El conseller ha explicado que se ha querido aprovechar el marco legal vigente para "empezar a trabajar y actuar de forma mucho más eficaz"
VALENCIA, (EFE). El conseller de Hacienda y Modelo Económico, Vicent Soler, ha destacado que este viernes la Generalitat ha puesto en marcha el "embrión" de la futura Agencia Tributaria Valenciana prevista en el Estatuto de Autonomía de la Comunitat.
Soler se ha referido así a la orden de su departamento por la que declara la puesta en funcionamiento del Instituto Valenciano de Administración Tributaria (IVAT) desde el 1 de enero de 2016.
El conseller ha explicado que se ha querido aprovechar el marco legal vigente para "empezar a trabajar y actuar de forma mucho más eficaz", no solo en lo que se refiere a la gestión tributaria, sino en materia de colaboración con otras instancias administrativas, de carácter local y de las diputaciones, así como con la Agencia Estatal de Administración Tributaria.
El IVAT, configurado como una entidad de carácter administrativo adscrita a la Conselleria de Hacienda, con personalidad jurídica propia, autonomía funcional y de gestión y plena capacidad de actuar, estaba previsto en la ley de medidas fiscales, de gestión administrativa y financiera y de organización que acompaña a los Presupuestos de la Generalitat de 2015, así como en un decreto aprobado el 29 de mayo pasado.
El titular de Hacienda ha subrayado la importancia de ir "adquiriendo experiencia" en la gestión de cara a la futura Agencia Tributaria Valenciana, "cuyo diseño, en primera instancia, vendrá definido por una Comisión de Expertos" que se designará al efecto.
Finalmente, el modelo de Agencia vendrá amparado por una norma legal propia y, según ha explicado Soler, ahora se producirá la transferencia de recursos humanos y materiales desde la actual Dirección General de Tributos al IVAT.
Además, ha informado de que, mientras no se designe un responsable del instituto, asumirá sus funciones el director general de Tributos, Eduardo Roca.
Entre otros cometidos, el IVAT se encargará de mejorar la gestión de tributos propios y cedidos y de luchar contra el fraude fiscal, además de sentar las bases para una mejor gestión tributaria, como una vía más para incrementar los recursos destinados por la Generalitat a las políticas sociales.
Al mismo tiempo, una vez sea realidad la Agencia Tributaria propia, se configurará como un "instrumento potente para el ejercicio del autogobierno y la corresponsabilidad fiscal, al nivel de otras autonomías"