VALÈNCIA (EP). El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha afirmado este miércoles en el pleno del Congreso que no se descarta que el cierre de fronteras por el coronavirus, que por el momento afecta solo a las fronteras terrestres, "se amplíe a las fronteras aéreas o marítimas".
Así lo ha afirmado en su intervención ante un Hemiciclo casi vacío para explicar las medidas adoptadas por el Ejecutivo para hacer frente a la epidemia desde el punto de vista sanitario, económico y social.
Sánchez ha afirmado además que, aunque el cierre de fronteras no afecta a las mercancías, es obvio que la pandemia y las medidas adoptadas para frenarla tendrán un impacto en el PIB: "2020 no tendrá 12 meses, sino 10 o incluso nueve".
Se declaró el estado de alarma cuando era "imprescindible"
Pedro Sánchez, ha justificado además su decisión de declarar el estado de alarma cuando ya había avanzado la pandemia en España asegurando que "se declaró cuando se tuvo la certeza de que era imprescindible". Y ha alegado que el ser humano "sucumbe" a lo que se llama como "sesgo de retrospectiva" que significa que cuando alguien conoce el desenlace de una situación tiende a pensar que las cosas se podían haber hecho de otra manera.
Ha recordado, en este sentido, que la OMS lanzó un mensaje claro al conjunto de los Estados, y fue que todos los países debían guardar un equilibrio entre proteger la salud, minimizar los costes sociales y económicos y respetar los derechos humanos.
"Y así ha sido como he querido proceder, desde ese principio de ponderación entre el exquisito cumplimiento de las indicaciones científicas, la prevención de la alarma socioeconómica y la máxima garantía de cumplimiento de nuestro estado social y económico de derecho", ha alegado Pedro Sánchez.
Según ha dicho, es obvio que con lo que se sabe hoy, el mundo no habría actuado de la misma forma ayer: si China hubiese conocido las consecuencias del brote, hubiese actuado de forma distinta, y Francia no habría mantenido la primera vuelta de las locales si hubiera sabido que no iba a poder celebrar la segunda vuelta unos días después".
Por ello, ha insistido en que "se decretó el estado de alarma cuando se tuvo la certeza de que resultaba imprescindible y solo entonces, porque los derechos que restringe y los bienes que pone en juego son suficientemente valiosos como para ser preservados hasta el último instante".