Manolo Mata (PSPV) y Fran Ferri (Compromís) seguidos de Antonio Montiel y Mireia Mollà. EFEVALENCIA. "Fracaso colectivo". De esta manera resumió el portavoz socialista, Manuel Mata, la imposibilidad de sacar adelante este miércoles en Les Corts la elección del Consejo Rector de la nueva RTVV así como la del presidente del organismo. Una frase que suscribió crudamente el propio presidente de la Generalitat, Ximo Puig, quien se mostró "decepcionado" por la "incapacidad" para llegar a un acuerdo. "La nueva RTVV es una urgencia para la Comunitat Valenciana, no para el Gobierno", resaltó.
El diagnóstico es acertado. La imposibilidad de alcanzar el consenso se hizo patente, derivado del enroque y vetos de los distintos grupos y de las estrictas condiciones de mayorías marcadas por la ley, por eso mismo "una magnífica ley", según remarcó el síndic de Podemos, Antonio Montiel. "La ley es buena, pero nosotros no hemos cambiado: los viejos partidos siguen pensando en una lógica de cuotas y de acuerdos al margen de los espacios de diálogo que corresponden", aseguró.
Un fracaso que, en cualquier caso, puede significar oportunidad. La situación se había ido ennegreciendo en los últimos días. Misión de todos los partidos implicados es hacer su propia reflexión y empezar a entonar la autocrítica. El PSPV se empeñó con un candidato a la presidencia que PP y Ciudadanos no querían: más allá de que la formación naranja dijera primero que sí y se arrepintiera a las 24 horas, los socialistas deben entender que tienen 23 diputados en una cámara de 99. Si se aspira a consensos amplios hay que ser flexibles.
En lo positivo, se anota haber desistido de la intentona de sacar a toda costa con los votos únicamente de los socios del Botánico la presidencia de Josep López. "No hay culpables ni tenemos que flagelarnos demasiado. Un retraso de un mes o mes y medio tampoco es relevante", señaló el socialista Mata una vez consumado el suspenso de la iniciativa, en una reflexión quizá tardía pero constructiva de cara a las futuras negociaciones.
Más allá de la posición socialista, tal vez Compromís y Podemos deberían haber puesto el mismo empeño que dirigieron a vetar a la candidata del PP Maite Fernández en el Consejo de la Ciudadanía a hacerle ver al PSPV que no apoyarían en ningún caso la presidencia en tercera votación. Algo que hubiera paralizado este tenso y abrupto final de las negociaciones. En concreto, la formación morada ha sufrido los rigores de llevar el peso de un asunto exigente y eso le ha pasado factura, con movimientos como vetar a Fernández tras haber sido ellos mismos los que le cedieron el paso sacando a Rosa Serrano del Consejo.
En cuanto a Ciudadanos, han sido los artífices de la ruptura de la baraja. Su portavoz, Alexis Marí, se sintió "engañado" por el grupo socialista y, desde ese momento, se enrocó en una posición de la que ya no se movió en los días siguientes. Tampoco es demasiado serio que la formación naranja mostrara su conformidad al periodista Josep López y un día después, tras determinadas informaciones publicadas que relacionaban al presidenciable como próximo a Ximo Puig y con unos vínculos familiares de su mujer con dirigentes del PSPV como Alfred Boix y José Manuel Orengo, echara todo por la borda sin tener mayores consideraciones profesionales sobre el candidato propuesto.
Una clara voluntad y predisposición al consenso es lo que deberá demostrar Ciudadanos en septiembre sobre este asunto, sobre todo para acallar a los que señalan a los de Albert Rivera como un partido que quiere dificultar la creación de la televisión autonómica. Marí, este miércoles, fue al menos en una línea esperanzadora: "Será bueno tomarse un respiro, tomárselo con calma y ver realmente lo que queremos y sacar lo que puede ser la base de un acuerdo. Es lo prudente y lo coherente".
Por su parte, el papel del PPCV ha sido sublime en el aspecto de la estrategia y nulo en la búsqueda real del consenso para la creación de la nueva RTVV. La posición de los populares no ha sido constructiva: 'calentaron' a C's en la sombra cuando vieron ocasión de ruptura y presionaron para la entrada de su cuota, situando un perfil como el de Fernández que, más allá de su capacidad profesional, iba a causar incomodidad en otros grupos. La propia líder del PPCV, Isabel Bonig, aseguraba ayer que sus candidatos tenían una trayectoria "intachable". "Las personas que hemos propuestas son las más adecuadas e idóneas", afirmó. Unas palabras que también deberán de revisarse si es que la idea es que todos los grupos empiecen desde cero, una posibilidad que admitía el portavoz de Compromís, Fran Ferri: "Estamos dispuestos, si hace falta, a empezar de cero para conseguir un consenso como en la votación de la ley, que salió adelante sin ningún voto en contra".
En conclusión, las diferentes fuerzas políticas, tal y como apuntaba un diputado este miércoles, deberían afrontar una primera reunión en septiembre para establecer un marco general de criterios de selección. Un debate que ponga sobre la mesa incluso el concepto de Consejo Rector que se busca: si son necesarios más economistas o expertos en derecho, gestores en definitiva, y menos periodistas. O, en cualquier caso, se definan perfiles y se pongan nombres sobre la mesa que puedan ser validados por todos los grupos atendiendo a criterios de profesionalidad indiscutible que no puedan ser empañados por filiaciones políticas. Ese es el ambicioso reto que deben acometer los distintos grupos tras la obligada reflexión de agosto para crear una nueva RTVV que consiga ilusionar a la gran mayoría de valencianos.
