SANTANDER (EP). La presidenta de Banco Santander, Ana Botín, ha presentado este viernes a los accionistas de la entidad la nueva imagen corporativa del banco para adaptarse al nuevo entorno digital, que mantiene la esencia de la marca, como el nombre, la llama y el rojo, pero evoluciona con una nueva tipografía.
Según Botín, la nueva marca es "moderna y digital", mejora en un 20% la visibilidad del logotipo en los nuevos formatos digitales y conecta "mucho mejor" con las nuevas generaciones.
Además, Botín ha subrayado que el nuevo patrocinio de la Champions League será "clave" para la expansión global de la nueva marca.
La renovación de la imagen, realizada por Interbrand, supone una "evolución, pero no una revolución" y forma parte del objetivo de Santander de alcanzar los 30 millones de clientes digitales en 2018.
El cambio hacia la nueva imagen del grupo será "progresivo" y se iniciará en el ámbito digital -webs, aplicaciones móviles, redes sociales y cajeros--, comunicación y publicidad, para después extenderse a otros soportes como sucursales, material de oficina y otros activos físicos.
La llama, que se mantiene en la nueva marca a pesar de una ligera actualización, forma parte del logotipo de Banco Santander desde 1986. Evoca el descubrimiento del fuego como símbolo de progreso y representa pasión y cercanía.
"La marca Santander es una de las grandes fortalezas de nuestro banco, reconocida internacionalmente por la confianza y la credibilidad que transmite. Tenemos que cambiar e innovar. La marca debe evolucionar para acompañar nuestra transformación, hacerla más visible y transmitir mejor nuestra cultura", ha apuntado Botín.
La presidenta del banco, además, ha agregado que por primera vez, el grupo contará con una marca unificada en todos las geografías donde tiene presencia.
El consejo de administración de Banco Santander propondrá incrementar un 4,5% el dividendo con cargo a los resultados de 2018, hasta los 0,23 euros por acción, mientras que el correspondiente al ejercicio 2019 se abonará íntegramente en efectivo, según ha anunciado este viernes la presidenta, Ana Botín, a los accionistas de la entidad.
El dividendo correspondiente a 2018 se abonará en cuatro pagos, tres en efectivo de 0,065 euros por acción y otro de 0,035 euros correspondiente al programa de dividendo flexible de la entidad, que permite a los accionistas recibir el dividendo en acciones.
De cara a 2019, la intención del máximo órgano de gobierno de Santander es abonar el dividendo íntegramente en efectivo en dos pagos, uno a cuenta en noviembre y otro complementario en mayo del año siguiente.
Según la presidenta de Santander, esta nueva estructura de pagos "no supone una reducción de la remuneración total para el accionista respecto a la modalidad de pago anterior". Además, el nuevo esquema de pagos es más eficiente, al reducirse los costes operativos.
En relación a la adquisición de Banco Popular, Botín ha comentado que permitió la "vuelta a la normalidad operativa" de este banco tras una importante fuga de depósitos, "sin afectar a la estabilidad del sistema financiero y sin utilizar ayudas públicas".
"Seguimos trabajando en la integración, que avanza según lo esperado", ha agregado la presidenta del banco cántabro, que ha indicado que la operación ha resultado ser "muy buena" para todos los accionistas, para el conjunto del sistema bancario español y europeo y para la sociedad en general.
Botín, además, ha reiterado que el objetivo del banco tras la compra de Popular, que ha permitido a la entidad recuperar el liderazgo en España, es "no perder un solo cliente".