Afiliados y simpatizantes de Ciudadanos reciben al candidato entre fotografías, gorros naranjas y gritos de "presidente, presidente" en su mitin en Valencia
VALENCIA.- Son casi las doce menos diez en la Plaza del Patriarca. El 'cambio sensato' llega poco puntual. A sus seguidores no les importa. En pleno centro de Valencia, un sábado a medio día, cerca de 1.500 personas esperan expectantes a Albert Rivera.
Él se atreve a contraprogramar a Rajoy en el feudo del PP. El presidente del Gobierno está dando a su vez, aunque convocado media hora antes, un mitin en el Hemisfèric. A las 12 lo hará también la candidatura de Compromís y Podemos, aunque según las encuestas no pugnan por el mismo electorado y no preocupan a C’s.
Cuando al fin llega Rivera la gente se levanta. Le esperaban impacientes. Tras las vallas de seguridad un hombre presume de haber recorrido casi 300 kilómetros sólo para ver a Rivera. “He venido desde Alicante”, comenta orgulloso. Comienza el baile de flashes cuando el dirigente entra en la plaza. Se amontonan sus seguidores y él, entre aplausos, saludos y abrazos sube al escenario al grito de “presidente, presidente”. Muchos llevan gorros navideños color naranja y alguna que otra hora esperando en la plaza.
Rivera viene acompañado por Carolina Punset, Vicente Ten, Toni Cantó, las caras valencianas de C’s. Se detiene a hacerse algunas fotos con los militantes. Una niña corre a decirle a sus padres que le ha dado un beso. Hay familias enteras en la plaza. Todos esperaban a Rivera.
Carolina Punset da comienzo al acto en el escenario que C’s ha armado en la plaza de la antigua sede de la universidad. La portavoz del grupo en les Corts habla enfundada en una americana azul eléctrico con mucha más fuerza que en sus inicios. Atrás quedaba la líder que metía la pata al hablar del valenciano o que se confundió al llegar al parlamento valenciano en su estreno. Ella misma recuerda algún traspié en su intervención. “Mis compañeros no me van a dejar hablar del valenciano” bromea, pero continúa “nosotros somos los únicos que defendemos el trilingüismo en la Comunidad Valenciana”.
Punset golpea fuerte hacia ambos lados: “nosotros somos los únicos que le hemos quitado la careta a los nacionalistas de Compromís” y también al PSOE que está “vendido a los nacionalistas”. También carga contra el PP “a quienes los valencianos dieron un enorme ‘zas’ en las elecciones y aún se aferra a la mayoría absoluta”. El público le sigue con la mirada y aprueba sus comentarios, pero se viene arriba cuando afirma “Ciudadanos no cree en la política de división en rojos y azules, no dividimos a los españoles en bandos”.
Con la referencia a la Guerra Civil Punset le pasa el testigo al número uno por Valencia, Vicente Ten. Los militantes empiezan a impacientarse y cada vez que éste hace mención a Rivera alguien del público dice “que suba ya”. Han venido a ver a su candidato.
"Que suba ya Albert" se oye desde el público
Lo mismo sucede cuando sube al escenario Toni Cantó, ex de UPyD y segundo en la lista. Cantó también tiene un grupo de fans, que comentan entre ellas -todas mujeres- su buen aspecto físico y la “gracia que tiene”. Al igual que Ten, Cantó ensalza la figura de Rivera -”que suba ya, vuelve a oírse automáticamente”-.
Critica la gestión de PP y PSOE al frente del Ejecutivo nacional y del gobierno de la Generalitat; son los “chapuceros que gestionaron nuestro país”. Hombre de la televisión, Cantó se permite hacer un chiste sobre la gestión de ambos partidos: “son Pepe Gotera y Otilio”, bromea.
También cargó contra el jefe del Consell. "He visto a Puig votar en contra de que se acabaran los privilegios de otras comunidades autónomas y en contra de que se acabara con las Diputaciones; negarse a que pudiéramos ordenar el sueldo del presidente y los alcades para evitar que cobren el triple que Rajoy...No os dejéis engañar por él", advirtió el ex de UPyD.
Tras el discurso del número dos por Valencia, llega el turno del candidato a la Moncloa. Un vídeo que repasa la historia de España desde 1812 anticipa su discurso. Describe desde las Cortes de Cádiz hasta las elecciones actuales, haciendo hincapié en la Guerra Civil y en las primeras elecciones. Todo casa con el discurso de Rivera de hacer de esto una “segunda Transición”.
