Uno de los ejercicios que suelo realizar todas las semanas es repasar los principales datos y múltiplos de los diferentes sectoriales, en los que se organizan los mercados de acciones europeos.
Se trata de una tarea muy útil porque, entre otras cosas, permite ver el potencial que tienen ciertos grupos de empresas y fijar la atención en ellos.
Y de su análisis periódico concluimos que hay dos sectores que presentan múltiplos realmente bajos, en comparación con el promedio y con el resto: Bancos y Automóvil.
De los bancos no les voy a hablar porque suelo hacerlo con bastante frecuencia en mis intervenciones en medios. Aquellos de ustedes que me siguen saben que me vienen gustando desde hace tiempo, incluso desde antes de iniciarse el proceso de subida de tipos de interés de referencia por parte de los bancos centrales y que incluso ahora, que acumulan una importante subida de sus cotizaciones, creo que pueden seguir teniendo algo de recorrido tanto en cuanto los tipos de interés permanezcan en el actual entorno y mientras la mora permanezca (como está hasta ahora) controlada.
Sí que voy a hacerlo del sector automóvil, que cotiza a un PER de 7x frente a un PER del EuroStoxx50 de 15x. A pesar de lo baratas que aparentan estar estas compañías, sus acciones terminaron la sesión del 30 de abril con caídas significativas: Stellantis se dejaba un 10%, Renault un 5,50%, Mercedes un 5,15% y Volkswagen un 4,64%.
Y es que el sector no está pasando por buenos momentos y el mercado de automóviles nuevos de Europa ha tenido problemas en los primeros tres meses del año. Es verdad que la inflación y los tipos de interés elevados no han ayudado, pero también es verdad que con la necesidad de poner en marcha nuevos modelos (se insiste en la electrificación del parque móvil europeo) y con unos costes más elevados, se enfrentan a una caída mayor de la demanda ya que, en muchos casos, los potenciales clientes de estos nuevos modelos no se los pueden permitir.
En marzo de 2024 se matricularon en Europa 1.377.541 unidades, lo que supone una disminución del 2,7% sobre el mismo mes de 2023. La caída ha sido generalizada y tanto fabricantes de modelos generalistas, como fabricantes de modelos de gama alta lo han sufrido en sus carnes. Puesto que la mayoría han mantenido sus precios estables, la caída en términos monetarios ha sido importante.
Mercedes-Benz ha reportado una caída del 30% en los beneficios del primer trimestre, al tiempo que sus ingresos caen un 4,39%. Volkswagen registró una caída del 22,5% en los beneficios y de un 1% en los ingresos y Stellantis (no publica resultados hasta el segundo trimestre) dijo que sus ingresos cayeron un 12% en este periodo.
Ya sabemos que la guerra de precios con los modelos fabricados en China está castigando a los fabricantes occidentales, que no pueden competir en márgenes con los modelos fabricados en el gigante amarillo, pero esta vez las marcas chinas también han pinchado en Europa, mostrando un crecimiento desacelerado en marzo, ya que las matriculaciones de automóviles fabricados por éstas fueron de 33.000 unidades, con un aumento de apenas un 0,7% con respecto a las cifras de marzo de 2023.
Desde hace unos años la apuesta por el coche eléctrico se ha visto soportada por los principales gobiernos occidentales, pero viendo las cifras del último trimestre, cabe afirmar que este tipo de vehículos sufren especialmente este enfriamiento del mercado.
Y es que la venta de vehículos eléctricos se enfrenta a varios desafíos importantes:
Así que con este panorama se ha visto un resurgir de los híbridos no enchufables, por resultar en algunos casos más económicos incluso que los gasolina, e incluso un aumento de interés de los potenciales compradores en los denostados diésel, lo que está provocando muchas dudas entre los fabricantes, que ven como vehículos de segmentos bajos/medios lideran las ventas (el Dacia Sandero fue el modelo más vendido en el primer trimestre de 2024, siendo otros éxitos de ventas el Renault Clio, el Ford Puma o el Toyota Yaris), precisamente modelos en los que los fabricantes obtienen pocos márgenes.
¿Esto quiere decir que los inversores deban de olvidarse del sector? Pues a juzgar por lo que podemos ver en los principales consensus de mercado, no parece que los analistas especializados en este tipo de valores piensen eso.
Por ejemplo, en el caso de Volkswagen, de los 23 analistas que siguen al valor, 13 recomiendan "comprar" y 8 "mantener", fijando un precio medio objetivo a un año de 146,55 euros por acción.
Para Mercedes no es muy diferente el diagnóstico: de los 22 analistas que siguen al valor, 15 recomiendan "comprar" y 5 "mantener", fijando un precio medio objetivo a un año de 87,40 euros por acción.
Las acciones de Stellantis también están bastante recomendadas: de los 29 analistas especialistas, 17 recomiendan "comprar" y 11 "mantener", con un precio medio objetivo a un año de 27,25 euros por acción.
Y lo mismo ocurre con las de Renault: de los 20 analistas que lo siguen, 15 dan recomendación de "comprar" y 4 de "mantener”, estableciendo un precio medio objetivo a un año de 56,82 euros por acción.
PD: Recuerden que este artículo no supone ningún tipo de recomendación de inversión y que son sus lectores los responsables de sacar sus propias conclusiones al respecto.
Opinión emitida por Antonio Castelo, analista de iBroker Global Markets SV SA, entidad regulada por la Comisión Nacional del Mercado de Valores en el día 1 de mayo de 2024 a las 12:00 horas.
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