VALÈNCIA. (EP) El alcalde de València, Joan Ribó, ha reiterado la necesidad de un nuevo estudio de impacto ambiental sobre el proyecto de la nueva terminal del Puerto de València en una reunión con los alcaldes de los Pobles del Sud y de La Punta, que a su vez le han trasladado su "preocupación" por la ampliación.
En concreto, el primer edil, acompañado del vicealcalde, Sergi Campillo, y el concejal de Playas, Giuseppe Grezzi, ha mantenido un encuentro este miércoles con los alcaldes y alcaldesas de los Pobles del Sud y de La Punta José Planells (La Punta), Salvador Castelló (Pinedo), María Gimeno (El Saler), Luis Alberto Zorrilla (El Perellonet), Ernest Peris (El Palmar), Merche Alabau (Castellar-L'Oliveral), Roberto Cuartero (La Torre) y Forn d'Alcedo (Ricard Bonet).
Según ha explicado el consistorio en un comunicado, los responsables pedáneos han trasladado su preocupación por los efectos sobre la movilidad del transporte pesado y las consecuencias en las playas, que sufren un "grave" retroceso de la línea de costa.
Por su parte, Ribó ha reiterado la necesidad de un nuevo estudio de impacto ambiental sobre el proyecto de la nueva terminal, tal como acordó el Pleno en abril, y se ha opuesto a dar por válida la Declaración de Impacto Ambiental de 2007 después de haberse producido "modificaciones sustanciales".
El alcalde de València ha expresado la necesidad de potenciar el transporte ferroviario de mercancías sobre el tráfico rodado de camiones, y su conexión con el Corredor Mediterráneo, hasta conseguir cuotas similares a las de los principales puertos europeos en el uso del tren.
Ribó ha resaltado que el Puerto de València solo transporta el cinco por ciento de las mercancías en tren y el resto en camión, frente al de Hamburgo, que traslada el 55% en tren, y el de Róterdam, un 33% con barcos (barcazas) y un 18% en tren. "No tiene sentido tener que ver la ciudad y el área metropolitana atravesada de camiones", ha manifestado el primer edil.
Asimismo, ha aludido al informe de la Universidad Politécnica hecho por encargo del Ayuntamiento, donde "se considera que la regresión de las playas del sur es profunda y clara" a causa de las instalaciones portuarias junto con otros factores como la subida del nivel del mar, el cambio climático y la intensificación de las grandes tormentas.
En El Saler, por ejemplo, el frente dunar ha retrocedido más de 15 metros entre 2015 y 2020, y también se constatan efectos sobre la Rambla y sobre la playa de los Ferros, o en el Muntanyar del Pujol (donde la regresión ha alcanzado hasta 50 metros, e incluso los 900 en el sur de la Gola). En este contexto, la ampliación del puerto, ha señalado el alcalde, frenaría los procesos de regeneración natural de las playas.
Joan Ribó ha remarcado la importancia de "mantener la competitividad del puerto de València, garantizando que cualquier paso cumpla los requisitos legales y medioambientales".
Por eso, ha reiterado la necesidad de un nuevo estudio de impacto ambiental sobre el proyecto de la nueva terminal, tal como acordó el Pleno el pasado 29 de abril y como sugiere el Ministerio de Transición Ecológica, que debería analizar al menos los materiales que se emplearán, el aumento de la movilidad, las consecuencias sobre las costas del norte y del sur, los efectos paisajísticos en las playas y cómo afectaría al empleo. También ha insistido en su postura contraria a dar por válida la Declaración de Impacto Ambiental de 2007 "porque el proyecto de ampliación portuaria se ha modificado de una manera sustancial".
El encuentro de este miércoles se enmarca en la ronda de contactos que Joan Ribó está manteniendo con distintos sectores para "conocer todas las opiniones" alrededor "de un proyecto tan complejo". El primer edil se ha reunido con expertos; entidades vecinales y ecologistas; la Comisión Ciudad-Puerto la Confederación Empresarial Valenciana; la directora general de la Costa y el Mar del Ministerio de Transición Ecológica, Ana María Oñoro, y el ministro de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, José Luis Ábalos.
Próximamente espera hacerlo con representantes del sindicato de estibadores, que han denunciado la destrucción de puestos de trabajo con la nueva terminal, según el Ayuntamiento.