VALENCIA. El desapalancamiento bancario cogió fuerza durante el segundo trimestre en la Comunitat Valenciana, según lo ha constatado este diario del último informe del Instituto Valenciano de Finanzas (IVF). De hecho entre los pasados meses de abril y junio se cerraron más oficinas en Valencia, Alicante y Castellón que en los tres primeros meses del año. Y lo que todavía queda a la vista de los EREs en curso -bien oficiales o bien de 'tapadillos'- que diferentes entidades financieras llevan actualmente entre las manos.
Lo cierto es que a 30 de junio quedaban en la Comunitat Valenciana 3.032 oficinas bancarias, la cifra más baja de toda la serie histórica iniciada en 1991 del otrora brazo ejecutor de la política financiera del Consell. Y muy por debajo de las 5.061 oficinas que a finales de 2008 habían echado el cierre en algún punto de las tres provincias, según el mismo informe.
A lo largo del primer semestre han sido 79 oficinas las que han bajado la persiana en la Comunitat Valenciana -33 en los tres primeros meses y 46 en los siguientes tres- siendo, lógicamente, la capital levantina la más afectada por aquello de que cuenta con una mayor red. Valencia ha aportado más de la mitad de los cierres -concretamente 42- en los seis primeros meses del año, a razón de 20 en el primer trimestre y 22 en el segundo.
A continuación se ha situado Alicante donde 28 sucursales bancarias han echado el cierre -10 y 18 respectivamente- en la primera parte del presente ejercicio hasta reducir el número a los 1.088, también una cifra nunca vista por estos lares. Como en el caso de Castellón donde si en el primer trimestre fueron 3 las oficinas que se liquidaron pasaron a duplicarse en el segundo para despedir el semestre en las 383 sucursales, casi la mitad menos que las que contaba a finales de 2008.
Más de lo mismo está sucediendo en el ámbito estatal, dado que de las 30.921 oficinas bancarias a 31 de diciembre pasado quedaban en pie 30.040 a 30 de junio a años luz de las 45.662 del último día de 2008. "El proceso de desapalancamiento bancario lejos de remitir se está intensificando nuevamente ante la clara decisión de seguir reduciendo costes en medio de una política ultralaxa de tipos de interés, que está mermando considerablemente los márgenes", apuntan fuentes financieras consultadas por este diario.
"Y lo peor es que va a tener continuidad a la vista de los últimos anuncios de la banca de seguir reduciendo sus redes comerciales, por lo que los cierres de oficinas irán a más", vaticinan no sin razón porque ahí están los casos de CaixaBank, Popular, Santander, BBVA, Liberbank... que vienen anunciando reestructuraciones y, con ello, nuevos cierres de sucursales. Por no hablar de más despidos en un sector muy tocado en los últimos tiempos.