ALICANTE. El año 2023 es año electoral a nivel autonómico y local y también un momento de hacer balance de las iniciativas que los gobiernos han llevado a cabo en el último mandato. La Conselleria de Innovación y su Dirección General nacieron en 2019 y en este momento, su directora general, Sonia Tirado, habla con Alicante Plaza para hacer un repaso de lo que se ha puesto en marcha hasta ahora y los planes que quedan en el tintero. También del papel de las mujeres en el mundo de la innovación y de iniciativas que se van a iniciar como la Estrategia de Especialización Inteligente S3 o que se verán culminadas antes final de año como la Learning Factory en Elche.
¿Qué balance hace de la Dirección General de Innovación desde 2019 hasta ahora, teniendo en cuenta que en 2023 se cierra un ciclo electoral?
El primer logro ha sido crear, no sólo la Dirección General, sino la Conselleria de Innovación. No sólo la estructura y el presupuesto, sino también diseñar el programa sobre algo que no existía. Ha supuesto partir de cero y un reto, porque hacerlo en Alicante es una apuesta importante. Evidentemente, ha hecho que las cosas no sean tan sencillas como si se hubiera implantado en València. También ha sido un trabajo muy coral; constituir un equipo nuevo supone que los altos cargos y todo el equipo técnico nos hemos implicado para que saliera adelante. Es casi un proyecto personal. Yo creo que eso ha sido la clave del éxito.
¿Qué se ha logrado y qué queda por hacer?
Tengamos en cuenta que este mandato hemos pasado una pandemia o una guerra que nos ha obligado a reubicar fondos o reorientar algunas líneas. Por una parte, en la Dirección General hemos diseñado el Marco Estratégico de Innovación de la Comunitat Valenciana, que presentaremos en un par de semanas. Es la estrategia de especialización inteligente. También hemos llevado la innovación a los ayuntamientos con el programa Territorios Innovadores, donde hemos trabajado con consistorios de toda la Comunitat y se ha aumentado la inversión en los centros tecnológicos para trasladar la innovación a las empresas. A nivel de Conselleria, se ha trabajado en el marco de lucha contra la brecha digital, que no existía en la Generalitat Valenciana. Se ha avanzado en la conexión de infraestructuras en todo el territorio y en sectores estratégicos como la inteligencia artificial. No se había avanzado en esos ámbitos hasta que no existió la Conselleria de Innovación. Yo creo que, en líneas generales, conseguimos que la innovación esté en el día a día de las políticas públicas. Si miro desde 2019 a 2023, da igual de qué Conselleria hablemos: absolutamente nadie trabaja desde una perspectiva que no sea la innovación. Y eso es un paso importantísimo.
¿Fue la pandemia un momento clave para el impulso de la innovación?
Sí, aunque yo iría un poco antes. La Conselleria se crea en de junio de 2019 y en septiembre tenemos la Dana. Fue algo que exigió una movilización de recursos impresionante y que nos abrió los ojos de manera impactante a las consecuencias del cambio climático y de cómo teníamos que hacerle frente.
"Presentaremos la estrategia de especialización inteligente S3 en un par de semanas"
Después llegó la pandemia y el año pasado la guerra de Ucrania, que pone en jaque todo nuestro sistema económico a nivel empresarial, pero también los equilibrios que tienen que hacer las familias para llegar a fin de mes. En verano llegaron los incendios, que nos han dado un nuevo toque de atención. Todo ese escenario ha acelerado el desarrollo de innovaciones, como pueden ser las vacunas, por ejemplo, y también la necesidad de coordinación y colaboración de todos los agentes. Ahora ya se habla de innovación de una manera cotidiana. Creemos que ha calado el mensaje y que la existencia de una Conselleria de Innovación ha influido a que ese mensaje llegue.
Comentaba que dentro de poco se presentará la nueva estrategia de especialización inteligente S3 ¿qué supondrá para las empresas de la Comunitat?
