VALÈNCIA (EFE). La consellera de Sanidad Universal y Salud Pública, Ana Barceló, ha dado luz verde a la tramitación del Plan de Ordenación de Recursos Humanos (PORH) 2018-2020, han informado fuentes de este departamento.
Este documento, aprobado en la Mesa Sectorial en marzo de 2017, se constituye como la principal herramienta para gestionar los recursos humanos de la Conselleria, con el fin de alcanzar los objetivos asistenciales, dotarse de los instrumentos necesarios para hacerlo y ocuparse por avanzar en la mejora de las condiciones de sus trabajadoras y trabajadores.
Según Ana Barceló, "uno los objetivos más destacados del plan es la adaptación de la disponibilidad de recursos humanos a las necesidades asistenciales de la población de la Comunitat".
Barceló ha explicado que "el PORH proporciona criterios objetivos de planificación de la plantilla de acuerdo a la estrategia sanitaria". Además, busca homogeneizar las condiciones de prestación de los servicios sanitarios en los distintos territorios, atendiendo, no obstante, a sus características específicas.
En lo que respecta a la plantilla, la consellera ha afirmado que el plan tiene como finalidad "la mejora de la calidad del empleo, de manera que se potencie la reducción de la temporalidad del personal gestionado por la Conselleria", según lo acordado en el Pacto de Legislatura firmado con todos los sindicatos integrantes de la Mesa Sectorial de Sanidad.
También se pretende garantizar la actualización de las plantillas y su renovación, así como asegurar la formación constante de los y las profesionales que trabajan en el Sistema Valenciano de Salud en las competencias y capacidades de su área, por medio de programas de capacitación.
A la hora de gestionar las solicitudes de prolongación de la jubilación, la conselleria pretende compaginará tres propósitos. En primer lugar, el rejuvenecimiento de la plantilla, lo que implica que solo se exceptuarán las situaciones de las categorías profesionales en las que los datos avalen esa decisión. En segundo lugar, se tratará de evitar el impacto asistencial de la pérdida de conocimiento experto. Y finalmente, garantizar que, en aquellas categorías con tasas de empleo más elevadas, no se produzcan problemas de oferta de profesionales.
Para ello, se utilizarán indicadores como la situación de las bolsas de empleo o la oferta de profesionales en el mercado de trabajo a través de estadísticas nacionales.