Series y televisión

'Néro', la serie de Netflix que ha convertido Alicante en la Francia del siglo XVI

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VALÈNCIA. La historia de Néro, una de las últimas series revelación de Netflix (llegó a ser la cuarta más vista en el top mundial proporcionado por la misma plataforma), está ambientada en la Francia de 1504. Pero en realidad, la mayoría de postales que se pueden ver en los ocho capítulos de esta miniserie están en Alicante.

Es una práctica muy habitual en el audiovisual mundial: grabar en España parece estar de moda. En la Comunitat Valenciana, en los últimos años, así lo han hecho Kaos, Star Wars: Andor o The Walking Dead: Daryl Dixon. ¿Por qué se hace? “Todo este tipo de producciones que se están rodando en España buscan optimizar los créditos fiscales. Generalmente tienen previsto rodar en Canarias o en Euskadi, por motivos fiscales; pero obviamente, yo como productor valenciano, lo que más me interesa es traerme la producción a Valencia, Alicante o Castellón”. Son palabras de Antonio Mansilla, productor de Mediterráneo Media, acostumbrado a los proyectos internacionales de grandes presupuestos al que le llegó el encargo de esta serie, Néro.

La trama sigue la la historia de un asesino despiadado y errante, perseguido por la justicia y traicionado, que se encuentra con una hija suya que abandonó sin conocerla. Sus tutores le piden que le ayude a llegar a un lugar donde pueda ser protegida de “las fuerzas malignas”. Tiene algo de western de época, pero mezclado con la intensidad de la acción más contemporánea e incluso toques de humor.

Despliegue de la serie en Alicante

Néro se rodó en pleno verano de 2024. De junio a julio se estuvieron construyendo los decorados en Ciudad de la Luz, y desde el 7 de julio hasta finales de agosto, se rodaron las diferentes secuencias en exteriores en Vall d’Ebo, Tollos, Vall d’Alcalá, Monforte del Cid, Xixona, Crevillent y Montitxelvo. 

“Para este proyecto, contratamos un equipo de localización y empezamos el trabajo con los directores, el showrunner y producción. Estuvimos durante varias semanas localizando en todas partes: en Castilla-La Mancha, en Castilla-León, en Cataluña, en Aragón... viendo sobre todo los castillos. La clave fue cuando empecé a leer el guion y vi que estaban buscando bosques quemados. Les dije: lamentablemente tenemos muchos por Alicante. Toda esa parte es la que grabamos en Vall d’Ebo”, relata Mansilla.

El rodaje de los ocho capítulos se alargó unos 100 días de rodaje, de los cuales 90 se han rodado en España. Y de esos, más de la mitad se ha rodado en la Comunitat Valenciana. La serie está contextualizada en una gran sequía, y los paisajes semidesérticos de Alicante en pleno verano, encajaron a la perfección.

“Yo creo que Alicante se puede identificar bastante en la serie. Sobre todo esos paisajes semidesérticos. Cuando fuimos a rodar aún fue una época en la que se notaba los estragos de los bosques quemados durante los años anteriores. Desde que hemos estado ahí, ha llovido mucho y el paisaje ya ha cambiado”, comenta. El resto del rodaje se completó en Cataluña, Italia y Francia.

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El impacto del rodaje

En el rodaje en la Comunitat Valenciana trabajaron 400 técnicos, de los que 127 eran de Alicante, y el gasto realizado estimado durante su paso fueron 7,2 millones de euros. “Teníamos copados casi todos los hoteles de Oliva, Gandía, Cocentaina… Los técnicos valencianos eran sobre todo localizadores, pero también maquillaje, refuerzos de maquillaje, peluquería y conductores”, desgrana el productor.

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