El dirigente se ha mostrado crítico tras el 20D con la posición de la dirección de los socialistas valencianos
VALENCIA. La posibilidad de que las elecciones generales celebradas el pasado 20 de diciembre tengan una reedición viene incrementándose dadas las dificultades existentes para que las combinaciones políticas confluyan en un pacto de investidura. Unos nuevos comicios obligarían a los partidos a repetir todo el proceso: organización de campaña, renovación de alianzas, confección de listas electorales...
Este último punto puede dar que hablar en las semanas venideras. Si bien en algunas formaciones como el PP consideran que el orden y composición de sus candidaturas no sufrirá cambios o, en todo caso, serán mínimos, los flojos resultados cosechados en el PSPV-PSOE invitan a una mayor reflexión. Al menos es lo que aseguran algunos altos cargos de la formación socialista, quienes subrayan que podrían abordarse cambios en las listas.
En este sentido, uno de los dirigentes que ha captado la atención mediática en los últimos días es el secretario general de la provincia de Valencia, José Luis Ábalos, quien figuró en el número dos de la candidatura por esta circunscripción. Sus manifestaciones públicas en defensa de Pedro Sánchez y con una velada crítica a la dirección del partido en la Comunitat por la proximidad a los postulados estratégicos de Susana Díaz, la lideresa andaluza, no cayeron nada bien en el seno de Blanquerías, concretamente en los círculos más cercanos a Ximo Puig. El jueves, Ábalos no acudió a la Ejecutiva del PSPV, donde algunos miembros de la misma esperaban su aparición.
Con este escenario, y si hay que repetirse los comicios, la futura lista podría no ser un calco de la anterior. De hecho, no se descartan movimientos nacionales, ya no en lo que se refiere a un adelanto del congreso para debatir el liderazgo orgánico de Pedro Sánchez, sino también en las primarias de cara a elegir candidato a la Presidencia del Gobierno. Esta premisa, podría desembocar también en cambios en la candidatura: pese al peso que posee Ábalos, especialmente en la ciudad de Valencia, algunos dirigentes del núcleo duro lermista no descartan meter presión para relegarle.