Foto: KIKE TABERNER VALÈNCIA. La Conselleria de Sanidad ha reconocido finalmente que el toque de queda establecido por municipios durante dos meses el pasado verano no sirvió para minimizar el riesgo de transmisión. Así lo afirma en el último informe remitido al Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana (TSJCV) en el que se pedía aprobación para una nueva remesa de espacios que necesitan el 'pasaporte covid' para su entrada. Esta medida, que no permitía la movilidad entre las doce de la madrugada y las seis de la mañana, estuvo en vigor desde el 13 de julio a principios de septiembre y afectó a un total a 77 municipios en una primera tanda y 68 en la segunda.
"La experiencia adquirida en la aplicación de la medida conocida como "toque de queda" circunscrita a unas localidades determinadas ha puesto de manifiesto que su población se traslada a otras localidades que no tienen restricciones, con lo que no se logra el objetivo previsto de interrumpir o minimizar el riesgo de transmisión", señala el auto del TSJCV citando al informe realizado por la subdirectora general de Epidemiología , Vigilancia de la Salud y Sanidad Ambiental fechado el 16 de diciembre.
Una cuestión que ya comentaba a Valencia Plaza este verano Rafael Toledo, catedrático de parasitología de la Universitat de València (UV), quien consideraba que los toques de queda contribuyen muy poco a mejorar la situación de contagios. "Lo único que hace es desplazar el horario de salida", señalaba en ese caso. Además, también destaca que no tiene sentido incorporar esta medida para controlar el botellón, algo que ya estaba prohibido. Un mal funcionamiento parcheado que ha utilizado Sanidad para la ampliación de la petición del 'pasaporte covid' en la totalidad de la Comunitat Valenciana.
"De esta forma es previsible que, si la exigencia de presentación de la documentación para acceder a establecimientos, locales y eventos se concreta sólo en algunas localidades, la población se desplace a otras localidades en las que no se exija la misma con la misma consecuencia indicada: no se interrumpe o minimiza el riesgo de transmisión", continúa el documento del TSJCV. Y es que, en el caso del toque de queda, solo 7 de los 32 municipios que entraron en el primer toque de queda había mejorado la situación tres semanas después.
Un escrito en el que también se recordaba que, a día de hoy, la Comunitat Valenciana se encuentra en el nivel de riesgo alto o alerta 3. Es decir, que se encuentra en fase de transmisión comunitaria sostenida y generalizada "de difícil control", con una alta presión sobre el sistema sanitario. El informe expone que la situación epidemiológica "ha empeorado de forma muy significativa" en tres semanas, al presentar la pandemia "un ritmo de crecimiento exponencial" y todos los indicadores de nivel de transmisibilidad muestran este empeoramiento, apuntando a "una alta circulación" del coronavirus.
El informe explica que desde la semana del 15 al 22 de noviembre ha habido un cambio en el ritmo de crecimiento de la pandemia, en la que todos los indicadores de evaluación del nivel de transmisión han empeorado y la tendencia de la curva epidémica presenta un ritmo de crecimiento exponencial. Y es que la evolución del número reproductivo básico instantáneo se mantiene por encima de 1 (en 1'29 %), lo que significa que "la epidemia no está controlada", y la proporción de los casos confirmados entre los casos con sintomatología leve que acuden a Atención Primaria se sitúa en torno al 48 %, cuando el 22 de noviembre era del 30 %.
Así, la incidencia acumulada se ha cuadriplicado; la proporción de positividad se ha duplicado; y el número reproductivo básico se mantiene por encima de 1, todo lo cual es indicativo que "la epidemia está sin control y que seguirá creciendo en los próximos días", señala el documento. Además, indica que el sistema sanitario "presenta indicios de saturación y puede llegar a desbordarse si continúa la tendencia exponencial", ya que a pesar de que la hospitalización es menos agresiva respecto a otras olas por la. vacuna, el alto número de casos empieza a repercutir sobre el sistema asistencial.
De esta forma, expone que la hospitalización y el número de personas ingresadas en UCI se han incrementado un 135,38 % y 183,01 % respectivamente, de manera que la capacidad hospitalaria se sitúa en riesgo medio para la hospitalización y riesgo alto para las UCI. Mientras, en Atención Primaria, los casos sospechosos atendidos suponen un 79,3 % más que hace tres semanas, indica el informe, que asegura que en Salud Pública "se hace del todo imposible el rastreo de todos los casos".
