Ribó espera firmar antes de fin de año el convenio con la Generalitat para gestionar sanciones

VALÈNCIA. (EFE). El alcalde de València, Joan Ribó, se ha mostrado este lunes confiado de que antes de que finalice el año puedan firmar el convenio con la Generalitat para la gestión y tramitación de sanciones tipificadas como graves y muy graves que se impongan a locales de ocio nocturno que incumplan la normativa.

A preguntas de los periodistas sobre este convenio tras clausurar unas jornadas sobre "Desafíos municipales en la gestión medioambiental", Ribó ha señalado que hay que ser prudente respecto a la firma del mismo porque están implicadas dos administraciones, aunque ha asegurado que el asunto está "muy maduro".

"Yo creo que este tema lo vamos a firmar antes de final de año, con seguridad. Pero lo digo con toda la prudencia porque igual luego me equivoco", ha asegurado.

La comisión de Gobierno Interior del Ayuntamiento tenía que aprobar este lunes el convenio para solicitar a la Generalitat la delegación de competencias para incoar, instruir y resolver los procedimientos sancionadores por infracciones tipificadas como graves y muy graves aunque finalmente ha sido retirado del orden del día para realizar unas modificaciones y se tratará en una próxima reunión, según fuentes municipales. 

El alcalde ha asegurado que el primer responsable de la contaminación acústica es el vehículo privado y, se ha comprobado que en zonas peatonalizadas, "la contaminación baja drásticamente".

Sin embargo, ha proseguido, "hay una contaminación puntual o accidental que es muy grave", la de los locales nocturnos que incumplen la normativa.

"Por eso, hemos solicitado a la Generalitat que nos pase las faltas graves y muy graves. Ellos no disponen de medios para poderlas gestionar y nosotros sí y nos parece fundamental para que, si hay determinado centro de ocio nocturno que no cumple la normativa, le podamos imponer la sanción que manda la ley pero que por desgracias hasta ahora no se podía aplicar", ha explicado.

Según Ribó, no se trata de que el Consistorio pueda cobrar las multas, sino de poder "aplicar una disciplina a determinados sectores, que no son la mayoría, pero sí a algunos que provocan graves problemas de contaminación" y afectan al descanso de las personas en algunos barrios.