VALÈNCIA. El aeropuerto de Castellón estuvo en 2016 muy lejos de alcanzar la rentabilidad. Ese fue el último año completo en el que SNC-Lavalin gestionó como concesionaria el aeródromo inaugurado en 2011 por Carlos Fabra y Francisco Camps, ya que en 2017 el grupo canadiense fue adquirido por la francesa Edeis Management, que es la que ahora explota la instalación.
Esa lejanía de la rentabilidad se puede resumir en pocas cifras del año 2016, últimas depositadas en el Registro Mercantil: la facturación de la concesionaria fue de 5,07 millones de euros, pero el 88,7% del total correspondían a la aportación anual de la Generalitat comprometida para los nueve primeros años -de los 20 de concesión- por un total de 24,5 millones. Las perdidas de la empresa ascendieron a 619.128 euros, frente al beneficio testimonial de 1.200 euros el año anterior, cuando la actividad fue inferior, y la aportación de la Generalitat, mayor.
De 2017 no se conocen aún los resultados pero sí los datos de tráfico, que demuestran que hace tiempo que dejó de ser un "aeropuerto sin aviones". Cerró el año con 144.221 pasajeros, un 36 % más que en 2016, y el movimiento de aeronaves creció un 25%, al registrar un total de 1.603, lo que da una media superior a cuatro al día.
Este aumento de pasajeros habrá supuesto un considerable incremento de ingresos por los servicios de vuelos -fueron 501.000 euros en 2016-, aunque también de los gastos. La empresa ha incrementado además los ingresos por alquiler de locales, publicidad, servicios aeroportuarios y formación, gracias a un contrato con una escuela de pilotos para la instalación de un hangar de mantenimiento de su flota.
Ya bajo la gestión y la marca de Edeis Management, la concesionaria se encontró con que la Agencia Tributaria le exigía facturar la aportación de la Generalitat con IVA, así como pagar los atrasos de este impuesto no pagado desde 2014. Esta aportación pública, que va reduciéndose año a año, la realiza la empresa pública Aeropuerto de Castellón SA (Aerocas) y es, según el contrato de gestión firmado en 2014, una contraprestación por mantener unos niveles de disponibilidad de vuelos y calidad de los servicios.
El IVA atrasado supuso para Edeis Management un pago a la Agencia Tributaria de 2,72 millones, más 121.500 euros en intereses. Edeis reclamó esta cantidad a Aerocas, que la sumó a la aportación de 3,5 millones que le tocaba hacer en 2017, por lo que el desembolso para la Generalitat, que sostiene a Aerocas, fue de unos 6,5 millones.
Fuentes de Aerocas han explicado a Valencia Plaza que el IVA se añadirá cada año a la aportación, es decir, que al final de los nueve ejercicios previstos serán 24,5 millones más IVA (5,15 millones). No obstante, la Agencia Tributaria devuelve a Aerocas prácticamente íntegra la cantidad pagada en concepto de IVA, ya que esta empresa pública no tiene ingresos.