El director de Riesgos de Ebury destaca que la atención durante los próximos días se dirigirá hacia las divisas de los mercados emergentes
MADRID. El principal evento de la semana pasada no decepcionó. La publicación de las actas de la reunión del BCE de diciembre mostró que el consejo de gobierno se inclina por terminar las compras mensuales de bonos soberanos, cuando la actual extensión de la misma finalice en septiembre de este año. La noticia de que Alemania estaba cerca de un acuerdo de gran coalición acabó de darle combustible al rally del euro, que a su vez impulsó al alza a todas las monedas europeas.
La acción esta semana debería centrarse en las monedas de los mercados emergentes. El jueves tendremos un inusual número de reuniones de bancos centrales: el Banco Central de Turquía, la Junta de Reserva de Sudáfrica, el Banco de Corea y el Banco de Indonesia. Sin embargo, para las monedas del G10 debería ser una semana relativamente tranquila.
Las actas del BCE de su reunión de diciembre revelaron una creciente confianza en las perspectivas económicas de la zona euro. Más cuestionablemente, afirmaron que “en última instancia, la mayor holgura debería llevar a presiones salariales y precios al alza”. Esto aún no se ha visto en las cifras clave de la inflación subyacente, que excluyen la energía volátil y los alimentos. Estas permanecen estancadas por debajo del 1% en diciembre, sin mostrar señales de que el entorno económico positivo esté generando presiones salariales o de precios. Sin embargo, los mercados reflejaron el comienzo de las nuevas alzas del BCE adelantándolas en 2018 e impulsando la moneda común a un nuevo máximo de tres años.
La libra logró mantenerse al ritmo del repunte del euro frente al dólar estadounidense. Las buenas noticias de las ventas tanto de fabricación como de ventas al por menor aliviaron las preocupaciones sobre cualquier debilitamiento de la economía británica y llevaron al Banco de Inglaterra al centro de todas las miradas. Las noticias de que España y Holanda estaban presionando por un Brexit flexible en las negociaciones también impulsaron a la libra. El martes recibiremos el crítico informe de inflación de diciembre. Una sorpresa alcista obligaría al mercado a rebajar aún más las expectativas de subida.
Hubo algunas sorpresas económicas bastante fuertes fuera de EEUU la semana pasada. Las ventas minoristas continúan creciendo a una tasa anualizada muy saludable del 6%. Más importante aún, es el hecho de que está empezando a parecer que el apretado mercado laboral finalmente está comenzando a hacer subir la inflación, ya que la tasa subyacente aumentó en diciembre a una tasa anualizada de 1,8%, no lejos del objetivo de la Reserva Federal. El mercado optó por pasar por alto estos desarrollos alcistas y el dólar luchó cuando el mercado se centró en las actas del BCE. Sin embargo, ahora esperamos cuatro aumentos de los tipos de interés de la Reserva Federal frente a ninguno del BCE. Debido al diferencial a corto plazo, es dificil ver cómo el euro puede seguir su rally, particularmente dado los posicionamientos extraordinariamente extendidos entre los inversores, que son abrumadoramente largos para la moneda.
Enrique Díaz-Álvarez es director de Riesgos de Ebury