VALÈNCIA. La mente de Juan Roig está en constante movimiento, algo que ya ha demostrado -y manifestado- en numerosas ocasiones. Sin embargo, a pesar de todos los volantazos que ha dado a lo largo de su historia, Mercadona está moviendo varios cimientos de su estructura de forma simultánea que van ser clave para la compañía. "En tres o cuatro años Mercadona no se parecerá nada al Mercadona actual", aseguraba este miércoles su presidente en el 32º Congreso Aecoc de la Gran Distribución, celebrado en el Palacio de Congresos de València.
En la última rueda de prensa de resultados Roig ya anunció una reducción de beneficios de 200 millones para 2017 pese a prever un incremento de la facturación, que finalmente serán algo más altos de lo esperado. Mercadona ha realizado un despliegue para ponerse a punto, "sacrificando" el beneficio a corto plazo "para poner las bases del Mercadona del futuro", como en alguna ocasión ha dicho su presidente.
La perspectiva de Roig ha cambiado. "Numeritos tenemos en Mercadona para parar un barco entero. Te miden los resultados pero no el esfuerzo", aseguraba. "Ahora medimos a la gente mucho más por el esfuerzo que por los resultados, yo antes llegaba a Mercadona y preguntaba cómo iba la venta, ahora preguntamos por las colas o por qué tal ha ido en la tienda". La compañía quiere hacer el esfuerzo de cuidar al jefe -el cliente-, al trabajador y al proveedor.
El periodo 2017-2023 va a ser clave en la vida de Mercadona: reforma de las tiendas, entrada a Portugal, proyecto online,... Pero, ¿cómo abordar las transformaciones? Según Juan Roig, que te pille con el pincel en la mano, ser humilde, reconocer los errores, darse cuenta de la necesidad y tener voluntad de cambio, todo ello sabiendo a dónde se dirige y con paciencia.
Pero el cambio de opinión más radical de Juan Roig ha sido respecto al canal online. "El online es un tsunami que viene a una velocidad de vértigo", apuntaba. Hace unos años, el presidente de la compañía valenciana no parecía tener la intención de echar más monedas a un modelo que, según dejaba ver, no iba con el potencial de la cadena y les hacía perder dinero. Ahora ha creado una spin off de Mercadona para desarrollar un sistema, Mercadona Online. Liderado por su hija Juana Roig, se ha rodeado de jóvenes profesionales llegados desde tecnológicas como Amazon, Flyware o Fever.
"Yo dije públicamente que no creía en la telecompra, y hoy digo públicamente que sí creo en la telecompra", señalaba Roig, quien aseguraba que ha dado carta blanca al nuevo equipo para diseñar el modelo. "Estamos haciendo un laboratorio y creo al 99% que va a ser un exitazo", apuntaba. Mercadona prepara un centro logístico para realizar pruebas con el canal online, ubicado en en Polígono de Vara de Quart en València. "Creo totalmente en Mercadona Online", reafirmaba. ¿Encontrará el modelo de éxito?
Otra de las novedades tecnológicas de la compañía viene con la implantación del sistema informático SAP. "La calidad en la informática tiene que ser muy superior a la del proceso físico. Cuando no cuadran los stocks no pasa nada pero en el online si te falla se te cae el tinglado", asumía.
Una de las principales inversiones que está realizando la compañía es la implantación del nuevo modelo de tienda, que este año requiere aumentar las inversiones desde 650 millones a 1.000 millones de euros. Será en 2023 cuando la compañía acabe de reformar los 1.600 supermercados. En el nuevo modelo ha introducido cambios significativos como el punto de acabado de la carne -desarrollo que solo utiliza Mercadona-, o las máquinas de corte de pan, al margen de ampliar espacio como el de la frutería o el horno. Roig también destacó el éxito que supone vender el jamón al corte. "No hemos encontrado un fabricante que haga un jamón que esté tan bueno como cuando lo cortas delante del cliente".
Tampoco tuvo reparo en reconocer que le copiaron a un competidor la implantación de la máquina de zumos de naranja. De hecho, a veces el cambio llega por los competidores. "Nos movéis el queso y nos obligáis a movernos más de lo que nos gustaría", admitía. "Vas encima de una ola y lo único que puedes hacer es mantener equilibrios, pero continuamente se van a producir cambios".
También hizo mención al sushi. "Es un gran producto, pero tiene un gran problema y es que solo puede estar 12 horas en tienda", reconocía. También asumió su error de que no querer poner puertas a los congeladores, a pesar de que la competencia lo hacía. "Hemos sido la última empresa de distribución en tapar los congeladores y lo que más nos ha sorprendido es que el cliente los cierra y la venta no se disminuye", reconocía. "Hemos estado haciendo el canelo durante estos años con los congeladores abiertos".
A estos cambios ha sumado su apuesta por el surtido eficaz con los proveedores especialistas. "Tenemos que ser más ágiles en la toma de decisiones", aseguraba Roig y reconocía que fue un error pensar que un interproveedor puede fabricar toda una categoría de productos. "No tiene nada que ver el enjuague bucal con la pasta de dientes".
Reconoció la importancia de la figura del interproveedor y lo que ha ayudado a Mercadona. De hecho, ha pasado de 108 a 123 en los últimos cuatro años. Sin embargo, es el número de proveedores especialistas el que ha dado un salto muy significativo, de 180 a más de 500. "Queremos seguir con los interproveedores pero desde la vertiente de especialistas".
También destacaba como clave el cambio en el departamento comercial, que fue dividido en prescripción y compra. Un departamento que en 2008 tenía 50 personas y donde han pasado a ser 900. "Si queremos tener pescado frescos en todas las tiendas hay 85 lonjas entre España y Portugal, por lo tanto tenemos 85 compradores", reconocía y señalaba que antes el suministro a tienda lo hacía un único proveedor. "Si no quieres hacer crecer el número del departamento de personas es imposible". De hecho, recordaba su lucha con los frescos y el error que cometieron al pensar que todo se podía vender envasado.
Mercadona ha iniciado su proceso de internacionalización en Portugal, donde abrirá para empezar cuatro tiendas en Oporto pero para las que tendrá que cambiar gran parte del lineal. "Queremos ser portugueses", aseguaba Roig. "Entre el 50 y el 60% de los productos del lineal de Mercadona se van a cambiar".
Roig puso como ejemplo que en el país vecino no comen queso manchego o beben vino español. "O te adaptas o no triunfas y nosotros tenemos una mentalidad de gran adaptación a Portugal". Además, ha recordado que tendrán un centro logístico propio en el municipio luso de Póvoa de Varzim.
"El éxito es la semilla del fracaso y es efímero y hay que estar abierto a ver que cosas e ir corrigiendo", señalaba Roig. "No creo en el gigantismo, el pez que sobrevive es el ágil, no el pez más grande".
La iniciativa comienza con la adecuación de 6 entidades sociales y con la donación de 7 furgonetas de reparto.