Hoy es 7 de octubre
El temor a un conflicto extendido en Oriente Medio tendría implicaciones muy relevantes para el precio del llamado 'oro negro', según explica el analista
MADRID. Abundando en lo argumentado en nuestro artículo de la semana pasada con los bruscos cambios de dirección que se producen en los mercados financieros, nos encontramos de nuevo con un protagonista al que ya le hemos dedicado tiempo en semanas anteriores y no hace muchas: el petróleo. Precisamente uno de los grandes argumentos que se ha cotizado en los mercados financieros -durante el excelente mes de noviembre que se ha disfrutado- ha sido la expectativa de que la guerra en Gaza no se fuera a extender a otras regiones de la zona, con el alivio que eso ha supuesto.
El temor a un conflicto extendido en Oriente Medio tendría implicaciones muy relevantes para el precio del crudo, siendo la posible entrada de Irán en el conflicto el mayor temor para los inversores. Dicho miedo hizo parte del trabajo a la OPEP+, que quiere disfrutar de precios de crudo altos mientras sea posible. Sin embargo, tanto la referencia europea Brent como la americana WTI han caído durante cuatro semanas consecutivas. Y con ello debilitándose más los precios la pasada semana ante la creciente preocupación por las perspectivas de la demanda, pero también por el menor tono de las acciones bélicas e incluso por el anuncio de una tregua en la zona.
Todo ello ha llevado al precio del crudo a retroceder de forma relevante. Hasta el punto de perder en algunos momentos la cota de los 80 dólares/barril la referencia Brent, especialmente después de conocerse que la OPEP+ retrasaba su reunión ministerial hasta el 30 de noviembre desde el 26 de noviembre como estaba previsto. Desde la OPEP+ no se han dado razones concretas, pero agencias de noticias como Bloomberg han señalado que Arabia Saudita había expresado su descontento con otros miembros del cártel sobre sus cifras de producción. También se especula con la resistencia de algunos países productores africanos, para volver a reducir las cuotas de producción. Por lo tanto, ahora el precio del petróleo pone el foco de nuevo en la OPEP+ y en las decisiones que puedan tomar los países productores respecto a la oferta de crudo.
En los últimos tiempos, los miembros de la OPEP tenían problemas para conseguir cubrir sus cuotas de producción por distintos motivos. A ello nos hemos referido en diversas ocasiones: conflictos bélicos propios y la falta de mantenimiento en los medios de producción han sido los principales. Las amenazas de crisis económica y la economía verde incentivaron a la OPEP+ a mantener sus precios elevados por más tiempo, con recortes de la producción del grupo y posteriores recortes voluntarios de Arabia Saudí.
La expectativa actual -de cara a la reunión del día 30 de noviembre- es que Arabia Saudí prorrogue como mínimo su recorte voluntario de producción de un millón de barriles diarios al menos hasta la primavera. Este descenso se introdujo por primera vez este año y en principio iba a durar un mes, pero se ha ido demorando para el conjunto del año. De este modo, la producción de Arabia ha pasado de los 12 millones de barriles diarios a los 9 millones de su capacidad.
Pero es que los precios del Brent se han colocado por debajo incluso de los niveles previos al anuncio de los recortes voluntarios de producción de Arabia Saudí en primavera; mientras las expectativas económicas no permiten ser muy optimista con su evolución. De ahí que la principal apuesta es que se prorrogarán los recortes de producción e incluso se especula con el anuncio de un nuevo recorte. Por el lado de la oferta, la OPEP+ se enfrenta a algunas novedades, como que Iraq está superando su objetivo de producción y podría aportar aún más si llega pronto a un acuerdo para reabrir su oleoducto kurdo de exportación, y las exportaciones de Irán también han aumentado.
También se especula que la OPEP+ podría enviar un manifiesto de descontento respecto a la participación de EE UU en la guerra de Gaza. Esto podría elevar la tensión del conflicto y podría tener algún tipo de impacto sobre el precio. Arabia Saudí se está moviendo para situarse como líder de los países musulmanes y, entre otros movimientos, a principios de mes organizó una cumbre sobre Gaza con otros países, acusando a Israel de crímenes de guerra. El papel político que quiere adoptar Arabia probablemente se verá reflejado en la próxima reunión.
También hay que señalar, según manifestó recientemente el director de la División de Mercados e Industria del petróleo de la AIE, que incluso si los países de la OPEP+ prolongan sus recortes hasta el próximo año el mercado mundial del petróleo registrará un ligero excedente de oferta en 2024. Con todo hay que decir que el alivio en los precios por el retraso de la reunión de la OPEP+ puede no ser duradero, en especial si acaba sirviendo para facilitar una nueva reducción de cuotas de producción.
El conflicto entre Israel y Hamás es suficientemente complejo como para no terminar de descartar que lo que Israel ha anunciado que será una guerra larga termine teniendo derivadas que impliquen al precio del crudo. No obstante, al menos en el corto plazo parece que la guerra podría continuar contenida, y la tregua de cuatro días anunciada para intercambio de rehenes y envío de ayuda humanitaria rebajará en el corto plazo los ánimos en la región.
Antonio Castelo es analista de iBroker