La estrategia de especialización inteligente es un marco estratégico que todas las regiones europeas han de tener y es condición habilitante para recibir fondos Feder ligados a innovación. Aquí, a esa estrategia le llamamos S3. Tiene una vertiente pragmática para la llegada de fondos y es una hoja de ruta para orientar los esfuerzos en innovación e investigación en la Comunitat. La elaboramos y coordinamos desde la Generalitat y marcará las prioridades desde donde canalizar esfuerzos y recursos. El fin es que nos convirtamos en un territorio más competitivo frente a otras regiones europeas y también más sostenible e inclusivo. En la elaboración han participado más de 3000 agentes de todo el sistema valenciano de innovación. Las empresas saben cuáles son sus prioridades y también las universidades, los institutos tecnológicos y centros de investigación. La administración ha de saber priorizar y centrar esfuerzos y la inversión privada es muy importante en este marco de colaboración.
¿Dónde están presentes las mujeres en la innovación? ¿Llegan a los puestos decisivos?
En líneas generales se ha avanzado, pero queda muchísimo camino por recorrer. La brecha de género en innovación existe y es una brecha grande. Hay diferentes estudios que nos dan datos. Por ejemplo, a nivel estatal, un informe del Ministerio de Igualdad de 2020 destaca que solamente el 12% de personas en puestos de toma de decisiones de alto nivel en innovación son mujeres.
"La brecha digital de género es amplísima. Hay que actuar contra ella de todas las formas posibles"
En las empresas, sobre todo las orientadas a inteligencia artificial, las mujeres no alcanzan el 18% en la Comunitat Valenciana. Además, en las universidades de la Comunitat en 2018/2019, de todas las egresadas, solo un 14,6% lo hicieron en ramas de ciencia e ingenierías (STEM) y nada más el 27,7% de las egresadas de ingenierías eran mujeres, una tendencia decreciente. Así, en la Comunitat Valenciana, el 74% de empreses TIC no tienen contratada a ninguna mujer y el 36% de startups cuentan con al menos una cofundadora. Hablamos de porcentajes que, no es que no hablen de una mayoría de mujeres, es que ni siquiera llegan a niveles de paridad que la ley establece para otros entornos. La brecha digital de género es amplísima. La hay en el uso de teléfono móvil y acceso a internet en mujeres con bajos ingresos y niveles de estudios e inactividad laboral. Es fuente de desigualdad y, desde esa perspectiva hay que actuar contra ella de todas las maneras posibles.
En este mandato se ha avanzado desde el Botànic en igualdad y, sobre todo, en brecha de género de perspectiva digital. Se ha acelerado la transformación desde el Observatorio de Brecha Digital de Género de la Conselleria y en la Dirección General se introducen criterios de baremación de género en los proyectos que financiamos. Prácticamente en todas las Consellerias se visibiliza la labor de las mujeres en la innovación. Por ejemplo, las universidades públicas tienen programas de impulso del talento femenino o de las vocaciones científicas en niñas. En los últimos cuatro años ha habido una aceleración de este tipo de actuaciones que me hacen pensar y ser optimista con respecto a lo que tenemos por delante.
¿Qué balance hace de la iniciativa Innspiradoras?
En el caso de los centros tecnológicos, con Redit impulsamos el año pasado la plataforma Innspiradoras para dar visibilidad a las mujeres en innovación en cualquier ámbito, no sólo en el tecnológico y que no únicamente fueran las que están en primera línea. En un año se ha convertido el espacio de referencia de la innovación con nombre de mujer y en una red de apoyo y de generación de sinergias entre proyectos de mujeres. Esa parte es especialmente importante porque las dificultades que nos encontramos las mujeres en innovación son diferentes a las que se encuentran los hombres y encontrar apoyo es fundamental para que los proyectos se mantengan en el tiempo y no decaigan ante las dificultades.
¿Qué camino han de tomar administración, empresas y agentes sociales para lograr la equiparación en la representación de hombres y mujeres en la innovación? ¿Queda mucho para conseguirlo?
