De ruta galovinosa

Santé et vin 

Hoy es viernes de viajar a la Francia que nos encanta. Con todo el estilazo, porque lo valemos, pero a precios moderados para ser galos. 

| 14/04/2023 | 3 min, 24 seg

Vamos desde nuestros madriles, norte arriba para cruzar fronteras que no lo son. Sin ton ni son por carreteras rectas o reviradas, pero todas bien indicadas con el fin de llevarnos a los destinos requeridos. De oeste a este y de sur a norte con una cohorte de productores de los que lo hacen bonito. En parajes que van del verde más frondoso a la austeridad contenida. Con suelos ricos y pobres, que en todos los casos dan lo que tienen para reflejar su personalidad. Lo único que se convierte en momentos de brindar con los amigos y sin complicaciones, tan solo buscando diversiones. Emociones sencillas que empiezan en Burdeos con el Cadillac Côtes de Bordeaux 2014 (Château La Bertrande). Bólido en pequeñito que corre ligero de equipaje. Bayitas que crecen entre la hierba sin que el neumático más gordote pueda chafarla. Porque es de los que no tienen tacha, aunque se pierda al llegar a la capital del universo para encontrarse al pedir una de callos, que nos gusta el mestizaje.

El Cuvee 10e Anniversaire Cairanne 2015 (Domaine Boutinot) es Côtes du Rhône a base de grenache noir, syrah y mourvèdre. Colorido por lo granate nos lo echamos al gaznate comprobando que muestra satisfacción. Seda que enjuaga los jugos que pensamos que son juegos. Gustosismo de ser uno mismo evitando cualquier postureo. Puro recreo con algo de cuchareo y me pones otro cazo de lentejas con chorizo.

Seguimos con el vicio en forma de Crémant de Bourgogne Brut N.V. (Domaine Jacqueson). La brisa subidos a descapotable que raudo va a su destino. Gurbujismo rollizo debido a cierto tono golosón de los que hacen afición. Volumen de carácter incierto que sospechamos es luz reverberado en piedros de blancura infinita. Cosquilleo que chisporrotea en centellitas que piden para esta boquita unas gildas ricas, ricas. 

Juventud burbujeante y palante

Continuamos de espumosos con el Atmosphères Jo Landron (Landron). Folle blanche, chardonnay y un poco de pinot noir en mezcla que ofrece bollitos recién horneados en panadería que deseamos boulangerie. Carbónico chicato y crujiente que hace nuestras delicias en forma de caricias. Sequedad que no es secante cuando te pones el vestido de tirantes dispuesta a camelar y rematar la jugada con una pasta carbonara.

El Guy & Yvan Dufouleur Blanc Bourgogne 2018 (Guy & Yvan Dufouleur) despliega juventud atemperada para que mantenga la talla. Soplo de aire renovador que rebufa como potrillo sobre el piso. Trotecito entre limoneros robustos al tiempo que vaporosos. Entonces nos coge de la mano para enseñarnos atardeceres primorosos de pimpollos nada cursis. Y sí, le decimos te quiero con una sinceridad que no tiene miedo, aunque tenga por delante unos caracoles con bien de salseo.  

La Fleur Solitaire 2021 (Boutinot) nos acompaña para que jamás nos sintamos solos. Arco que se estira en intención de Cupido. Flechas voladoras que dan en la diana como les da la gana. Ganas de ir por la dirección correcta y lo más directa posible. Lo mineral, así tal cual. Las pupilas que van creciendo hasta comérselo todo con miradas que serán eternidad con la prosperidad en forma de un pollito de domingo.  

Cerramos el periplo en el Jura con el Domaine Rolet Arbois 2016 (Domaine Rolet). Pose de gala que abre telones de seda ligera. Espectáculo de variedades que, aunque sólo sea una, aúna distracción y algarabía. Mineral de rocas profundas y su fruta lejana y sutil. Uno de esos de los de desaparecer en un plis plás, porque es de trago largo, cortita y al pie. Y así se evapora imprudente mientras le hincamos el diente a una quiche de espinacas. Un final lleno de salud y buenos deseos. Los que les deseamos a nuestros lectores gonitos, guapos.

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