VALENCIA. La embajadora de México en España tuvo un intenso día el pasado jueves en Valencia, tal y como contó este diario, haciendo un hueco en su completa agenda para acercarse a la redacción de Valencia Plaza donde abordó diferentes cuestiones. Acompañada por Ximena Caraza-Campos, directora de Proméxico en España, y Pablo Romá, cónsul honorario de México en Valencia y director de Romá Bohorques Abogados Tributarios, la diplomática explicó las oportunidades que México ofrece al empresariado valenciano.
Actualmente son 1.545 las empresas de la Comunitat que exportan al país centroamericano, que se ha convertido en el destino más dinámico con un aumento del 51% de enero a agosto de este año frente al mismo periodo del pasado ejercicio. Los empresarios locales cuentan con innumerables oportunidades de negocio en todos los sectores de la economía mexicana donde destacan el agroalimentario y el automovilístico, dos de los más importantes también por estas tierras. De ahí el llamamiento de la embajadora.
México ofrece una de las economías más grandes y más abiertas del mundo, con una estabilidad macroeconómica como ejemplo donde mirarse, un plantel de gente joven, talentosa y capacitada -la media de edad es de 27 años con una pirámide poblacional totalmente inversa frente a la española-, líder en manufacturas avanzadas de alta tecnología y, entre otros aspectos, un país listo para incrementar su productividad a través de sus reformas estructurales.
-Cada vez son más los mexicanos que invierten en España, ¿tiene algo que ver su llegada a nuestro país?
-Jejeje (sonríe abiertamente). Sinceramente tiene que ver el efecto de la globalización. Las empresas mexicanas tienen que salir fuera de nuestro país y primero lo hicieron hacia Centroamérica y América Latina por su proximidad. Ahora toca Europa y obviamente España es la puerta de entrada por razones culturales. Los empresarios mexicanos están viendo oportunidades en Europa en general y en España en particular, pero hay que recordar que algunos ya estaban desde hace tiempo como es el caso de Cemex en la Comunitat Valenciana. Hoy por hoy México es el primer inversionista en España.
-¿Qué le diría al empresariado valenciano para que invirtiera en México?
-Las empresas valencianas tienen muchas posibilidades, muy buena tecnología y grandes conocimientos, pero no tienen mercado y nosotros todo lo contrario. No queremos importar sino que las compañías se instalen en México porque está demostrado que la internacionalización hace crecer a las empresas y lo estamos viendo con algunas firmas instaladas allí. Queremos que descubran que tienen ante sí un país con un gran potencial, con unas reservas de 190.000 millones de dólares y no hay que olvidar el Tratado de Libre Comercio entre México y la Unión Europea. Por tanto, es un buen momento de convocar a la empresa valenciana.
-Hablando de acuerdos también está el Tratado de Libre Comercio Transpacífico impulsado por Estados Unidos. ¿Qué impacto podría tener en España y por extensión en Valencia?
-Para nosotros es muy importante y es una de las claves por las que esperamos atraer más inversiones españolas a México y nos postula más como un destino de inversión. Ahí está el caso de Nissan, por decir una firma conocida mundialmente, que exporta coches a Europa y América del Sur.
-Pero volviendo a las relaciones entre la Comunitat Valenciana y México, ¿cómo se estrecharían más?
-Viniendo en tren a Valencia ví la poca mano de obra que se necesita para los cultivos que tienen aquí porque está todo muy automatizado, todo lo contrario que en nuestro país donde no estamos tan avanzados ni mucho menos por lo que le abrimos las puertas al empresariado hortofrutícola local para que venga a México. Allí tendrían grandes oportunidades porque llegamos en un día a la Bolsa de Chicago -el mayor mercado mundial- donde se negocian los cítricos entre otros muchos productos. A modo de ejemplo, un empresario murciano vino a verme hace pocos años porque quería implantarse en México con una compañía de tomates y ya está llevando a cabo la tercera inversión de lo bien que le va. Y recuerdo que no necesariamente al llegar a nuestro país tiene que buscarse un aliado local, no.
