VALÈNCIA (VP). Investigadores de la Fundación Carlos Simón y de su spin-off biotecnológica iPremom han desarrollado el primer test molecular capaz de predecir el riesgo de preeclampsia temprana grave desde el primer trimestre del embarazo, tras comprender los mecanismos moleculares de la misma. La preeclampsia es una de las complicaciones más graves y frecuentes a las que se enfrentan las mujeres durante la gestación y puede poner en riesgo tanto la vida de la madre como la del bebé.
El hallazgo, publicado en Nature Communications, permite anticipar el riesgo con hasta cinco meses de antelación respecto a la aparición de los síntomas mediante un sencillo análisis de sangre.
“Por primera vez podemos obtener una señal biológica fiable y temprana que permite a los médicos actuar antes de que aparezca la enfermedad”, explica la Dra. Tamara Garrido, directora científica de iPremom. “Nuestra tecnología ofrece la oportunidad de abrir una nueva etapa en la medicina prenatal, pasando del tratamiento de un evento grave a su prevención”, añade la especialista.
Una década de investigación que revela el origen de la enfermedad
Durante más de una década, el grupo que lidera esta investigación ha sido pionero en el estudio del papel del útero materno en el origen de complicaciones del embarazo como la preeclampsia. Sus trabajos, publicados en Proceeddings of the National Academy of Sciences (PNAS) y Nature Medicine han demostrado que las mujeres que han sufrido esta enfermedad presentan una alteración en su útero, específicamente en la capa interna o endometrio, denominada resistencia persistente a la decidualización -el proceso mediante el cual el endometrio se transforma para permitir la implantación y el desarrollo inicial de la placenta-.
Estos hallazgos sugieren que una alteración en la adaptación uterina temprana puede condicionar el desarrollo posterior de la placenta y predisponer al inicio de la enfermedad, constituyendo una base científica muy sólida sobre la que se asienta el presente trabajo.
A partir de estas evidencias, el equipo descubrió que la preeclampsia deja su huella molecular en la sangre materna, a través del ARN libre circulante (cfRNA).
La resistencia a la decidualización altera la invasión inicial de la placenta, liberando moléculas de cfRNA al torrente sanguíneo. Este cfRNA, de origen materno, muestra un perfil molecular único que refleja los procesos del llamado “suelo materno” —el endometrio— donde se origina la enfermedad.
MaiRa Preeclampsia Test detecta el 83% de los casos tempranos
El equipo investigador ha desarrollado un método que analiza la expresión de 36 genes relacionados con los procesos de adaptación del útero y el desarrollo placentario y, mediante algoritmos de inteligencia artificial, traduce esos datos en una clasificación precisa del riesgo de preeclampsia temprana severa.
MaiRa, que así se llama el primer test molecular del mundo capaz de detectar el riesgo de Preeclampsia desde la semana 9 de gestación, mostró un rendimiento elevado, detectando el 83% de los casos de preeclampsia temprana y clasificando correctamente como sanos al 90% de los embarazos sin riesgo.
El estudio clínico PREMOM, con 14 hospitales españoles y más de 9.600 embarazadas, validó la capacidad del test para anticipar el riesgo hasta cinco meses antes del inicio de los síntomas, abriendo la puerta a nuevas estrategias de predicción y prevención.
“Hemos demostrado que la información que ya circula en la sangre materna contiene las claves para predecir lo que va a ocurrir meses después”, señala la Dra. Tamara Garrido. “Nuestro objetivo es que esta herramienta se convierta en parte del control prenatal rutinario para proteger a madres y bebés”, añade.
Prevalencia de la preeclampsia
La preeclampsia afecta entre el 2% y el 7% de los embarazos en todo el mundo y causa más de 50.000 muertes maternas y 500.000 muertes fetales cada año.
Su detección temprana es esencial para reducir complicaciones graves, partos prematuros y mortalidad perinatal.
En las madres mayores de 40 años, la prevalencia se incrementa significativamente, un dato especialmente relevante en un contexto en el que la maternidad se retrasa cada vez más en los países desarrollados.
“En este estudio hemos confirmado, además, que la Preeclampsia temprana y la tardía responden a mecanismos biológicos distintos”, explica la Dra. Nerea Castillo, primera autora del trabajo. “Distinguir entre ambas formas es clave para mejorar la prevención y el tratamiento”.
De la ciencia básica a la aplicación clínica
Este avance es fruto de la suma de conocimiento científico, innovación tecnológica y análisis impulsado por inteligencia artificial. En conjunto, han permitido pasar del conocimiento del origen de la enfermedad —la disfunción del “suelo materno” y la interrupción del maternal–fetal crosstalk— al desarrollo de una herramienta predictiva de alto impacto clínico, que inaugura una nueva era en la prevención del riesgo de Preeclampsia.
Ahora, iPremom lidera el estudio iPregnostic, destinado a validar el rendimiento del test en la práctica clínica real y su integración en los protocolos de atención prenatal, con el objetivo final de que esta tecnología esté disponible en hospitales y clínicas de todo el mundo como una herramienta estándar de medicina preventiva personalizada.
Un desarrollo de la Fundación Carlos Simón
El profesor Carlos Simón, presidente del Consejo Científico y cofundador de iPremom, y presidente de la Fundación Carlos Simón, es uno de los impulsores de este test diagnóstico que mejorará el pronóstico de miles de gestantes en el mundo.
“Después de muchos años de investigación, hemos logrado comprender los mecanismos que desencadenan la Preeclampsia y por tanto desarrollar una herramienta muy necesaria en nuestros días, que podría salvar muchas vidas durante el embarazo y el parto, así como disminuir significativamente riesgos de salud reproductiva cada vez más frecuentes en una sociedad que demora el acceso a la maternidad”, advierte el profesor.
La Fundación Carlos Simón, que impulsa la investigación biomédica y traslacional centrada en la salud de la mujer y la medicina reproductiva, desarrolla distintos proyectos orientados al diagnóstico de problemas reproductivos y la mejora de las técnicas de fertilidad, con un propósito claro: transformar el conocimiento científico en salud real para las mujeres.