VALÈNCIA (VP). El nuevo sistema de climatización de la piscina municipal de Canet d’en Berenguer permitirá a la localidad aumentar la independencia energética de combustibles fósiles y obtener cerca de 80.000 euros, cifra a la que habría que sumar el ahorro que supone abandonar el antiguo proceso que empleaba gas.
Este nuevo sistema, que se basa en el uso de energía geotérmica y que lleva ya tres meses en funcionamiento, ha supuesto un coste cero para el Ayuntamiento, ya que ha sido financiado íntegramente por la Unión Europea. Según explicó Pere Antoni, alcalde de la localidad, "la iniciativa nace de nuestro compromiso de hacer de Canet un Canet mejor, y eso pasa por rebajar al máximo las emisiones de CO2, y buscar soluciones más sostenibles y rentables en la generación de energía. El proyecto, además, forma parte de nuestro compromiso con los caneteros y las caneteras de gestionar de la manera más eficiente los recursos económicos con los que contamos".
Otra de las ventajas, apunta Antoni, "es su escalabilidad y la posibilidad de generar sinergia: el sistema produce simultáneamente frío y calor en su funcionamiento diario, así la instalación ya está preparada para conectarla con el sistema de aire acondicionado del Ayuntamiento, lo que supondrá un nuevo ahorro para las arcas municipales. El siguiente paso de este proyecto, que comenzó en 2022, será enlazar también al Auditori, de forma que los tres edificios formen un distrito térmico propio basado en la eficiencia en el consumo y la reducción al máximo las emisiones de CO2".
Hasta la entrada en funcionamiento del nuevo sistema de climatización, la infraestructura municipal utilizaba gas que, al tratarse de un combustible fósil, emitía CO2. Ahora, la climatización se basará en el uso de energía geotérmica y se combinará con la electricidad que aportan las placas solares ya instaladas. Este mecanismo mixto hace posible utilizar ambas fuentes en función de cuál permita una mayor eficiencia energética a menor costo, en función de las circunstancias.
El coste de la reforma ha ascendido a 490.700 euros, de los que el Ayuntamiento no ha tenido que aportar nada, ya que ha sido financiada íntegramente con los fondos europeos. A esto se suma que, al no emitir CO2, el Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible -a través del Programa de Impulso a la Rehabilitación de los Edificios Públicos en las Comunidades y Ciudades Autónomas, PIREP autonómico- adquiere estos derechos de emisión que Canet no va a utilizar y abonará cerca de 80.000 euros.
La geotermia se basa en la utilización de la energía acumulada en el subsuelo, en lugar de combustibles fósiles, para el calentamiento del ambiente del recinto, del vaso de la piscina y el agua caliente sanitaria. "Esta infraestructura permite utilizar la energía solar para hacer funcionar las bombas de calor que, a su vez, captan la energía de subsuelo y la suministran al edificio", apuntó José Salido, responsable de la empresa valenciana Itecom, que se ha encargado de su puesta en marcha.
Es una instalación relativamente sencilla -consta de tres perforaciones de 35 metros de profundidad- para llegar al agua subterránea que tiene mucha energía almacenada.
Se trata de un circuito cerrado, en el que el líquido circula por una tubería rodeada por agua del subsuelo y de este intercambio térmico obtiene el calor. Una de las ventajas del agua subterránea es que se mantiene a una temperatura constante todo el año y puede utilizarse tanto en invierno como en verano.
Otro de los elementos de la instalación, y que contribuye al uso más eficiente de los recursos energéticos disponibles, es que el control de la humedad y la temperatura ambiente de la piscina está controlado por un sistema de geotérmica híbrida. En la práctica, esto se traduce en que el sistema puede funcionar de manera conjunta mediante aerotermia (tecnología similar a la del aire acondicionado tradicional), en los meses del año en los que obtener energía del ambiente resulte más eficiente y, de este modo, incrementa el rendimiento de la instalación.