VALÈNCIA. (EFE/Carlos Bazarra) La pirotécnica Reyes Martí ha vuelto a ensordecer València en el Día Internacional de la Mujer con una mascletà clásica y protagonizada por el color morado, en la que durante seis minutos y con 78 kilos de pólvora ha reventado el cielo de una plaza del Ayuntamiento abarrotada y volcada en este 8M.
Desde 2004 y con las únicas excepciones de 2017 y 2018, porque en esos años disparó en la semana "grande" fallera, Reyes Martí es la gran protagonista pirotécnica cada 8 de marzo, y con la empresa familiar que dirige desde Burriana (Castellón) marca siempre un homenaje festivo al universo femenino con el que, aprovechando el gran altavoz que suponen las Fallas, recordar sus reivindicaciones.
La última vez que pudo hacerlo fue justo antes de que se suspendieran las Fallas, aquel 8M de 2020 en que quiso plasmar los silencios de las víctimas de la violencia machista a través de una mascletà que temía ya lo peor de una pandemia que estaba a las puertas de cambiarlo todo, incluyendo a un sector, el pirotécnico, que ha sufrido desde entonces una larga crisis ante la falta de espectáculos y contratos por las restricciones que imponía la covid.
Este año, y dentro de la "nueva normalidad" que Martí ansía para toda la actividad económica en general, como ha declarado a EFE TV antes de la mascletà, la empresaria ha rendido homenaje a la mujer con un disparo "muy clásico", de menos a más, y también en recuerdo a su padre, que falleció hace año y medio y a quien le habría gustado una secuencia "sin florituras" como la que ha dominado la banda sonora de la ciudad desde las dos en punto de la tarde.
En ese momento, la fallera mayor, Carmen Martín, con mascarilla morada -como su Corte de Honor- y desde el balcón del Ayuntamiento donde cuelga una gran pancarta con el lema "Feminisme per a totes" (feminismo para todas), ha dado la orden que toda la plaza esperaba desde una hora antes: "Senyora pirotècnica, pot començar la mascletà!" (¡señora pirotécnica, puede comenzar la mascletà!).
Y durante seis minutos, los "masclets" -de colores morado y blanco- han ido explotando en perfecta sincronía para marcar un disparo tradicional, con cadencia para ir dosificando la tensión antes de un gran terremoto final donde el humo morado ha sido el gran protagonista, todo ello bajo un cielo cubierto pero que este martes ha dado un respiro, después de que la lluvia cancelara la del lunes.
Los miles de personas que han vuelto a abarrotar la plaza han prorrumpido en una sonora ovación al equipo pirotécnico y sobre todo a su máxima responsable, muy emocionada hasta que ha subido al balcón consistorial a saludar y recibir un sinfín de muestras de cariño y agradecimiento por haber ofrecido un espectáculo sin tacha.
"Uno tiene que hacer lo que le gusta, el trabajo que gusta no tiene género, y punto", había sentenciado horas antes mientras reconocía la importancia de que tantos años después de debutar en este "kilómetro cero" de las Fallas se siga contando con ella, una pionera de un sector tradicionalmente masculino, para un día tan especial como el 8M.
En el balcón del Ayuntamiento se encontraban este martes invitados como el presidente de la Diputación de Alicante y del PP de la Comunitat Valenciana, Carlos Mazón, y el modisto Francis Montesinos.
Poco antes del disparo de la mascletà, por la megafonía oficial ha sonado la canción "Ay, mamá" de Rigoberta Bandini, que ha sido coreada y bailada por todas las falleras en el balcón, presidido por el alcalde de la ciudad, Joan Ribó, acompañado por la vicealcaldesa, Sandra Gómez, y el concejal de Cultura Festiva y presidente de la Junta Central Fallera, Carlos Galiana, entre otras autoridades.
La Cruz Roja ha atendido este martes a veintidós personas durante la mascletà, diecinueve de ellas por lipotimias.