VALÈNCIA. Más allá de las consecuencias devastadoras que ha provocado la Dana sobre las comarcas valencianas, los parques industriales que se sitúan en estos municipios también han sufrido la virulencia del temporal. En l'Horta Sud, uno de los puntos más golpeados por este episodio de lluvias, los polígonos afectados ascienden a 52, mientras que las empresas ya superan las 6.500. Según asegura a Valencia Plaza el presidente de la Federación de Parques Empresariales de la Comunidad Valenciana (FEPEVAL), Diego Romá, la magnitud de los daños materiales impide aproximarse a la cifra exacta que deberá invertirse para recuperarlos: "Es incalculable".
Aunque Romá no se atreve a hacer estimaciones, tampoco descarta que las reparaciones puedan costar entre 300.000 y 400.000 euros a cada empresa, en función de la gravedad de los daños en maquinaria, mercancías y naves. "Estamos hablando de miles y miles de millones de euros. Se necesita urgentemente financiación pública", señala Romá, al mismo tiempo que insiste en que, además de los desperfectos físicos, las empresas enfrentan serios problemas para retomar su producción.
"La devastación es enorme y no se trata únicamente de reparar infraestructuras. El acceso a los polígonos está muy limitado debido al barro, los objetos arrastrados y las infraestructuras colapsadas", indica a este diario. Por tanto, el presidente de Fepeval pronostica un proceso de recuperación "lento", desde "meses para atender los problemas urgentes" hasta "años para cerrar completamente las cicatrices de este desastre".
Entre los parques industriales más afectados, se encuentran los de Xirivella, Paiporta, Sedaví, Catarroja y Beniparrell, donde las inundaciones han causado estragos en las naves más cercanas a los barrancos. En cambio, el nivel de afectación es menor en las zonas de Alcàsser y Silla, ya que, salvo "desperfectos puntuales", las empresas continúan operando con normalidad. Sin embargo, Romá insiste en que la reconstrucción completa de las infraestructuras resulta esencial para garantizar la actividad económica en la región.
La situación en los polígonos afectados es "alarmante". Muchas áreas industriales todavía carecen de servicios básicos como agua potable, electricidad, conexión a Internet y telefonía fija. "La reconstrucción de infraestructuras y dotaciones es una prioridad absoluta. Sin ellas, resulta imposible activar las áreas industriales", enfatiza Romá.
El barro y los escombros que cubren las calles de estos parques industriales impiden la circulación normal, lo que agrava la problemática para las empresas que allí se sitúan. Además, el deterioro de las vías de acceso repercute en la movilidad interna de los trabajadores y las mercancías, con lo que se producen atascos y mayores costos operativos. Desde Fepeval, instan a las administraciones públicas a acelerar los trabajos de limpieza y reparación para evitar un colapso prolongado de la actividad económica.
En ese sentido, Romá propone medidas a largo plazo como la canalización adecuada de los barrancos para evitar futuras inundaciones, así como la implementación de planes de emergencia en cada empresa. "Es esencial garantizar la seguridad y la sostenibilidad de estas áreas para evitar que se repita una catástrofe de esta magnitud", asegura el presidente de Fepeval.
Por otra parte, la falta de transporte público como consecuencia de la Dana ha generado un nuevo problema: la imposibilidad de que los empleados accedan a sus puestos de trabajo. Según Fepeval, "más de 400.000 desplazamientos diarios en el área metropolitana de València han sido interrumpidos por el colapso de líneas de metro, autobuses y carreteras principales como el By-pass".
En esta línea, Fepeval y la Dirección General de Transportes han iniciado una colaboración para buscar soluciones inmediatas. Entre las medidas propuestas, destacan el fomento del coche compartido, la implementación del teletrabajo y la creación de líneas específicas de autobús para conectar a los trabajadores con los parques industriales.
En ese sentido, Romá advierte que la movilidad laboral es "clave" para evitar el colapso total de muchas empresas, especialmente de aquellas que, aunque no han sufrido daños directos, dependen de sus empleados para operar. "Sin accesibilidad, no hay producción y, sin producción, la recuperación económica es imposible", sentencia.
Desde FEPEVAL, apelan a las administraciones públicas para que prioricen los apoyos económicos y logísticos necesarios en la reconstrucción de los parques industriales. De hecho, estas áreas generan más del 30% del PIB en l'Horta Sud y representan el sustento de miles de familias en la región. "No podemos dejar que los polígonos industriales mueran. Necesitamos rapidez, unidad y compromiso para superar esta crisis. Este desastre no puede marcar el declive de nuestra industria", insiste Romá a este diario.
No obstante, el presidente de FEPEVAL agradece el interés de la Conselleria de Industria, Innovación y Turismo por el estado de estos parques industriales. De hecho, este miércoles la consellera de Industria, Nuria Montes, y el Director General de Industria, Manuel Rosalén, visitaron las áreas más afectadas de Picanya, Paiporta, Catarroja y Beniparrell con el objetivo de evaluar los daños y atender las necesidades urgentes en estos enclaves empresariales.