MADRID (EP). El secretario general electo del PSOE, Pedro Sánchez, se ha comprometido este domingo a "construir un nuevo PSOE, el de los militantes", y hacerlo desde la unidad y la izquierda. "Voy a ser el secretario general de todos y cada uno de los afiliados", ha expresado Sánchez en una comparecencia ante cientos de militantes en el salón Ramón Rubial, el mismo lugar en que se celebró el bochornoso Comité Federal del 1 de octubre que terminó con su dimisión.
Sánchez ha comenzado su intervención agradeciendo a los casi 200.000 militantes su participación --ha votado el 80 por ciento del censo-- y elogiando a sus rivales Susana Díaz y Patxi López por haber "trabajado para hacer un partido más fuerte", palabras que han sido recibidas con algún abucheo por parte de los militantes.
Sánchez ha comparecido acompañado, entre otros, por destacados sanchistas valencianos como Andrés Perelló o José Luis Ábalos, su lugarteniente de oro. En un mensaje que ha dirigido a los "millones de progresistas" que votaron al PSOE en las pasadas elecciones generales del 26 de junio, pero también a todos aquellos que les retiraron su confianza, Sánchez les ha asegurado que él hará una "oposición útil" frente "a la corrupción y los recortes del PP".
En medio de gritos de "¡Sí es sí!" de los militantes, Sánchez les ha prometido que el PSOE, con él como líder, hará "lo indecible" para "cambiar el rumbo del país" y para "mejorar" sus vidas y las de sus familiares. Los socialistas se pondrán desde hoy, ha añadido, "al servicio de esa mayoría social" que sufre las políticas del PP.
Con el objetivo de unir el partido para ponerlo "rumbo a La Moncloa", Sánchez ha prometido hacer del PSOE una organización "creíble y coherente", "el partido de la izquierda" que será capaz de "regenerar" España.
Minutos después de esta comparecencia, Sánchez ha salido a saludar a los centenares de militantes y simpatizantes congregados en la calle de Ferraz para saludarlos desde el balcón en medio de gritos de "unidad, unidad" y "presidente, presidente".