Los asistentes abuchean las imágenes de Aznar y Zapatero -”el que ha hundido España, se oye”- y aplauden con euforia cuando aparece Albert Rivera en las imágenes. Terminado el vídeo, los decibelios aumentan. Los afiliados vuelven a ponerse en pie y rozando la euforia reciben a su candidato a presidente del Gobierno.
Rivera aparece fiel a su estilo. Traje sencillo, en tonos azul marino, como en la mayoría de sus apariciones. Comienza trasladando la idea de la proyección: “Nos jugamos una segunda transición democrática el 20 de diciembre”. El público mira a Rivera con admiración mientras habla. No le interrumpen. Consigue que las personas que han llenado la plaza colindante a la Nau le atiendan en un silencio que sólo se rompe para aplaudir. Y el militante de Ciudadanos aplaude con ganas.
Continua el aspirante a la Moncloa hablando de la crisis económica. "Aún queda", lamenta y sigue "los valencianos no sólo habéis sufrido la crisis, también la corrupción". Pero pronto vuelve al tono entusiasta de su campaña y lanza el mensaje: "los valencianos tenéis que ser la punta de lanza de ese cambio".
Ciudadanos conoce la importancia que Valencia tiene de cara a unas generales. Tradicionalmente la provincia ha sido significativa en los cambios electorales y también ha respaldado en los comicios generales -hasta las últimas elecciones, también en los autonómicos- al Partido Popular. Rivera llega dispuesto a adueñarse del electorado de Rajoy, aunque también lanza su mensaje al votante del PSOE. "A los socialistas que nos escuchan les pido que confíen en Ciudadanos" continua Rivera.
Su discurso se centra en tres ejes: el nacionalismo en la Comunitat y en Cataluña, el terrorismo y el proyecto europeo. Rivera no desvela demasiados puntos del programa electoral para la Comunitat, aunque sí enfatiza sobre el Corredor Mediterráneo. "Nosotros defendemos el Corredor en toda España y nos comprometemos a añadirlo en los Presupuestos Generales del Estado" promete.
"BASTA YA DE AEROPUERTOS SIN AVIONES Y DE TRENES SIN PASAJEROS"
"Basta ya de aeropuertos sin aviones y de trenes sin pasajeros" expresa Rivera en una intervención con contínuas alusiones a PP y PSOE. La lotería de Carlos Fabra, otro ejemplo que se cuela.
Respecto al nacionalismo, y atendiendo especialmente a Compromís, Rivera lanza una advertencia a sus seguidores: "Yo sé lo que son los tripartitos y lo que supone pactar con los nacionalistas. Hasta un niño de cinco años sabe que no se puede gobernar con quién quiere romper el país". Acto seguido, se compromete a "no gobernar con nacionalistas".
Habla con la seguridad que le dan los sondeos y el respaldo de muchos medios de comunicación. Algunas encuestas indican que C's sería segunda fuerza política igualando al PSOE, otros dan un reparto de escaños similar al del PP en Valencia. Incluso diversos medios y las redes sociales le erigieron como vencedor del debate con Pablo Iglesias. Todo este apoyo contribuye a un líder con confianza.
Lanza otro mensaje para Rajoy. "Está ahora aquí al lado, el que no ha hecho nada con la financiación -autonómica- en cuatro años, llévenle ese papel". Continua hablando sobre los atentados terroristas de París y asegurando que C's ha sido quién ha convertido el terrorismo en una cuestión de Estado. Echa la vista atrás y reflexiona: "los demócratas ganamos al terrorismo cuando estamos unidos".
"Los españoles se merecen respeto... yo quiero atriles de debate llenos de valientes"
Aún le queda artillería para el presidente del Gobierno y su tendencia a rehuir los debates -el único cara a cara será con Pedro Sánchez y ha rechazado asistir al debate 'a cuatro' con PSOE, C's y Podemos-. "Los españoles se merecen respeto" comenta indignado "yo quiero atriles de debate llenos de valientes, no vacíos", sigue.
Y Rivera vuelve a venirse arriba. "Nosotros tenemos un programa que podemos explicar". "Vamos a demostrarle a Europa que se puede gobernar sin gritar ni faltar al respeto". Los asistentes se unen a su entusiasmo. El resto de intervenciones se han referido a un partido con ilusión. Rivera añade "la ilusión es más potente que el miedo. Vamos a dar una lección democrática".
El público ya es suyo. Suena de nuevo la música de Ciudadanos. Se suben a las sillas para hacer más fotos. Vuelven a lanzarse sobre él. Le despiden al grito de "presidente, presidente".