El director de Riesgos de Ebury se muestra alcista para la mayoría de monedas de países emergentes, en un entorno de tipos bajos y constantes en Estados Unidos
MADRID. La libra fue la estrella de las monedas principales la semana pasada subiendo frente a cada divisa del G10 y consolidándose por encima del nivel de 1,30 frente al dólar. El catalizador fue la renuncia de varios parlamentarios de los partidos Tory y Laborista, lo que acerca la posibilidad de un voto explícito por parte del Parlamento contra un Brexit sin acuerdo.
En otros lugares, el aumento de los precios del petróleo debido a las preocupaciones por las sanciones venezolanas, los rumores positivos sobre el estado de las conversaciones comerciales entre EE UU y China y la fortaleza de los activos de riesgo en todo el mundo, llevaron a un repunte general de las monedas de mercados emergentes, en particular aquellos más expuestos a los precios de los productos básicos.
Esta semana esperamos ver un anuncio importante del lado estadounidense en relación a las negociaciones comerciales con China, antes de la fecha límite del 1 de marzo. Seguimos siendo optimistas en cuanto a que la Administración Trump está motivada a avanzar después de haber sufrido una serie de derrotas políticas en casa. El viernes, la inflación en la zona euro para el mes de febrero centrará la atención del mercado. Cualquier aumento adicional en los datos proporcionaría soporte para el euro.
Los datos económicos fueron mixtos la semana pasada lo que es, al menos, un paso adelante desde el flujo constante de decepciones de las últimas semanas. Lo más importante es que los indicadores PMI de servicios fueron positivos, compensando, así, otros decepcionantes datos manufactureros y sacando al índice compuesto de su reciente caída. Esto brinda un apoyo modesto a nuestro punto de vista de que, con cifras de creación de empleo saludables en toda la zona euro y aumentos salariales reales constantes, las perspectivas de una recesión son bastante remotas.
Una vez más, los titulares del Brexit eclipsaron todos los demás eventos que podrían afectar a la libra. Sin embargo, debe tenerse en cuenta que el mercado laboral en Reino Unido, hasta el momento, muestra pocos signos negativos derivados de la incertidumbre del Brexit. El informe laboral del último trimestre mostró una fuerte creación de empleo combinada con ganancias salariales saludables. Si bien la libra se sintió alentada por la noticia de que 11 parlamentarios del partido Laborista y del partido tory habían renunciado a sus respectivos partidos, las informaciones sobre el mercado laboral ciertamente ayudaron. Esta semana la atención se centrará en el discurso de la primera ministra, Theresa May, de este martes.
Los débiles datos económicos de EE UU le dieron al dólar un tono negativo durante toda la semana pasada. La falta de compromiso en las actas de la Reserva Federal hizo poco por cambiar la tendencia. No vemos ningún catalizador claro que pueda cambiar el reciente rango de cotización del dólar frente a las monedas del G10 durante, al menos, las próximas semanas. Sin embargo, reiteramos nuestra visión alcista para la mayoría de monedas de países emergentes, en un entorno de tipos bajos y constantes en Estados Unidos y sin ninguna recesión a la vista en ninguno de los principales bloques económicos del mundo.
Enrique Díaz-Álvarez es director de Riesgos de Ebury