Foto: Antonio PradasCASTELLÓ. Patronal y sindicatos se sentarán el próximo martes 11 de julio para empezar a negociar el nuevo convenio colectivo del azulejo. La constitución de la mesa negociadora se da en un contexto de dificultad para las empresas del sector, que atraviesan una crisis de demanda derivada de los altos costes del gas natural y que está tensionando el EBITDA de las compañías. También se suma el escenario inflacionista que está mermando el poder adquisitivo de los trabajadores, algo que los sindicatos llevan meses alertando y que condicionará el acuerdo.
Además, la negociación también estará marcada por los Expedientes de Regulación Temporal de Empleo y los despidos que se están produciendo en la industria en los últimos meses. Según las cifras de la patronal, en el acumulado de enero a junio, se habían producido un total de 4 ERE con 242 afectados y 24 ERTE con más de 1.160 trabajadores afectados.
Cabe recordar que el actual convenio, que se rubricó sobre la bocina en diciembre de 2022, se encuentra caducado precisamente desde enero de este año. Y es que ante la inestabilidad del sector, los dos últimos convenios tan solo han podido acordarse para un año, por lo que ahora se inicia la tercera negociación en tres años. Finalmente, tras siete meses de parálisis, el reloj para el séptimo Convenio Colectivo para la Industria de Fabricación de Azulejos y Pavimentos Cerámicos de la Comunitat Valenciana comenzará a correr el próximo martes.
De este convenio dependen las condiciones laborales de cerca de 16.000 trabajadores, la mayoría de ellos de la provincia de Castellón. Según las últimas cifras de la patronal, la nómina sectorial asciende a unos 727 millones de euros aproximadamente. El último acuerdo, logrado a finales de 2022, consiguió un aumento salarial del 4% tras varios meses de tensas negociaciones, acusaciones de bloqueo e incluso varias protestas sindicales. Este incremento se logró gracias a la cesión de ambas partes y es que la patronal azulejera Ascer reconoció en su momento el "esfuerzo importante" que suponía para las compañías esta subida de los salarios. Por otro lado los sindicatos renunciaron a su demanda de vincular la subida salarial al aumento del IPC, una reclamación que parece que retomarán de cara a esta nueva negociación.