-México fue el destino más dinámico de las exportaciones de la Comunitat Valenciana en los ocho primeros meses de este año. ¿A qué lo atribuye?
-Así es, con un crecimiento del 51%. Tenemos un gran mercado y por eso estamos creciendo. La Comunitat tiene una gran oferta de sectores donde ofrecemos grandes posibilidades más allá de los clásicos como cerámica, calzado y piel, que también. Por ejemplo ahí está el caso de las tecnologías de la información.
-En cambio en lo que a importaciones se refiere la cifra es muy baja...
-Por eso estamos aquí (se ríe). Nuestra economía ya no depende tanto del petróleo, pero esa realidad no se ha visto reflejada en algunos países como España. Otra realidad es que el mercado norteamericano -Estados Unidos en mayor medida y Canadá- absorbe enormemente las exportaciones de nuestro país, en segundo plano está el mercado latinoamericano y se está empezando a descubrir por parte del empresariado mexicano la oportunidad que representa Europa.
-¿A qué responde que cada vez más mexicanos ocupen sillones en los grandes consejos de las empresas españolas?
-No es que los ocupen sino que han puesto su dinero en esas compañías porque entiendo que consideran interesante invertir en ellas.
-Como el caso de Carlos Slim, sin duda el más conocido de todos. ¿Cómo es cara a cara?
-Es la cabeza más visible y un hombre encantador y muy sencillo en el trato.
-Hablar de México es hacerlo de un país muy dado a los grandes fenómenos naturales como huracanes y demás...
-Sí, pero los dos últimos huracanes que hemos tenido se ha demostrado una vez más que la capacidad de recuperación de nuestro pueblo es envidiable. En 48 horas habíamos recuperado la luz y a los tres meses los hoteles estaban abiertos y las ciudades afectadas completamente operativas. Somos un país que nos recuperamos rápido en este sentido.
-¿Qué nos dice de los problemas de la inseguridad y la corrupción?
-El tema de la inseguridad es una realidad, pero hay que tener en cuenta la dimensión de esa realidad. México es un país con una gran inseguridad, pero no es tal y como los medios de comunicación lo proyectan. Si tomamos cifras de Naciones Unidas no somos de los países más inseguros. Tenemos un problema de comunicación y ello deriva en la percepción. Lo que es una realidad es que cada año hay más empresas españolas en nuestro país y la inversión crece más, lo cual dice mucho para ser un país tan inseguro como dicen algunos.
-¿Y sobre la corrupción?
-El presidente Enrique Peña está incidiendo en una gobernanza más transparente donde cualquier persona pueda saber lo que gasta, por ejemplo, en cada viaje. También está profundizando en la reforma educativa para que las nuevas generaciones no se encuentren con este problema de la corrupción. Se está avanzando, las instituciones son cada vez más transparentes y la sociedad se implica más en saber como gastan el dinero sus gobernantes. Todavía nos queda mucho por avanzar en este sentido, pero vamos dando pasos en esa dirección.
-Por último, el presidente Peña se enfrenta a un viejo problema bien conocido en la Comunitat Valenciana como es el del elevado déficit, lo que le está obligando -como a nuestros gobernantes- a recortar el gasto público...
-Así es. El problema está en que no hemos logrado crecer como pensábamos al no exportar lo que preveíamos a otras economías. Por ejemplo hacia nuestros vecinos del norte y socio más importante como es Estados Unidos donde exportamos por valor de un millón de dólares por minuto y desde allí se distribuyen, por ejemplo, a otro socio importante como es Canadá. Por otro lado, el encarecimiento de la mano de obra en China ha provocado la recolocación de empresas mexicanos que estaban realizando parte de su producción allí en otras áreas geográficas del planeta. Incluso estamos viendo una movilización de la producción de regreso a México.