Porque aparte de deslizarte por la nieve, una de las estaciones de esquí más grandes de Europa, tiene jugosas novedades para hedonistas como nosotros.
Winter is coming. Ahora sí que sí. Aunque en València apenas se note, estamos de lleno en la estación más fría del año. Y no solo nos trae frío, también vientos y lluvias. La borrasca 'Gerard' ejem ejem (¿no había otro nombre?) hace de las suyas y anuncia que en el interior caerán las primeras nieves. Y precisamente de nieve vamos a hablar hoy. Porque, ¿qué hay más bucólico que un paisaje nevado en pleno invierno? Pocas cosas.
Ahora bien, aquí llega el handicap para algunos, entre los que me incluyo. La nueve muy bonita, sí, pero no me he subido a unos esquís en mi vida y a estas alturas de la película, valoro más conservar mis dos rodillas estables que vivir nuevas aventuras. Si eres de los míos, de esos a los que nos gusta pisar la nieve pero no nos atrevemos a mucho más, que no tenemos ni idea ni muchas ganas de aprender, también serás de los que no le importa escaparse a un paisaje nevado a disfrutar de otras muchas cosas.
¿El destino? Sierra Nevada. Podemos creernos o no las predicciones, pero el gigante de reservas hoteleras Booking, preveía que en 2023 uno de los viajes nacionales más demandados, era precisamente a Sierra Nevada. Y no nos extraña. A tiro de piedra desde la siempre maravillosa Granada, está este paisaje natural, la única estación de esquí europea al sur del Tajo, con 3.300 metros de altitud y grandes desniveles, lo que la convierte en el paraíso perfecto para esquiadores. Y para nosotros también, claro.
Las alternativas en clave hedonista se multiplican cada año y eso sin necesidad de coger un remonte o sacar un forfait. Porque puedes recorrer Pradollano, acercarte a conocer la zona de Hoya de la Mora o pasar el día en Mirlo Blanco, un parque de aventuras en la nieve para toda la familia.
Ahora bien, ¿La razón por la que todos queremos ir cuanto antes? Tiene nombre de mujer. Maribel. Y es que la estación de esquí estrena nuevo hotel de lujo. Y no es nuevo, sino que este clásico de la zona, con más de 20 años a sus espaldas, acaba de reabrir bajo una nueva propiedad y gestión. Cuando nos enteramos de que eran los mismos tras Marbella Club, Puente Romano Beach Resort o el vecino El Lodge Ski & Spa, supimos que esto iba a ser algo bueno. Vamos que en lo poquito que lleva abierto -desde diciembre de 2022-, ya se empieza a posicionar como hotel destino.
Imagínate un hotel a modo chalet suizo, de tan solo 29 habitaciones y suites, ubicado a 2.250 metros y con acceso directo a las pistas. Que en este caso no vamos a esquiar, pero solo la vista merece la pena. Si el exterior apetece, imagínate el interior. En sus habitaciones, algunas de ellas para familias o grupos de amigos, la inspiración no podía ser otra que la montaña, que se ve por sus amplios ventanales. Fotografías de nieve, suelos radiantes, madera y colores neutros, para fomentar ese sentido de pertenencia.
Si el descanso es estupendo, más lo son sus espacios comunes. El lobby se funde con la biblioteca, bar y zona de estar, con chimeneas y rinconcitos que invitan a sentarte y simplemente disfrutar de estar allí. Ah, y una mesa de billar. También han apostado por la gastronomía con su restaurante Maribel's. Lo primero que llama la atención, son sus vistas, con ventanales de suelo a techo, por los que se cuelan estampas que te será imposible dejar de fotografiar. En la mesa, recetas típicas de la cocina alpina y de montaña, desde raclette o fondue de queso suizo, a un fantástico Mont D'Or con trufa blanca, sopa de cebolla o bullabesa, cortes de carnazas como la rubia gallega madurada y algunos pescados. Hay además una propuesta de cocina casual, donde no faltan hamburguesas o fingers de pollo. Todo ideal para entonar el cuerpo en un paraíso blanco.
Y de un chalet suizo, a otro. Precisamente es así como se llama otra de las grandes apuestas de la estación. Chalet Suizo trae un pedacito de Suiza a la cordillera española. Se trata del primer restaurante propio de Quesos de Suiza y esta primera incursión la hacen a nada menos que 2.555 metros de altura. Con los fantásticos quesos suizos como hilo conductor, proponen meterte de lleno en esta delicia que engloba siete variedades diferentes, desde el Gruyère, mejor queso del mundo en 2022 en los World Cheese Awards, al Tête de Moine, pasando por el Emmental o L'Etivaz.
Está a pie de pistas y tiene una terraza en la que ver como los que saben, se deslizan a las mil maravillas. El plan aquí pasa por ponerse fino a queso, claro está. ¿Con qué platos? Con las clásicas fondue o raclette, con macarrones de los Alpes, tablas de queso e ibéricos y platos más contundentes como el impronunciable zurcher-ges con spätzli, un guiso a base de ternera con salsa de boletus y pasta de patata.
Hoteles de ensueño y quesos. ¿Quién va a querer esquiar así?