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Sin un rumbo claro en la renta variable

  • Antonio Sales
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MADRID. Merece la pena realizar una reflexión ante la incierta e inquietante situación por la que atraviesa la renta variable en general y la situación económica española en particular. En términos generales, podemos determinar que nos encontramos, o por lo menos eso parece, tanto a nivel global como concretamente en España, en una situación que mucho empieza a recordarnos a aquellos buenos años de principios del siglo XXI.

Abarcando un plano más internacional, y a grandes rasgos, hemos visto como los principales selectivos americanos y europeos alcanzaban sus cotas más altas en repetidas ocasiones a lo largo de 2017, también hemos apreciado el incremento de la inflación (sobre todo en EE UU con un incremento próximo al 2%) y la mejora en las tasas de desempleo (en el caso de EE UU alcanza lo que ellos consideran 'pleno empleo' con una tasa próxima al 4%).

Centrándonos ahora en el plano nacional, cabe resaltar el auge del mercado inmobiliario con un incremento próximo al 5%, junto con la reducción de la tasa de desempleo y el incremento del IPC que cerró 2017 un 3,1% arriba. Una vez conocido esto, lo que deberíamos esperar para 2018 es una continuación de los buenos resultados obtenidos a lo largo de 2017, pero en lugar de ello hemos podido apreciar a nivel global una de las correcciones más relevantes en la renta variable, lo que volvió a despertar el fantasma de una posible corrección mundial.

Muchas son las voces que han manifestado de manera reiterada su descontento ante las políticas monetarias ultraexpansivas aplicadas tanto por la Reserva Federal como por el Banco Central Europeo, que durante años han inundado los mercados de capitales a base de un incremento en la emisión de deuda pública y privada. 

Y ahora, ante un posible fin de dichas políticas, con objetivo de retirar de manera paulatina los estímulos externos puestos a disposición de las principales economías mundiales y sus empresas, deja entrever que toda esa facilidad de acceso al crédito barato, a tipos de interés muy bajos o incluso nulos, no haya sido más que un parche en una rueda totalmente resquebrajada a punto de estallar. Todo ello empezando a generar la duda de si lo que vimos a principios de 2018 sea el aviso de lo que puede estar por venir.

Antonio Sales es analista de XTB

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