VALÈNCIA. La Conselleria de Sanidad sigue en marcha. El departamento que dirige la socialista Ana Barceló lleva semanas manos a la obra para encontrar respuestas de cara a una hipotética y temida segunda oleada de la covid-19. Es más, se teme que, más allá de los rebrotes actuales, un repunte del virus podría llegar a partir de septiembre u octubre de este año, por lo que la prevención exprés resulta fundamental a la hora de contener el coronavirus.
Así lo explican fuentes de la conselleria, desde donde aseguran que se vienen planificando obras en todos los hospitales valencianos por valor de unos 20 millones de euros. Una cifra considerable que va dirigida a habilitar espacios aprovechables en los centros sanitarios que permitan evitar la saturación en los hospitales públicos valencianos ante una eventual segunda fase de la pandemia.
¿Qué se está haciendo? Los detalles que se ofrecen desde el departamento de Barceló son pocos dado que la mayoría de obras todavía se encuentran fase de planificación. Según cuentan las fuentes consultadas, todo se dirige a evaluar el grueso de los espacios de los distintos hospitales para diseñar los cambios que sean necesarios para dotar a la sanidad pública de más metros cuadrados destinados a la instalación de camas suficientes para la covid-19 guardando las distancias de seguridad. O, en su defecto, para reubicar a enfermos en ingreso o recuperación que no se encuentren afectados por la enfermedad.
No obstante, la planificación diseñada desde la Conselleria de Sanidad eleva hasta 20 millones de euros la cantidad destinada a realizar estas obras de adecuación. Una cifra que, pese a no parecer extraordinariamente alta, sí podría implicar ciertas modificaciones presupuestarias que la cartera de Hacienda ya habría tenido en cuenta.
En este sentido, las fuentes consultadas por este diario explicaron que en cada hospital público valenciano se aplicará un plan diferente a la hora de realizar reestructuraciones con el objeto de crear los espacios necesarios idóneos más apropiados para la atención de un repunte de la pandemia.
Así, al margen del aprovechamiento que se haga de las habitaciones existentes, la mirada va dirigida a gimnasios, salones, salas de rehabilitación y otros espacios posibles que puedan servir para el alojamiento de pacientes con coronavirus o como cobijo temporal para los que sufren de otras dolencias que pudieran verse agravadas por la irrupción de la pandemia.
