se dio a conocer el Análisis de la ocupación y prospectiva de las necesidades formativas de los sectores culturales y creativos en la Comunitat Valenciana, presentado por Pau Rausell junto al secretario autonómico de Empleo, Enric Nomdedéu, y el secretario autonómico de Cultura, Albert Girona. “La batalla está ganada […] No hay duda de que los sectores creativos y culturales tienen un efecto muy significativo en la dinámica económica de los territorios”, aseveró Rausell al inicio de su intervención, en la desgranó las bondades del sector más allá de su primer circulo de acción, a la hora de configurar la sociedad. Pero para hacer eso son necesarios profesionales que se dediquen a ello. Así, según el informe, teniendo en cuenta las tasas de crecimiento del PIB, se espera se creen unos 2.000 puestos de trabajo más al año en los sectores culturales, con lo que se pasaría de los 58.170 de 2016 a casi 65.000 a finales de 2019.

Esta no es la única buena noticia del extenso informe gestado desde la Universitat de València, que revela que la ocupación en los sectores culturales muestra “unos comportamientos positivos desde el año 2013”, creciendo así por encima de nuestra media de la economía. De esta forma, por cada aumento del PIB regional se genera un crecimiento de ocupación cultural de 1,3 puntos. El aumento de la demanda privada, la presión de la demanda externa vinculada al turismo o la –lenta- recuperación del gasto público son algunas de las causas de la mejora en la industria cultural, reflejaron los ponentes. “La influencia de los sectores creativos en la productividad y la apuesta por estos es un mensaje que llega desde prácticamente todos los organismos internacionales (OCDE, Banco Mundial, OEI) incluyendo la Unión Europea”, recalcó Rausell.

En este sentido, el profesor de la Universitat urgió a que se realicen políticas que favorezcan “entornos que permitan prosperar estos sectores”. De esta manera, aludió a la necesidad que desde las políticas públicas se generen procesos de formación que “permitan que haya personas dotadas con los conocimientos, habilidades y capacidades necesarias para gestionar los nuevos sectores culturales”. Datos de crecimiento, sí, pero con la consciencia de que se necesita seguir ‘mimando’ al sector para que los esfuerzos individuales no caigan en saco roto. “Es una ola que ya está pero que hay que navegarla bien”

Este es el prometedor panorama que dibuja el estudio, un informe que se refiere al empleo desde un punto de vista cuantitativo, pero no cualitativo. Preguntado al respecto, el propio Rausell reconocía que “el grado de precarización es mayor” en el sector creativo y cultural que en el resto. Y es que, si nos remitimos al Anuario de Estadísticas Culturales 2017, confeccionado por el Ministerio de Cultura, el empleo en dicho sector aumentó en 2016 hasta los 544,7 mil personas, aunque, ojo, sigue tirando de un buen número de empleados que no reciben ninguna retribución. Así, hasta el 28,6% del empleo cultural es no asalariado, frente al 17% de media nacional, a pesar de que sus empleados tienen una formación académica superior a la media. De igual forma, el sector cultural presenta tasas de empleo a tiempo completo y a tiempo parcial del 86,9% y 13,1% respectivamente, mientras que el 63,9% de las empresas son sin asalariados.

Pau Rausell. Foto: EVA MÁÑEZ

Con la previsión de aumento de empleados en mente, según el informe generado por ECONCULT, más del 10 % de los nuevos trabajadores que se incorporarán entre este año y el próximo requerirán procesos formativos. Por ello, el Servicio Valenciano de Empleo y Formación (Servef) prevé crear formación específica para este nuevo nicho de trabajo, tal como indicó durante su intervención el secretario autonómico de Empleo, Enric Nomdedéu. “Estos sectores están experimentado cambios considerables a causa de la revolución digital y necesitan formación transversal y especializada que pueda facilitar su crecimiento”, indicó. En este sentido, el informe presentado ayer sirve como punto de partida de una futura estrategia del Servef, que creará formaciones “específicas” vinculadas a la denominada ‘economía naranja’. En cualquier caso, todavía está por concretar cuáles son y cómo se aplicarán estas formaciones.

De esta forma, el informe serviría para identificar las necesidades no solo del sector cultural como un todo, sino también de cada área, desde las artes escénicas a patrimonio, archivos y bibliotecas. El estudio destaca así la necesidad de políticas públicas que potencien la inversión en activos intangibles, dando, por ejemplo, apoyo a las empresas en las áreas de diseño, comunicación y marketing o favoreciendo el uso de nuevas tecnologías. En este sentido, se especifica que el mecanismo más eficaz es el de formar asociaciones y consorcios entre la comunidad creativa, la industria, las instituciones creativas y los organismos de promoción de la ocupación, como el Servef.

Las necesidades

En resumidas cuentas, los espacios de capacidades para los sectores culturales y creativos que identifica el estudio son: las competencias en el ámbito de las técnicas de gestión de las organizaciones y diseño de proyectos; internacionalización; tranformación digital; en procesos de comunicación; competencias en las relaciones entre ciencia, arte y cultura; en la generación y gestión de la innovación; en los nuevos espacios de mediación y en el ámbito de la transdiciplinariedad. Si bien estas son las necesidades globales de formación de todos los sectores dentro del sector cultural, el informe desgrana cuáles son las principales de cada sector.

Foto: KIKE TABERNER.

Si bien, en el caso del sector de patrimonio, archivos y bibliotecas el informe indica en que debe trabajar en la dimensión tecnológica de las técnicas de conservación, preservación y restauración o los aspectos relacionados con las nuevas propuestas de mediación cultural, creación y gestión de públicos; mientras que incide en las habilidades y capacidades gerenciales para el diseño y la programación de proyectos e internacionalización de los mismos en el caso del “raquítico” sector de las artes escénicas. Por lo que respecta a los artistas visuales valencianos, un 43% se declara desocupado mientras que el 57% ingresa menos de 8.000 euros, un sector para el que el estudio destaca la necesidad mejorar las habilidades comerciales y de promoción, así como elementos legales.

Más complejo es el sector de la música, del que a raíz de las reuniones previas a ‘Fes Cultura’ se detectó la carencia de estructuras formativas específicas en el ámbito de la gestión; mientras que, indica el informe, el sector del libro y editorial debería tener en su abanico de opciones formativas la redefinición de los modelos de negocio o el análisis de datos Big Data, una habilidades digitales que también están en la lista de deberes del sector audiovisual o en el sector de los videojuegos, entre otras. También se identifican otras necesidades específicas por lo que respecta por ejemplo al diseño (capacidades para adecuarlo a la economía circular) o arquitectura (Metodologías BIM o diseño colaborativo).

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