VALÈNCIA. Jornada supraintensa en el PSPV que lidera Ximo Puig. La detención a primera hora del presidente de la Diputación de Valencia, Jorge Rodríguez, dejaba en estado de shock a las huestes socialistas. Más allá del "no le veo capaz de hacer nada ilegal" y el "siempre saludaba", la actuación policial -que algunos consideraban ayer "desmedida" a falta de más explicaciones- abocó a la formación socialista a un debate interno sobre la posible sucesión en la corporación provincial. Más aún cuando el actual presidente pasará en el calabozo dos días antes de declarar: una auténtica prueba de fuego para cualquier dirigente que ostente un cargo público.
La crudeza de la política manda. La detención matinal de Rodríguez por posibles delitos de prevaricación y malversación de caudales públicos derivó este mismo miércoles en una asunción de responsabilidades políticas por parte del PSPV que conllevó un casi inmediato relevo en la presidencia de la Diputación de Valencia. Un puesto deseado por muchos debido al inequívoco poder que desprende una institución con potencia de fuego mediática, enorme presencia local y un respaldo económico solvente fruto de las aportaciones del Estado.
Así, y pese a que muchos entonaban el mensaje de espera hasta que pudieran aclararse los motivos por los que Rodríguez era detenido este miércoles junto a sus estrechos colaboradores Ricard Gallego, Manolo Reguart y Jorge Cuerda, la realidad es que fuentes de peso en el PSPV admitían la difícil continuidad del hasta ahora presidente de la Diputación. Más aún cuando el ministro de Fomento y secretario de Organización del PSOE, José Luis Ábalos, se descolgaba a mediodía con una sentencia: "No está en condiciones de continuar", subrayaba la mano derecha de Pedro Sánchez, quien justificaba su afirmación en la "aparatosidad" de la detención.
Una opinión nada desdeñable partiendo de la boca del socialista valenciano más influyente en Madrid que dejaba KO a Rodríguez. Ahora bien, también resulta indudable que su puesto venía siendo codiciado por la familia política 'abalista' de cara a las elecciones de 2019 y, esta situación desgraciada, podía acelerar el proceso de asalto a la corporación provincial que venía planeándose entre bastidores.
No obstante, el presidente de la Generalitat y líder del PSPV, Ximo Puig, no estaba dispuesto a realizar concesiones en la corporación provincial. Más aún después del revés vivido en la Delegación del Gobierno, cuando su posible propuesta para el cargo -Arcadi España- fue abortada casi en estado embrionario por Ábalos con la designación de Juan Carlos Fulgencio, dirigente férreamente atado a su cuerda.
Con estos antecedentes, Puig decidió desenfundar en la misma tarde noche de este miércoles proponiendo al Secretariado del PSPV la sustitución de Rodríguez por el vicepresidente segundo de la Diputación, Toni Gaspar, quien curiosamente se enfrentó en 2014 al ahora presidente en las primarias para ser candidato a la Generalitat.
Una decisión exprés -pasada por una reunión nocturna del Secretariado del PSPV- que no agradó al 'abalismo' dado que, según señalaron fuentes de este sector, corresponde a la dirección provincial -liderada por Mercedes Caballero, mano derecha del ministro- la responsabilidad estatutaria de realizar la propuesta para el cargo. En este sentido, tres diputados provinciales: Pepe Ruiz, Isabel García y Mercedes Berenguer, posiblemente por ese orden, hubieran sido los favoritos para relevar a Rodríguez en el caso de poder participar en el debate sucesorio.
No obstante, el líder del PSPV movió ficha más rápido y su maniobra -pese a no agradar al 'abalismo'- no obtuvo respuesta crítica en las últimas horas de la jornada más allá de algunas réplicas en el citado Secretariado. Y es que la entrada de Gaspar, de la órbita del alcalde de Mislata, Carlos Fernández Bielsa, podía resultar aceptable también para el 'abalismo' dado que no está enclavado en la familia 'ximista' por lo que, desde este sector se decidió no contribuir a embarrar más una jornada negra para el socialismo valenciano.
Sobre la celeridad del cambio, fuentes próximas a Puig recordaron que el PSPV gobierna la Diputación en acuerdo con Compromís, Esquerra Unida y València en Comú, por lo que consideraron el rápido golpe de timón de Puig "necesario" para evitar que pudieran surgir debates sobre la Presidencia de la Diputación que ostentan los del puño y la rosa por ser la fuerza mayoritaria del ala progresista.
No obstante, no fueron pocos los dirigentes socialistas consultados por este diario que mostraban su sorpresa y también desacuerdo por el fulminante cese de Rodríguez -suspendido además de militancia- quien se levantó por la mañana como presidente de la Diputación y se acostó en el calabozo y despojado de todos sus cargos sin pasar por la casilla de salida ni conocer mayores detalles de la investigación.
Una respuesta dura, como ya lo fue la forzada dimisión del alcalde de Alicante, Gabriel Echávarri, que pone en valor la lucha contra cualquier forma de corrupción del PSPV de Puig pero que al mismo tiempo sitúa el listón muy alto para sus propios dirigentes.