VALENCIA. Apenas hace diez días que BNY Mellon Investment Management (BNY Mellon IM) aumentaba -más- su confianza sobre Sasha Evers, director general para España, Portugal y Andorra, al nombrarlo también responsable del negocio en Latinoamérica. La mayor gestora multiboutique del mundo tiene claro que Evers es uno de sus principales hombres de confianza en todo el mundo.
El negocio en Iberia de BNY Mellon IM se ha disparado por encima de los 3.700 millones de euros desde que Evers fuera nombrado responsable, quien sigue trabajando desde su oficina madrileña aunque con los habituales viajes. Precisamente entre vuelo y vuelo este diario habló con el para conocer sus impresiones sobre la marcha de los mercados, la economía española y otros factores que, sin duda, condicionaran la evolución de los activos financieros durante este año.
Evers, que tiene claro que el mercado latinoamericano "ofrece una capacidad de crecimiento interesante para nuestro negocio", analiza con su habitual amabilidad a continuación las cuestiones planteadas por este diario de cara a un ejercicio que se antoja complicado a ambos lados del charco.
-¿Cómo se presenta 2017 para BNY Mellon IM?
-Es probable que 2017 sea un año de volatilidad en los mercados financieros. Esperamos seguir experimentando altibajos porque el ciclo económico está en una fase más madura y las valoraciones de muchas clases de activos están más extendidas. En términos relativos, las acciones resultan más atractivas que la renta fija tradicional pero, a diferencia de algunos de nuestros competidores, no esperamos que se produzca el tan cacareado mercado bajista en bonos.
-¿Cuál es su visión de cara a lo que puede dar de sí este año desde el punto de vista bursátil?
-Al igual que en 2016, esperamos ver episodios de apetito por el riesgo y de aversión al riesgo. El sentimiento en renta variable estará vinculado al éxito o el fracaso de las políticas para fomentar el crecimiento que ponga en marcha Trump. El gasto en infraestructuras y las rebajas del impuesto de sociedades y del de la renta de las personas físicas podrían estimular el crecimiento de EE UU y contribuir al crecimiento mundial. Pero estas medidas tardarán en dejarse sentir en la economía estadounidense y en la mundial, suponiendo que Trump consiga que el Congreso y el Senado aprueben su programa económico. Por otro lado, las medidas proteccionistas que propone podrían tener el efecto contrario y lastrar el crecimiento mundial.
-¿Qué activos de inversión ve mejor colocados para este ejercicio?
-Algunos de los sectores que peor se comportaron en el cuarto trimestre de 2016 podrían dar sorpresas positivas en la primera mitad de 2017. Nosotros volveríamos a invertir en sectores defensivos como el sanitario, el de las empresas de servicios públicos (utilities) y el de las telecomunicaciones, que desde la victoria electoral de Trump se han comportado mucho peor que otros sectores más cíclicos. No creemos que Trump tenga una varita mágica con la que solucionar los problemas a los que se enfrentan la economía estadounidense y el resto del mundo desarrollado, ya que en su mayoría se trata de cuestiones de naturaleza estructural (principalmente, sobreendeudamiento y envejecimiento de la población). En un mundo de lento crecimiento y escasa inflación estructurales, es probable que los valores defensivos que reparten dividendos elevados se comporten bien al medio y largo plazo. En este sentido, el BNY Mellon Global Equity Income Fund podría ser una solución para quienes desean invertir en grandes capitalizadas poco endeudadas y que reparten dividendos elevados.
-Mientras la inflación se mantenga por debajo del objetivo del 2%, el BCE se tomará con calma la retirada de los estímulos. Y no esperamos alcanzar ese objetivo del 2% en el futuro próximo. Las rentabilidades de los bonos gubernamentales de los principales países europeos (core) están en niveles anormalmente bajos, por lo que cualquier recorte de los estímulos del BCE podría traducirse en unas 'tires' más altas en esa parte del mercado. Pero no esperamos movimientos significativos en las rentabilidades de estos bonos.
-¿Cómo ve la situación económica española una vez que por fin Rajoy logró ser investido presidente?
-Obviamente tener gobierno resulta positivo para España aunque se trate de un gobierno en minoría. España es una de las economías de la UE que más crece pero para mantener esta dinámica tendrá que acometer nuevas reformas económicas y esto resultará difícil porque el partido en el gobierno no cuenta con una mayoría.
-¿Atisba sorpresas negativas en esta nueva campaña de resultados?
-Las empresas estadounidenses lo tienen difícil para aumentar sus beneficios. La inflación salarial está acelerándose y, si las empresas les suben el sueldo a sus empleados, los márgenes de beneficios se verán afectados. Además, los beneficios corporativos ya están en niveles muy altos, por lo que lo normal sería que al medio plazo fuesen cayendo desde esos máximos históricos.
-¿Y en Europa?
-En Europa vemos más margen de mejora, ya que la presión sobre los costes salariales es menor y los beneficios no han alcanzado los niveles de EE UU.
-¿Teme un recrudecimiento de la inestabilidad en los mercados conforme se acerque la fecha de la salida oficial del Reino Unido de la UE?
-Aún falta mucho para que el Reino Unido abandone la Unión Europea. Theresa May ha anunciado que activará el artículo 50 a finales de marzo de este año. A partir de ese momento, se abrirá un periodo de dos años para llevar a cabo las negociaciones. Dos años es mucho tiempo en política, por lo que es difícil predecir cómo acabará siendo la salida negociada. Es indudable que la incertidumbre relativa al Brexit provocará volatilidad en los mercados financieros durante el periodo de negociación entre el Reino Unido y la Comunidad Europea.
-¿Sigue siendo un gran riesgo la desaceleración de la economía china para la economía mundial?
-China está reorientando su economía hacia el crecimiento interno e intentando reducir su dependencia de las exportaciones. Es probable que este cambio de modelo económico provoque episodios de volatilidad. Aunque no esperamos que el crecimiento chino caiga por debajo del 6% en 2017, el país está acumulando desequilibrios a medio plazo, principalmente relacionados con el sobreendeudamiento que registran algunas partes de su mercado inmobiliario.