Los banqueros centrales cumplieron las expectativas en su última reunión de 2024, recortando los tipos de interés oficiales en 25 puntos básicos, hasta un nuevo rango objetivo del 4,25-4,50%. La media de las proyecciones económicas actualizadas apuntan a dos recortes más en 2025, y no cuatro, según nuestras estimaciones más recientes. Esto refleja las expectativas de una inflación algo más alta el próximo año, ya que ahora se prevé que la inflación subyacente del IPC sea del 2,5% el año próximo, frente al 2,2%, con un crecimiento y un desempleo poco cambiantes, también muy próximos a nuestras expectativas.
El tipo de interés neutral o a más largo plazo se estima ahora en el 3%, lo que se sitúa dentro de nuestro rango neutral estimado del 3%-3,5%. En cuanto a las orientaciones a corto plazo, el comunicado es un poco más restrictivo, ya que se suprime la palabra «adicionales» y se añade una referencia a «la magnitud y el calendario» para determinar la próxima medida, lo que es coherente con un ritmo más lento de recortes en el futuro. Esperamos que el próximo movimiento se produzca en marzo, ya que es probable que los banqueros centrales quieran saltarse la reunión de enero, debido a las incertidumbres políticas. Cabe señalar que la decisión no fue unánime, ya que Beth Hammack, de la Fed de Cleveland, disintió y prefirió mantener los tipos.
En la conferencia de prensa, el presidente Powell dijo que la decisión estaba muy reñida y mencionó que la inflación se estaba moviendo hacia un lado. Esto bien podría ser un indicio de que un mayor estancamiento del proceso desinflacionista implicaría a la Fed ponerse en espera. Además, Powell citó las incertidumbres políticas como motivo para que algunos banqueros centrales confíen menos en que las subidas de precios sigan moderándose. En cuanto al posible impacto de los aranceles, Powell citó un análisis realizado en 2018 como un buen punto de partida y mencionó un escenario en el que los banqueros centrales ignoran los cambios de precios puntuales en determinadas circunstancias. Sin embargo, sin detalles y con la economía en un lugar diferente al de entonces, las implicaciones de política monetaria de los aranceles podrían ser diferentes, añadió. No obstante, con todas estas incertidumbres, Powell se mostró confiado en que su narrativa de enfriamiento de la inflación permanece intacta, entre otras cosas porque los mercados laborales se están enfriando y no son una fuente de presiones alcistas sobre los precios.
En general, nos tranquiliza nuestra opinión de que la Fed tardará más en bajar los tipos hasta situarlos en un nivel neutral. Sin embargo, con todas las incertidumbres políticas que se avecinan, nos mantenemos alerta. Los aranceles son, por lo general, un cambio de precios puntual que desaparece de las tasas de inflación al cabo de 12 meses. Sin embargo, algunos modelos sugieren que podrían tener efectos adversos sobre la demanda y los mercados laborales. Por otra parte, sabemos por el pasado que el estímulo fiscal y la reducción de la oferta de mano de obra, quizás debido a una menor emigración, pueden efectivamente aumentar las presiones sobre los precios. Sigue siendo muy incierto, al menos por el momento, cómo se desarrollarán en última instancia estos efectos contrapuestos.
Christian Scherrman es Economista Jefe de EEUU para DWS