Hoy es 7 de octubre
VALÈNCIA. Hablar de UBS es hacerlo de una de los grandes players del panorama financiero mundial, que aterrizó en España en el año 2000 y un año después lo hizo en València. Se trata de una de las seis oficinas que el gigante suizo tiene en territorio nacional junto a Madrid, Barcelona, La Coruña, Sevilla y Zaragoza. "Además de la oficina física en València tenemos equipos desplazados en Baleares, Alicante y Murcia que se siguen desde aquí", apunta a este diario Roberto Scholtes, director de Estrategia de una entidad centrada "en altos patrimonios y grandes grupos empresariales" desde dos millones de euros.
Los equipos de UBS se han reforzado en los últimos dos años -incluyendo la oficina de la 'city' valenciana-, que tienen el soporte de los "potentes servicios centrales en todo momento al servicio de ellos". Asimismo UBS cuenta desde primeros de este año con un "segmento muy exitoso en España" llamado Ultra High Net Worth para patrimonios por encima de los 20 millones de euros. "Está enfocado a grupos empresariales complejos que requieren un servicio más integral, que operan en el extranjero, tienen parte de su patrimonio fuera y buscan oportunidades de inversión de todo tipo incluido inmuebles".
Scholtes considera que la plaza financiera valenciana "sigue lastrada por la pérdida del tejido de su estructura bancaria"; mientras advierte que "el gran futuro pasa por la exportación, el turismo y la logística donde tiene un gran potencial". Por el contrario se muestra menos optimista con el futuro de la banca privada, "un negocio complicado porque los tipos de interés llevan bajos mucho tiempo, merman los márgenes del negocio y desconciertan a unos inversores que no tienen el apetito suficiente por el riesgo para adoptar posiciones en renta variable".
El director de Estrategia de UBS tiene claro que "el negocio de la banca privada tienen un componente educativo; tenemos que educar a los clientes y decirles que el futuro está en la renta variable global, en innovaciones tecnológicas y en los mercados emergentes asiáticos fundamentalmente".
Por otro lado también se muestra optimista sobre el mercado inmobiliario en la zona del litoral alicantino "que presenta un atractivo para invertir". Para ello explica que el mercado residencial se mueve por dos factores fundamentales: "por un lado donde se ha limpiado ya el exceso de oferta y, por otro, la demanda de compradores extranjeros".
Para ello pone sobre la mesa un dato: los datos del Instituto Nacional de Estadísticas (INE) nos dicen que casi la mitad de las compras de viviendas en Alicante las realizaron extranjeros". A su juicio "las mejores zonas de la costa alicantina están disfrutando de subidas de precio muy superiores a la Costa Mediterránea -salvo la Costa del Sol- y le sigue quedando recorrido".
Preguntado por el impacto del Brexit por aquello de la legión de británicos que viven en la provincia alicantina, su respuesta es clara: "No va a limitar la capacidad de movimiento de los británicos ni van a dejar de cobrar las pensiones en España". Eso sí advierte que en líneas generales la decisión del Reino Unido de 'desenchufarse' de la Unión Europea "ha sido ya un lastre". Pero mientras tanto no duda en afirmar que el crecimiento de la economía valenciana basado fundamentalmente en servicios y exportaciones "es sostenible porque la demanda doméstica va a ir frenándose y vemos un cambio en los hábitos de consumo en el sector servicios".
Como experto en los grandes patrimonios, y preguntado por las intenciones del Gobierno -y su socio Podemos- de pasar el control de las sicavs de la CNMV a la Agencia Tributaria-, reconoce sonriendo que "es una serpiente de verano que surge cuando se acercan las elecciones, pero no supondría un cambio relevante a nivel fiscal". Como también tiene claro que al ciclo económico "todavía le queda un recorrido mínimo de dos años".
Ni que decir tiene que los mercados financieros tienen marcado en rojo en su agenda el otoño de 2019, cuando el Banco Central Europeo (BCE) prevé elevar los tipos de interés. Algo que no sucede desde julio de 2011, cuando la autoridad monetaria endureció el precio oficial del dinero un cuarto de punto hasta el 1,50%. Desde entonces todo han sido recortes.
A su juicio, "los mercados están preparados para una subida de tipos de interés pero obviamente no sucederá lo mismo en la Unión Europea como en Estados Unidos porque allí llevan nueve años de crecimiento y pleno empleo. El BCE va a tener muchas dificultades para pasar del 1% en 2021".
Preguntado sobre sus previsiones sobre el PIB español prevé que alcance "el 2,2% en 2019 y el 2% en 2020"; mientras que al barril de petróleo lo sitúa "encima de los 75 dólares durante algunos meses por la caída de la producción de Irán y Venezuela, y el año que viene algo más débil por el aumento de la oferta de Arabia y Estados Unidos".
Para terminar la amena charla mantenida con Roberto Scholtes advierte que "el ciclo económico continúa, hay que seguir invertidos en bolsa y tomar posiciones en mercados emergentes asiáticos y principalmente China".