Foto: EPVALÈNCIA (EP). La Conselleria de Sanidad revisará la instrucción remitida a todos los departamentos de salud que prohíbe a las mujeres embarazadas estar acompañadas en la sala de dilatación y durante el parto para incorporar las alegaciones presentadas "siempre que se salvaguarde la seguridad de contagio frente al coronavirus".
Así, lo ha señalado este martes la consellera Ana Barceló en la rueda de prensa diaria para informar de la evolución del coronavirus. Al respecto, ha explicado que se están estudiando las alegaciones y quejas presentadas contra esta instrucción interna, sobre todo de matronas, y "les daremos respuesta, previsiblemente mañana".
"Las estamos revisando para ver si tiene cabida salvaguardando lo más importante, como es la protección de la salud de las gestantes, sus parejas, los bebés y el personal sanitario, pero ateniendo tambien a lo que nos solicitan", ha señalado.
La instrucción establece que las embarazadas no podrán estar acompañadas durante la sala de dilatación ni durante el parto para evitar peligro de contagios del coronavirus, pero la persona que la gestante designe como portavoz familiar recibirá imágenes del nacimiento y del recién nacido por videoconexión y podrá acompañarla en la habitación mientras dure todo el ingreso hospitalario.
Por otra parte, ha informado de que este lunes se repartió entre los departamentos de salud 400 tablets y 300 móviles para reforzar el protocolo puesto en marcha por Sanidad para garantizar la comunicación entre pacientes ingresados, médicos y sus familias.
Así, la Dirección General de Tecnología de la Conselleria de Hacienda distribuyó estas 700 unidades, reunidas también gracias a donaciones, en los centros hospitalarios para facilitar la comunicación de los pacientes que no disponen de esta tecnología con sus familias y que los médicos puedan informar al portavoz familiar del estado del ingresado cuando éste no esté en disposición de hacerlo.
Por otro lado, respecto al protocolo de enterramiento ha señalado no tener constancia de que haya funerarias que impidan la asistencia de la familia directa al entierro. Barceló ha justificado que el protocolo del Ministerio, que solo permite la asistencia de familiares de primer grado, se han dictado para "velar por la salud de todos y es a lo que hay que someterse".
