Si no es suficiente con la obsolescencia programada que sufrimos con los artículos cotidianos, la humanidad está emperrada en avanzar tecnológicamente. La tecnología cambia a una velocidad creciente, dejando obsoleto todo aquello a lo que sustituye. Los nuevos productos y los nuevos procesos convierten en anacrónico, cuando no en extravagante o llamativo, el uso de la tecnología anterior.
Cuando el VHS venció la batalla tecnológica a Betamax en 1988 nadie imaginaba que pocos años después, en la primera década de los 2000, el DVD haría lo propio con el VHS. Aunque esto no se ha quedado ahí, y ahora son las plataformas digitales las que han dejado sin valor a la industria de DVDs y reproductores. Se lanzó la primera plataforma en 2007. Pero no nos equivoquemos, no soy seguidor del rey Ludd, el avance tecnológico trae perdedores, pero gana siempre la sociedad en general.
Los token no fungibles son escasos, y la escasez es la razón de ser de la economía para que tengan un valor y un precio
Los Token No Fungibles (NFT en sus siglas en inglés) son certificados únicos que se pueden comprar y vender a través de la tecnología de la cadena de bloques (Blockchain). Un nuevo producto, un bien que no puede dividirse ni ser duplicado, pero sí se puede almacenar y revender. Aunque como los servicios, los Tokens son intangibles, estos representan la escritura de propiedad de los bienes a los que se refiere. Estos archivos digitales, que son bienes económicos, cumplen con la necesidad de poseer un artículo único y original. Que sean limitados es lo que marca su escasez y la escasez es la razón de ser de la economía, o dicho de otra forma, que tengan un valor y un precio. Esta necesidad está relacionada con el esnobismo de pertenecer a los modernos que también poseen estos artículos de última generación. Todos conocemos a personas que hacen cola para tener la última letra a tu disposición en un smartphone la empresa Apple.
El nuevo proceso de la cadena de bloques prometía la democratización de los servicios financieros. Las criptomonedas han venido para quedarse y para que no sean los malévolos bancos centrales los que fijen las reglas, ni los corruptos organismos internacionales... y mucho menos la depredadora banca comercial. Y esto, porque con esta tecnología ya no los necesitamos, porque la cadena de bloques asegura que las operaciones entre particulares quedan registradas sin necesidad de estos actores.
algunos NFTs tendrán un valor elevado, pero la mayoría de ellos tendrán el mismo valor de mercado y de uso que nuestra extravagante videoteca antigua
La cosa mejora cuando a estar a la última añadimos la promesa de rentabilidades futuras, un negocio de futuro. Pues el NFT de un dibujo de un alien de apenas unos píxeles se vendió en 2021 por 11,8 millones de dólares, cuando hay ocho más y todos ellos fueron distribuidos de forma gratuita. ¿Y si fuera capaz de adquirir un NFT por unos pocos euros y termina subastándose por millones? Incluso Atresmedia lanza sus propios NFTs sobre su serie Los protegidos. ¿A quién no le van a interesar, si voy a pertenecer a ese club de privilegiados y además me puedo forrar?
Pero la verdad es que aún se encuentran auténticas videotecas, llenas de VHS con un valor exiguo donde solo encontrar una cinta original de Disney como El rey león o la futurista Regreso al futuro puede hacernos sonreír. Ambas han llegado a subastarse por 75.000 dólares.
La tecnología de proceso de cadena de bloques seguirá desarrollándose en el futuro y algunos NFTs tendrán un valor elevado, pero la mayoría de ellos tendrán el mismo valor de mercado y de uso que nuestra extravagante videoteca antigua. Entonces entenderemos que la publicidad de democratización y la falta de control por parte de las autoridades tampoco era lo que nos vendieron.
*El autor es licenciado en Economía por la Universitat de València y cuenta con un master de Gestión y Administración de la Empresa Comercial
