VALÈNCIA. (EP). Banco Santander y sindicatos han firmado este miércoles un protocolo de empleo, denominado Protocolo de Fusión, a través del que la empresa renuncia de forma expresa a la toma de medidas traumáticas en futuros procesos de reorganización del Banco por la absorción del Popular.
Según han comunicado fuentes sindicales, este documento recoge que la compañía primará, en futuras reorganizaciones previstas, los procesos voluntarios y las bajas "vegetativas", todo ello "desde un escenario de igualdad y de no discriminación" de las carreras profesionales de las personas sin tener en cuenta el banco de procedencia.
Asimismo, el banco se compromete a no recurrir a los artículos de movilidad geográfica, modificaciones sustanciales de condiciones de trabajo y despido colectivo del Estatuto de los Trabajadores sin previo proceso de diálogo y participación sindical en búsqueda de soluciones consensuadas para adoptar "medidas no traumáticas".
Según comunicó CC.OO., el protocolo contempla los principios básicos del marco de relaciones laborales una vez completada la integración de las empresas procedentes del Popular el pasado mes de septiembre.
El sindicato indicó que el acuerdo, sellado en la tercera reunión celebrada desde que desapareciera legalmente el Popular (28 de septiembre), complementa el acuerdo de homologación sellado por la organización sindical en junio y que recogía la unificación de las condiciones laborales de la plantilla resultante de dicho proceso.
El texto, según CC.OO., fija el principio de la negociación y el diálogo en las materias relacionadas con el empleo que puedan generarse en el proceso de integración que continuará durante el año que viene, "limitando a la empresa el recurso a medidas de carácter unilateral y concretando lo recogido en el vigente convenio colectivo de la banca".
La organización sindical explicó que la firma de este protocolo supone "la mejor vía" para garantizar la tranquilidad de las plantillas y el marco de relaciones laborales de la entidad resultante y que da respuesta a la situación de las personas que conformaban la representación sindical en Banco Popular, "prorrogando su actual crédito sindical" hasta la celebración del próximo proceso electoral, en febrero de 2019.
"Este protocolo debe contribuir a tranquilizar los ánimos y rebajar las presiones allí donde se esté recurriendo a la amenaza de las consecuencias de un posible ERE en el caso de no alcanzar los objetivos", aseguraron desde el sindicato.
Por su parte, UGT ha valorado positivamente el esfuerzo realizado por las partes para alcanzar "un acuerdo que posibilita el diálogo y la búsqueda de soluciones alternativas" en el caso de que se quisieran plantear medidas de reorganización del empleo como consecuencia de la fusión de ambas entidades.
"Este protocolo que firmamos nos permite hacer una defensa del empleo y evitar que la empresa pueda recurrir al artículo 41 del estatuto de los trabajadores, que tal y como quedó su redacción después de la reforma laboral, confiere a la empresa poder suficiente para realizar modificaciones sustanciales de condiciones de trabajo de forma unilateral", ha destacado UGT.
Banco Santander y los representantes sindicales cerraron el pasado mes de junio un acuerdo para homologar las condiciones laborales de la plantilla de Popular y Pastor con las de los trabajadores de la entidad bancaria cántabra. Aunque la relación entre sindicatos y banco es constante, las reuniones relativas a la fusión no se reanudarán previsiblemente hasta el próximo año, cuando Santander aclare qué tipo de reestructuración pretende de llevar a cabo y cómo.