MADRID (EFECOM). Las negociaciones para evitar una huelga en los aeropuertos entre el Gobierno y los trabajadores de Aena y Enaire, empresas de gestión de la navegación aérea participadas mayoritariamente por el Estado, encara esta semana su recta final y a una velocidad que invita al optimismo.
Tras la mesa negociadora reabierta en el Ministerio de Fomento el pasado martes y las posteriores reuniones técnicas entre las empresas y los sindicatos UGT, CCOO y USO, se han producido "notables avances", ha comentado a Efe una fuente sindical protagonista directa en la negociación.
La fuente ha resumido que la posibilidad de sellar esta semana un acuerdo entre las partes "pinta bien", como consecuencia de la última intervención del secretario de Estado de Infraestructuras, Julio Gómez-Pomar.
La parte sindical cree que el acuerdo está muy próximo, aunque han admitido a Efe que aún "faltan unos flecos" por concretar en la negociación y que se abordarán esta próxima semana, desde el mismo lunes.
El martes y a petición sindical, Gómez-Pomar recibió en el ministerio a los representantes de los trabajadores, al presidente de Aena, José Manuel Vargas, y al director general de Enaire, Ángel Luis Arias.
En esa reunión, el secretario de Estado adelantó la evolución desde Fomento y Hacienda sobre las dos materias discordantes: la petición sindical de más de 600 nuevos puestos de trabajo para Enaire y Aena, más allá de la tasa de reposición, y la recuperación del poder adquisitivo de los trabajadores en los últimos años, calculada en torno al 8 %.
El acuerdo entre las empresas, Enaire y Aena, y los sindicatos ya carece de fisuras. Las partes dejaron cerrado el acuerdo para prorrogar el convenio colectivo.
Falta por cerrar por parte del Gobierno la fórmula para que los incrementos de plantilla y salarios encajen en las cuentas del Ministerio de Hacienda, sin que se produzca por ello un efecto dominó en otras empresas públicas y bajo el paraguas del resultado de negocio de Aena.
Los sindicatos llevan meses planteando sus reivindicaciones y amenazando con parar la actividad en los aeropuertos. Alegan que sean también los trabajadores los que se beneficien de la buena marcha de la empresa, algo que ha permitido reducir las tarifas aeroportuarias y una importante revalorización bursátil de Aena.
Los trabajadores de Aena y Enaire acordaron postergar en varias ocasiones la convocatoria de huelga en los aeropuertos. En el último de los aplazamientos, pusieron como condición sellar el acuerdo en un documento y antes del final de septiembre.
Aunque las posturas entre el Gobierno, Enaire, Aena y los trabajadores están solo a milímetros de distancia, un último traspié en la mesa negociadora resucitaría al fantasma de un "otoño caliente" en los aeropuertos para finales de octubre.