Sanidad aprueba el nombramiento por libre designación de dos directores de Gestión Sanitaria

VALÈNCIA. La Conselleria de Sanidad ha aprobado el nombramiento de dos directores de Gestión Sanitaria a escasos días de la investIdura del nuevo presidente de la Generalitat Valenciana. Así lo recogía este martes el Diari Oficial de la Generalitat Valenciana (DOGV), donde se publicaba el nombramiento de Carlos Fluixà y Llorenç Rubio.

Estos nombramientos, realizados por libre designación, formalizan dos plazas que estaban siendo ocupadas desde hace meses de forma provisional y que ahora asientan a sus ocupantes. En una de ellas está Carlos Fluixà, anteriormente subdirector general de Planificación y Organización Asistencial.

Especialista en Medicina Familiar y Comunitaria, trabajó en centros de de Salud como el de Benimaclet y fue presidente de la Sociedad Valenciana de Medicina Familiar y Comunitaria. Fluixà, con gran conocimiento en el área de atención primaria, entró en el Gobierno de la mano de la ex consellera de Sanidad Carmen Montón. 

Llorenç Rubio es diplomado en Trabajo Social con un carrera desarrollada en el ámbito sanitario. Este cargo estaría vinculado a la secretaría autonómica de Turismo, ocupada por Narcís Vázquez, perteneciente a Compromís. No obstante, y a pesar de ser obligatorio por la Ley de Transparencia, no aparece el currículum de ninguno de los dos profesionales en la web de GVA Oberta. 

Los cargos de libre designación, aunque tienen un proceso que se inicia con una convocatoria pública, habitualmente son elegidos a dedo. Y es que, aunque deben de pasar por la valoración del currículum, una memoria y una entrevista si se cree conveniente, suelen acabar ocupados por aquellos que ya han sido designados de forma provisional en el cargo. Y es que la dirección de la conselleria es la que eleva la propuesta de la persona elegida. 

Cabe recordar que este puesto de director de Gestión Sanitaria, que ha tenido una alta rotación en estos cuatro años, ha sido ocupado por perfiles tan controvertidos como el del escritor y periodista leonés Germán Temprano, quien dimitió del cargo tras la marcha de Montón y al que un juez ha reiterado la obligación de mostrar a este periódico la memoria con la que accedió al puesto, acción que todavía no se ha cumplido.