Series y televisión

EL CABECICUBO DE DOCUS, SERIES Y TV

La época de Harvey Milk: un documental histórico sobre el asesinato de un activista

Uno de los documentales políticos más laureados de la historia pone de manifiesto el peligro mortal de la política estadounidense, un país donde es tan fácil asesinar

Suscríbe al canal de whatsapp

Suscríbete al canal de Whatsapp

Siempre al día de las últimas noticias

Suscríbe nuestro newsletter

Suscríbete nuestro newsletter

Siempre al día de las últimas noticias

VALÈNCIA. La semana pasada volvieron los debates sobre la peor versión conocida de Estados Unidos, la de un país donde es fácil asesinar. Un chaval vio que un activista al que detestaba pasaba por su estado y eso le dio la oportunidad de matarlo, bastó que se le pasase la idea por la cabeza una semana para ejecutar su plan. Armas no faltaban. Ese mismo día, en Colorado, otro chico hacía lo propio en su colegio hiriendo a dos compañeros.

Tanto un suceso como el otro son recurrentes en Estados Unidos. El asesinato político y el mass shooting por motivos diversos. En esta época en la que se sigue el lema de “al derecho por el hecho” en tiempo real, nos encontramos con que cada suceso trata de instrumentalizarse para la causa o, en el mejor de los casos, para alimentar teorías conspirativas. La lista de activistas y políticos asesinados es extensa y no se remonta a décadas atrás, sino a siglos. Hay algo cultura que incluso trasciende la libre circulación de armas, que es innegable que siempre dan ideas y no muy buenas. Y sobre todo, hay un adanismo. Parece como si cada crimen fuese el único, el primero que se ha cometido de esas características.

Casualmente, hace poco llegó a la plataforma filmin un excelente documental, premiado con un Oscar en 1984, sobre uno de los casos más impactantes del siglo pasado: el asesinato del activista gay Harvey Milk. Es el producto audiovisual que tenemos más a mano para ilustrar este fenómeno que está hoy de actualidad, pero que si seguimos las noticias de Estados Unidos con atención, nos lo encontraremos cada pocas semanas.

  • -

La figura de Milk es bien conocida, sobre todo tras la película de Gus Van Sant con Sean Penn de protagonista, que se estrenó en 2008. Sin embargo, siempre tuvo mucho más calado este documental. La película estaba orientada a los festivales y a los premios y a presentar ante las audiencias a un santo o a un mártir. No es que no hubiese aristas, es que todo era muy convencional y aseado para garantizarse una recepción sin aristas por donde quiera que pasara.

En cambio, el documental marcó un hito en el cine de estas características. Conseguía abordar al personaje desde diferentes ópticas. Desde la íntima a la política y la social. Un mosaico contado con gran sobriedad que, con mimbres clásicos, pero cuyo contenido era radical en esas fechas. El rigor que aplicaron en el retrato fue revolucionario y así logró su impactó. Dicho de otro modo: se tomaron en serio a sí mismos.

La historia del personaje es bien conocida. Se presentó al ayuntamiento y de San Francisco y logró salir elegido. Defendía la unidad de los sindicatos –reiterando “y no solo de la cúpula”- con las minorías étnicas y sexuales. Fue el primer candidato abiertamente gay en ser elegido, lo que le situaba “entre hombres blancos heteros, poderosos y ricos” que, por obligación, tendrían que trabajar con él.

Abordó muchos problemas de la ciudad que hoy no nos son ajenos, como el control de los alquileres, el transporte público o la situación de la tercera edad. Una de sus medidas más famosas fue la de obligar a recoger los excrementos de los perros. Pero la ley histórica que sacudió el país fue la que permitiría a la gente admitir públicamente su orientación sexual sin que se les pudiera despedir por esa razón.

En el documental, los que trabajaron junto a Milk en esta ley reconocieron que el contraataque que sufrieron fue “muy inteligente”. Apostaron por los niños y los profesores. Lograron poner el foco en que, según ellos, había más riesgo en que un homosexual abusara de un niño y que por eso no se podía permitir que estuvieran en la enseñanza.

  • -

Sin embargo, sacó la ley adelante. Y ahí empieza lo interesante. Cuando llevaban a Milk subido en lo alto de un coche por la calle para celebrarla, tenían pánico a que le metieran un tiro. Él mismo dijo: "Podría pasar en cualquier lugar en cualquier momento, no pienso preocuparme por eso".

De hecho, consciente de que le podían asesinar en cualquier momento, dejó una grabación diciendo unas palabras para la posteridad. Recibía amenazas de muerte con una frecuencia insoportable. En el documento, entre otras cosas, dejó dicho: “Si una bala entra en mi cerebro, que esa bala destruya las puertas de todos los armarios”.

Cuando finalmente ocurrió el asesinato, todos sus colaboradores dicen la misma frase “sabía que iba a ocurrir”. Le liquidó, junto al alcalde de la ciudad, Dan White, otro cargo del ayuntamiento que no pudo superar que le aceptaran su dimisión. Se había opuesto a toda la línea protagonizada por Milk, se quejaba de que no se debía expresar la sexualidad en público, como ocurría con los desfiles del Orgullo.

En el juicio vino lo mejor. Su defensa se basó en que estaba deprimido porque ingería demasiada comida basura azucarada. Había asesinado a dos hombres a sangre fría, pero el jurado le condenó a 7 años de los que cumplió 5. Se invirtió la carga de la prueba, se dijo que “una buena persona” era incapaz de asesinar a sangre fría, por lo que no se le podían poner cargos de asesinato. Finalmente, fue un homicidio voluntario. Se desataron disturbios por toda la ciudad, con quema de coches de policía, pero manifestantes entrevistados declaran que la verdadera violencia era la que había ejercido el jurado.

Recibe toda la actualidad
Valencia Plaza

Recibe toda la actualidad de Valencia Plaza en tu correo