Los mercados financieros estarán muy pendientes esta semana a la conferencia del Partido Conservador en Reino Unido y a la política italiana
MADRID. La escalada del dólar a lo largo de la pasada semana se produjo en circunstancias algo inusuales. La inflación no se extendió a la zona euro y las noticias sobre los presupuestos italianos derrumbaron la moneda común y arrastraron a todas las monedas europeas. La libra tuvo un rendimiento superior en términos relativos, ya que, parte de la negatividad en torno a las conversaciones en Salzburgo, se relajó. Los mercados emergentes tuvieron una semana mixta, con las monedas latinoamericanas, en general, rebotando fuertemente mientras que las asiáticas continuaron arrastradas por la tensión comercial entre EE UU y China.
Esta semana promete ser volátil debido a que los titulares en torno a la conferencia del Partido Conservador de Reino Unido competirán con los referentes a la política italiana para conducir al euro y a la libra. La semana estará también marcada por el informe mensual de nóminas de EE UU, que se conocerá el viernes.
La noticia de que el presupuesto italiano del gobierno populista alcanzaría el 2,4% del PIB anual durante los próximos tres años, considerablemente más alto que los objetivos previamente acordados con la Comisión Europea, llevó al euro a caminar con el pie izquierdo durante toda la semana. Las noticias de inflación no ayudaron y pusieron en duda el optimismo de Draghi en cuanto a que esta medida esté en camino de alcanzar los objetivos del BCE a medio plazo. Si bien las noticias principales fueron, en su mayoría, como se esperaba, el indicador central más importante, que excluye los volátiles componentes de alimentos y energía, cayó por debajo del 1% nuevamente. Nuestra llamada a nuevas alzas por parte del BCE en el tercer trimestre de 2018 depende de un repunte sostenido en este indicador crítico y, hasta ahora, no lo estamos viendo.
La semana pasada defendimos nuestra opinión de que, en los niveles actuales de la libra frente al euro y al dólar, se está cotizando lo que se podría considerar el peor escenario posible y que la mera ausencia de malas noticias conducirá a un mejor rendimiento de la libra. Esta visión se pondrá a prueba, nuevamente, esta semana cuando comience la conferencia del Partido Conservador, con el consiguiente peligro de titulares negativos. Más allá del Brexit, las encuestas de actividad empresarial PMI del miércoles centrarán la atención.
La subida de tipos, ampliamente esperada por la Fed, la semana pasada, se juntó con un análisis relativamente pesimista sobre los tipos de interés a largo plazo y la sugerencia de que dicho análisis ya no ve la política actual como acomodativa, por lo que podríamos estar más cerca del final del ciclo de subidas de lo que la mayoría del mercado piensa. El viernes conoceremos el informe de nóminas de EE UU, el cual, se espera, que se mantenga fuerte aunque, nuevamente, la clave estará en ver si se mantiene la tendencia al alza (tendencia que se intuyó en el informe anterior).
Enrique Díaz-Álvarez es director de Riesgos de Ebury