Una delegación del zoo chino visita el valenciano esta semana. Rain Forest continúa las obras del de Casablanca y comienza a colaborar con el zoo belga de Brugelette. En 2016 el Bioparc superó los 550.000 visitantes.
15/02/2017 -
VALÈNCIA. Joanna-Lee, una ciudadana inglesa de 28 años procedente de Sheffield, y su pareja, Nikolas (27 años), visitaron hace un año el Bioparc de València. Ella fue la visitante cuatro millones. La fotografiaron. Fue agasajada. Un año después, con el zoológico valenciano camino de su noveno aniversario, las cifras de personas que han pasado por sus instalaciones superan los 4,5 millones. Sólo en 2016 se registraron 550.000 personas, lo que le confirma como uno de los parques zoológicos más populares de España y garantiza que, a este ritmo, antes de que acabe 2017 alguien será fotografiado como el visitante cinco millones.
Pero su popularidad no se limita a los espectadores. También es reconocido entre los profesionales. De que el parque valenciano es una referencia internacional dan fe en Casablanca. En la ciudad marroquí se está ultimando el nuevo zoológico que ha diseñado y construye la empresa Rain Forest, la misma que es la responsable del Bioparc valenciano. Y los vecinos marroquíes no son los únicos que han caído rendidos ante los atractivos del centro valenciano.
Este viernes una delegación del zoológico de Shanghái estará en las inmediaciones del Parque de Cabecera para visitar el centro valenciano. No hay un programa definido para este primer encuentro, si bien desde Rain Forest advierten que este tipo de relaciones internacionales son de largo desarrollo. Por el momento los representantes chinos sólo han expresado su intención de conocerlo de primera mano. Y que venga una delegación entera significa mucho.
Lo que hace que además cobre especial sentido esta visita es que es la segunda de una comitiva del país asiático. Hace tan solo dos años acudieron hasta allí sendas delegaciones de los gobiernos regionales de Pekín y Shanghái. De aquella estancia viene ésta. Los márgenes de tiempo entre una y otra, comentan desde Rain Forest, explican los ritmos tan premiosos de estos acuerdos internacionales. No son llegar y besar el santo. Otro ejemplo, el zoo de Casablanca, que se concluirá entre este año y el que viene, se gestó en unas negociaciones en 2013.
La internacionalización del concepto Bioparc, que ha tenido su reflejo nacional en Barcelona, tuvo una de sus primeras picas en Flandes en la ciudad italiana de Turín. La relación con el espacio privado ZOOM Torino de la localidad transalpina se inició en 2009. En 2013, en virtud de ese acuerdo, Bioparc València realizó la zona de hipopótamos, con visión subacuática tomando de referencia el modelo valenciano. Antes, en este mismo espacio, el Bioparc había participado en la reconstrucción y remodelación de los hábitats de Asia, Madagascar y Sabana.
Un zoo belga, también interesado
Además de la comitiva de Shanghái, el Bioparc ha sido visitado este año por los responsables del relativamente joven zoo Pairi Daiza, ubicado en la ciudad belga de Brugelette e inaugurado en 1993. Este espacio privado se halla en pleno proceso de expansión. Sus responsables estuvieron en enero en las instalaciones valencianas. Si bien no se ha establecido ningún acuerdo firme, las negociaciones van por buen camino y desde Rain Forest no descartan que fructifiquen en algo más sólido en los próximos años, porque, recuerdan, los ritmos de este tipo de negocios son diferentes: No se cuentan por meses, sino por estaciones.
