VALÈNCIA (VP/EP). El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se reunió este viernes en Vitoria durante dos horas con el nuevo lehendakari, Imanol Pradales, quien tomó posesión de su cargo el pasado 22 de junio. Sánchez se trasladó al Palacio de Ajuria Enea 48 horas después de haber mantenido, el pasado miércoles, un encuentro con el presidente en funciones de la Generalitat de Cataluña, Pere Aragonès, en la sede del Govern en Barcelona, para escenificar el traspaso de nuevas competencias. Era la segunda visita de Sánchez al Palau de la Generalitat en siete meses, pues ya visitó a Aragonès a finales de diciembre de 2023.
Las visitas a los presidentes vasco y catalán en sus respectivas sedes -al contrario de lo que es habitual, que es que el presidente del Gobierno reciba en La Moncloa- se producen cuando Sánchez todavía no ha mantenido reuniones con la mayoría de los presidentes autonómicos que resultaron elegidos hace más de un año tras las elecciones de mayo de 2023. Entre ellos, el valenciano Carlos Mazón. Estas reuniones en las que los presidentes autonómicos plantean al jefe del Ejecutivo estatal las necesidades de su comunidad son habituales cuando se producen cambios de gobierno. Mazón anunció el pasado 5 de julio que ha pedido por carta una reunión con Sánchez.
La doble visita a Cataluña -donde el presidente está en funciones- y el País Vasco provocó este viernes las críticas del presidente gallego, Alfonso Rueda, reelegido el pasado 11 de abril tras las elecciones autonómicas de febrero, quien calificó la actitud de Sánchez como "falta de cortesía institucional".
"No es muy lógico, ni tiene mucho sentido y, sinceramente, me parece una falta de cortesía institucional que, siendo el presidente de Galicia el primero que tomó posesión, sigamos esperando", manifestó. "Espera el presidente de Galicia, como siguen esperando muchos presidentes y, en cambio, las comunidades autónomas que le interesan al señor Sánchez tienen un trato preferente", añadió.
Rueda desveló que Sánchez le dijo, "hace un par de meses" que dadas las circunstancias, a punto de que se celebrasen las elecciones europeas, "inmediatamente después íbamos a tener esa reunión". Pero no volvió a tener noticias después del 9 de junio. "Espero que se dé cuenta de que esta actitud no es de recibo y la corrija", concluyó.