VALÈNCIA. La consellera de Sanidad, Ana Barceló, volvió este lunes a la escena pública con una reunión con el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, que dejaba atrás los problemas de salud atravesados por la máxima responsable autonómica.
No obstante, la ausencia de Barceló ha servido también para evidenciar que no existe al parecer otra portavoz válida en el departamento para transmitir la gestión del Botànic en este área. O al menos, así lo ha demostrado la comunicación realizada en este mes de ausencia desde que, a principios de febrero, se hiciera público su ingreso en un hospital de Elda por un problema de piedras en la vesícula.
De hecho, en las más de 60 notas de prensa emitidas desde que se conociera la noticia el 7 de febrero, sólo en tres de ellas han aparecido declaraciones de altos cargos. Dos en el caso de la secretaria autonómica de Salud Pública, Isaura Navarro, de Compromís, y una referida al directror general de Alta Tecnología e Infraestructura, Jaime Peris, del PSPV.
El resto de altos cargos, incluida la otra secretaria autonómica Concha Andrés, en este caso también socialista, ha pasado desapercibidos en este espacio de tiempo donde tampoco ha tenido lugar una sola rueda de prensa en ausencia de la consellera.
Eso sí, se produjo una convocatoria a medios de comunicación con motivo de la reunión de la Mesa Interdepartametal contra la covid-19 en la que compareció el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, en compañía de la citada secretaria autonómica Isaura Navarro para explicar las nuevas medidas sanitarias relacionadas con la pandemia.
No obstante, ese fue un oasis dentro de una relación tóxica entre PSPV y Compromís que se ha atravesado durante toda la legislatura. La consellera regresa ahora a la primera línea dentro de una convivencia complicada en el llamado 'mestizaje' del Botànic: la relación de la dirigente socialista con el sector poblado por Compromís que habita en el área de Salud Pública no es buena, y su ausencia no ha hecho sino destacar que no hay ninguna disposición de la consellera y su entorno a ceder ni un milímetro de protagonismo a las enemigas íntimas que figuran en el segundo escalón del Consell ni tampoco a los compañeros o compañeras del PSPV.
El sindicato rechaza participar ahora en movilizaciones sindicales ya que cree que "no es el momento"