VALÈNCIA. El objetivo es recuperar el dinero sí o sí. Así lo han asegurado una y otra vez los representantes del Ayuntamiento de València cuando se les ha preguntado sobre los cuatro millones de euros de la estafa perpetrada contra la EMT. Pero la esperanza de recuperar las ocho transferencias enviadas a China es cada vez menor por la complejidad de la investigación y del seguimiento del dinero.
Por ello, la intención ahora es solicitar que el banco que tramitó los pagos en España, Caixabank, sea quien reintegre el dinero perdido, porque, sostienen en el consistorio y en la empresa municipal, se saltó los protocolos acordados y dio salida al dinero sin el procedimiento establecido -con la firma digital- y mediante firmas plasmadas en PDF.
Así lo ha anunciado este jueves el alcalde de la ciudad, Joan Ribó, al ser preguntado por las conversaciones mantenidas con Caixabank. El primer edil ha asegurado que la EMT ha hecho a esta entidad "un requerimiento para que devuelva el dinero que estaba custodiando". "La entidad bancaria correspondiente no cumplió ni los protocolos ni la legislación. Hay legislación en España de prevención de la corrupción y hay un lugar al que fue el dinero, Hong Kong, que está en la lista de paraísos fiscales", ha expuesto.
No obstante, ha aseverado que la cuestión se quiere "resolver" con el banco "lo más amigablemente posible" y "de la manera mejor posible". "Voy a ser prudente y no voy a entrar en más detalles", ha agregado.
Como publicó Valencia Plaza, el banco encargado de realizar las gestiones precisas para recuperar el dinero desviado a Hong Kong es Deutsche Bank. Especialmente el último pago que se hizo y que asciende a más de 549.000 euros. Y es que según explicaba este jueves La Vanguardia, el banco alemán sería el intermediador entre Caixabank y el banco receptor de las transferencias, Bank of China, proveyendo de euros a este segundo.
En ese sentido, de existir alguna posibilidad de recuperar el dinero, existiría sólo para la última transferencia, cuya paralización fue la que se pidió. Es, entonces, Deutsche Bank, quien puede realizar las gestiones para la recuperación del dinero. Con todo, explican fuentes de la empresa municipal, "Deutsche Bank tampoco ha confirmado que haya podido retener la última transferencia".
Esta falta de noticias ha mermado la confianza en el consistorio de poder recuperar el dinero, ni siquiera del último pago. Los expertos habían advertido sobre la elevada dificultad de recuperar el montante enviado a Hong Kong. La policía china investiga el caso como posible blanqueo de capitales, por lo que está esperando a que los cuatro millones de euros afloren y poder bloquearlo.
El alcalde de València, Joan Ribó, aseguró que "es absolutamente normal" que la comisión de investigación de la EMT haya citado a declarar a la que fuera jefa de Administración, Celia Zafra, quien cursó los pagos supuestamente engañada por los defraudadores y quien fue inmediatamente despedida tras conocerse el fraude.
"Creo que podemos afirmar que sin su trabajo y actividad este fraude no se hubiera producido", señaló el primer edil, que añadió que ha leído la declaración jurada de la trabajadora, donde "hay unos indicios clarísimos de culpabilidad". Matizó que es "el juez" y no él quien "ha de juzgar" lo ocurrido pero insistió en que "si no hubieran dado estas actuaciones, el fraude no se hubiera producido".
Lo cierto es que este mismo jueves, en el plano judicial, el juzgado de Instrucción número 18 citó a declarar en calidad de investigada a la exempleada para el próximo día 12 de noviembre.
Asimismo, el magistrado, una vez visto el oficio policial, mandó que se expidiera una comisión rogatoria a las autoridades judiciales de Hong Kong con el objetivo de averiguar los datos de identidad de las personas titulares y autorizadas del banco chico donde se enviaba el dinero supuestamente defraudado a través de la falsa operación económica con una empresa del país asiático.
Además, el juez ordena varias acciones encaminadas a esclarecer la procedencia del dominio y de la dirección de email que utilizó el presunto estafador para hacerse pasar por un abogado de una reconocida consultora. Entre otras cosas, pide que se requiera información a la compañía y las autoridades de Estados Unidos para que faciliten los datos disponibles sobre el titular y la persona que registró el dominio y el correo electrónico.
Un informe pericial elaborado por la operadora de los servidores de la EMT, Telefónica, concluye que, en efecto, la directiva fue inducida por los estafadores a colaborar en el fraude "mediante técnicas de ingeniería social". Unas técnicas que son "habituales en este tipo de ataques". En este caso, la empleada habría sido víctima de la estafa del CEO, en la que los estafadores suplantan identidades para conseguir que un directivo envíe dinero desde las cuentas bancarias de una empresa.
Son varias las estrategias que el informe describe como propias de la ingeniería social. Por ejemplo, el hecho de que el primer día -3 de septiembre- los estafadores, tras la identidad de un falso abogado de Deloitte, envían a Zafra una cláusula de confidencialidad para que ésta la firme. Un documento adjunto que, sin embargo, estaba vacío y que fue reenviado tras el aviso de Zafra. Esto, dicen los peritos, "humaniza al atacante" dado que "el ser humano comete errores".
La suplantación de la identidad de personas de mucha autoridad es otra de las técnicas utilizadas en estos casos. Así, los estafadores suplantaron al representante de Deloitte, pero también al propio presidente de la EMT, Giuseppe Grezzi. La empleada recibió poco después al error anterior un correo del falso Grezzi instándola a realizar la operación y mantener la discreción. Dos personas de autoridad, para dar credibilidad a la historia.
Pero van más allá los peritos para corroborar que la empleada habría sido manifiestamente engañada. Y es que Zafra muestra una "natural inclinación a ayudar al semejante". En los correos electrónicos se aprecia cómo la empleada explica los procedimientos de pago de facturas según los importes pese sin que los defraudadores se lo pregunten. Y además, el documento alude al uso de las llamadas telefónicas como vía de comunicación paralela. Son "solicitudes telefónicas de información, que no quedan registradas en el mail, pero que sin duda existen", dado que en los correos se alude en varias ocasiones a los contactos telefónicos mantenidos.