MADRID (EP). El presidente del Gobierno y candidato del PSOE a la reelección, Pedro Sánchez, cede y acepta acudir a dos debates electorales, tanto en RTVE como Atresmedia, después de que su decisión de participar exclusivamente en el organizado por el ente público le valiera las críticas no sólo del resto de partidos, sino de los propios trabajadores de RTVE.
El partido ha atribuido el empecinamiento inicial de Sánchez de acudir sólo al debate de RTVE al Comité Electoral que dirige la campaña, y que presiden su jefe de gabinete en La Moncloa, Iván Redondo, y el secretario de Organización del PSOE, José Luis Ábalos. A este órgano Sánchez le habría pedido ahora reconsiderar su decisión.
"Pedro Sánchez ha trasladado al Comité Electoral del PSOE la petición de que reconsidere su posición respecto a los debates electorales previstos para la semana próxima", reza el comunicado difundido por el partido a primera hora de este Viernes Santo.
"Considera que los españoles tienen derecho a escuchar a los candidatos debatir sus propuestas para España y, ante la posibilidad real de que no hubiera ningún debate, ha solicitado a sus compañeros que hagan efectiva su aceptación a asistir a los debates propuestos tanto por RTVE y Atresmedia. El Comité Electoral ha dado el sí a la propuesta de Pedro Sánchez", sostiene el comunicado.
Cabe recordar que este mismo Jueves Santo, el propio Sánchez defendía en una entrevista en Onda Cero la decisión de acudir sólo al debate en RTVE porque entre un medio público y uno privado, hay que priorizar al público y porque éste, al dar la señal en abierto para que otros medios de comunicación puedan emitirlo, garantizaría una mayor difusión y audiencia.
Sánchez llegó incluso a abrir la puerta a discutir con segundos espadas de PP, Ciudadanos y Unidas Podemas si estos partidos mantenían su decisión de ir al debate de Atresmedia en lugar de a RTVE.
Pero no explicó en esa entrevista por qué se oponía a ir a dos debates cuando los otros partidos estaban dispuestos a acudir a TVE el lunes 22 y un día después a Atresmedia. Este viernes Sánchez explica que considera una "anomalía la celebración de dos debates presidenciales en dos días consecutivos". "No hay precedente alguno en la historia de las democracias occidentales de un planteamiento semejante desde la invención de la televisión", añade.
La polémica se desató el jueves con la sorpresiva (y no consensuada) decisión de la presidenta de RTVE, Rosa María Mateo, de contraprogramar a Atresmedia pasando la fecha inicialmente propuesta para el debate en la pública del 22 al 23, plegándose así a los deseos del PSOE. Este movimiento desató las críticas de los partidos pero también de los trabajadores de la casa, que veían cuestionada su independencia.
Sánchez reconoce en el comunicado difundido este viernes que hubiera preferido realizar "un único debate" entre las principales formaciones estatales que concurren a las elecciones.
Lamenta, dice, que ni partidos ni los distintos partidos y
operadores públicos y privados hayan podido alcanzar un acuerdo para organizar una "única emisión televisiva tal y como es la norma internacional repetida en todas las democracias avanzadas del mundo".
Sánchez explica asimismo que no quería permitir que el PSOE fuera el que impidiera el consenso con el resto de las fuerzas implicadas, toda vez que PP, Unidas Podemos y Ciudadanos estaban de acuerdo de ir a dos debates. "España necesita grandes acuerdos y mayorías", dice reconociendo que, al cambiar su postura, el PSOE "no podrá ser acusado nunca de impedir la celebración del debate, aunque lo considere un manifiesto error impropio de una democracia establecida".
Agrega que los debates electorales entre candidatos a la presidencia del gobierno son para el PSOE un compromiso con los ciudadanos asumido desde que, en 1993, Felipe González aceptó, siendo presidente del Gobierno, la celebración del primero de ellos en nuestra democracia. "Desde esa fecha, nunca un candidato socialista ha rechazado la celebración de debates en las diferentes campañas que han tenido lugar desde esa fecha", admite.
El PP, en cambio, destaca, rechazó celebrarlos en los años 1996,
2000 y 2004. En 2015 pactó con la cadena privada que lo organizaba no ser representado por su candidato a la presidencia. En 2016, de nuevo, el PP rechazó la celebración de un debate cara a cara entre los cabezas de lista de los dos principales partidos.
Recuerda Sánchez que el acuerdo inicial entre todos fue el de participar en un único debate 'a cinco', en el que se incluyera a Vox, en Atresmedia, una opción truncada por la prohibición de la Junta Electoral Central, que llegó a la conclusión de que incluir a Vox antes que a otros partidos rompía el necesario principio de proporcionalidad.
Con esa restricción, "la voluntad del PSOE fue entonces la de primar la emisión del debate a 4 propuesto inicialmente por la televisión pública frente a la posterior cesión del privilegio a un canal privado", señala.
"Un debate presidencial abierto a todos los españoles convocados a las urnas forma parte del mínimo sentido democrático. A la vista de todo lo acaecido parece evidente la necesidad de buscar un marco regulatorio que facilite su celebración ordenada y recurrente e impida la creación de innecesarios conflictos entre los partidos y los operadores televisivos", reflexiona Sánchez.
El candidato termina su exposición de argumentos confiando en que su participación en los dos debates sirva para "movilizar
a los indecisos, además de mostrar a los españoles las mentiras, la demagogia y las insidias con las que se emplean los líderes de las derechas para atacar al candidato socialista".