Hoy es 8 de octubre
MADRID (EP/VP). El ex secretario general del PSOE Pedro Sánchez asegura que tiene "ganas, voluntad y fuerzas" para volver a liderar el partido y, de hecho, cree que está "más preparado" para coger el timón que "hace tres años", cuando fue elegido, y se presentará al próximo congreso del partido si la militancia le apoya. "Si veo que hay agua en la piscina, no faltaré a la cita", ha dicho.
En una entrevista en el programa 'Salvados', en La Sexta, recogida por Europa Press, Sánchez ha insistido en que, después de dejar su acta de diputado, se va a dedicar a recorrer España para escuchar a los militantes del PSOE y ha explicado que, si siente que tiene apoyo, intentará volver a la Secretaría General del partido, aunque ha reconocido que, desde su nueva posición, tendrá dificultades.
De hecho, ha acusado a la Gestora que ahora dirige el PSOE de llevarle a esta renuncia, al no permitir que sólo se abstuvieran once diputados socialistas en la investidura de Mariano Rajoy, con ese objetivo. A su juicio, con esa decisión de que la abstención fuera en bloque, la actual dirección del partido quería situarle ante una situación "imposible": o se abstenía, en contra de su posición, o rompía la disciplina y el mandato del Comité Federal.
"La única opción que tenía era salir del Congreso", ha dicho, para después subrayar que ésta era "la intención" de la Gestora, quitarle "cualquier tipo de plataforma y de recursos" para el proceso de primarias que se abrirá "contra los aparatos" que, ha dicho, actuarán apoyando a "otras candidaturas".
Eso sí, ante la pregunta de si quiere enfrentarse a la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, en unas primarias, Sánchez ha subrayado que la también líder del PSOE andaluz tiene "la responsabilidad y la obligación de dar un paso al frente y presentarse" a ese proceso. "No estoy muerto, aquí estoy", ha remachado después, cuando se le ha planteado si Díaz ha querido 'acabar' con él.
Además, Sánchez ha desvelado que, después de las elecciones del 26 de junio tuvo muchas dudas sobre la posición que tenía que tener el PSOE y ha explicado que tomó una decisión después de una conversación con el líder del PP, Mariano Rajoy, que le avisó de que, además de ser investido, necesitaba contar con los socialistas para gobernar.
Y, ahora, ha dicho, después de que su abstención haya permitido el Gobierno del PP, cree que el PSOE "se ha quedado en tierra de nadie". Esto, ha afirmado, se ha comprobado en el debate de investidura de Rajoy: "Una de las cosas que vi es que el país no tiene oposición", ha afirmado.
El ex secretario general también ha sorprendido este domingo al afirmar que los socialistas deben negociar con los independentistas catalanes y ha abogado ahora por una reforma de la Constitución que busque que Cataluña "como nación que es se sienta integrada dentro de España". Así, ha asegurado que él siempre cumplió con el mandato del Comité Federal y, por eso, no negoció con los independentistas, pero ha reconocido que "hubo conversaciones".
Ha querido diferenciar "dos etapas". Según ha dicho, en la primera legislatura habló con los nacionalistas catalanes pero estaban mucho más firmes en sus posiciones que después de las elecciones de junio, cuando eran más proclives a "encontrar vías" de entendimiento. En ese momento, ha dicho, había "muchas más posibilidades para facilitar un gobierno alternativo del PP".
Eso sí, y aunque ha recalcado que "hay que hablar con todos", ha subrayado que no habló "nunca" con ellos de celebrar un referéndum de autodeterminación de Cataluña, como exigían los independentistas. A partir de aquí, ha defendido que la crisis con Cataluña "sólo se va a poder resolver votando", pero ha subrayado que cree que no debe ser sobre una ruptura sino sobre un acuerdo: la reforma de la Constitución.
También ha desvelado que "una de las principales lecciones" que ha "sacado en estos casi tres años" como máximo responsable del país ha sido "comprender la naturaleza del país". "España es una nación de naciones. Cataluña es una nación dentro de otra nación que es España, como lo es también el País Vasco, y esto es algo de lo que tenemos que hablar y reconocer", ha afirmado, para después defender que hay que articularlo en una reforma de la Carta Magna "para que Cataluña como nación que es se sienta integrada dentro de España".