Se han desarrollado muchas iniciativas públicas y también privadas y el escenario es muy favorable. Ahora bien, no es suficiente. Tenemos que caminar hacia un modelo en el que todas esas iniciativas estén coordinadas. Un reto del siguiente mandato es crear una estrategia de mujeres e innovación que esté consensuada y participada por todos los agentes públicos y privados. También, que esté dotada presupuestariamente y que aglutine y coordine actuaciones contra la brecha de género tecnológica y en innovación, donde además se analice y se pongan medidas para reducir los sesgos que la tecnología está produciendo. El mercado laboral tiene que estar preparado para acoger a las mujeres. Todos los sesgos algorítmicos y de la tecnología que amplían las brechas de género en la sociedad tienen que desaparecer.
¿Qué proyectos de infraestructuras culminarán este año?
Por destacar uno de ellos, tal y como anunció la consellera, estamos trabajando de manera intensa en la Learning Factory de Elche. En este año se avanzará muchísimo en acondicionamiento e infraestructura, con las reformas que hay que acometer. Mientras, hemos iniciado un convenio de colaboración con la Universidad Miguel Hernández para la formación en tecnologías habilitadoras. La UMH va a coordinar la formación de la Learning Factory; comenzaremos este año, y permitirá enseñar tecnologías facilitadoras que las empresas y los sectores estratégicos están demandando. Por otra parte, va a contar con un consejo asesor donde estará presente la administración con la Generalitat, el Ayuntamiento de Elche y universidades como la UMH. En la parte empresarial entrará Redit con los institutos tecnológicos. La Formación Profesional y agentes sociales también estarán.
La falta de talento innovador ante la demanda por parte de las empresas suele ser un handicap que señalan tanto firmas como administraciones. ¿Cómo se trabaja desde Innovación para conseguir la formación, la atracción o la retención de ese talento en la Comunitat?
La formación del talento tiene diferentes vertientes. Por una parte, hay que impulsar la formación profesional más específica.
"En la Comunitat Valenciana un 53,4% de puestos de trabajo están en riesgo de automatización"
Ese es un trabajo en el que se ha avanzado mucho desde la Conselleria de Educación, con un modelo de FP más orientado a las necesidades de cada territorio. Desde Innovación podemos impulsar la formación profesional digital. Ese trabajo se está haciendo y es una línea en la que se continuará avanzando en el próximo mandato. Las universidades también están trabajando en la permeabilidad con los sectores productivos para lograr un equilibrio entre la formación académica básica que necesita cualquier titulado con la especialización que necesitan ciertos sectores. Estos dos modelos tienen que estar en coordinación. La empresa no puede ser un mero receptor de las personas formadas, sino que tiene que formar parte también de esa planificación.
En la Comunitat Valenciana un 53,4% de puestos de trabajo están en riesgo de automatización. Ante este escenario también hay que trabajar con la parte de la población que no va a la universidad. Esa formación profesional para el empleo que no es una formación reglada se tiene que reorientar. Cuanto más mestizaje haya entre el ámbito educativo y el ámbito laboral, mayor será la generación y la retención de talento, porque será más fácil que esas empresas incorporen esos perfiles a sus plantillas. Para el talento que se fue está el plan GenT, el programa de retorno de científicos y científicas. Un proyecto del siguiente mandato podría ser extender el modelo también a otros perfiles.
Consideran importante medir el impacto social de las acciones que llevan a cabo y de los agentes con los que trabajan como Redit y los institutos tecnológicos. ¿Hasta qué punto es importante poner en el centro a las personas?
Desde mi perspectiva, es la piedra angular. Yo creo que hay dos objetivos a los que no hay que renunciar. Uno es conseguir una sociedad digital inclusiva, que la tecnología no sea fuente ni causa de vulnerabilidad, sino una herramienta para cerrar brechas. El segundo objetivo es hacer partícipe a la ciudadanía y rendir cuentas sobre las actuaciones. Cualquier actuación, cualquier política, debe tener un retorno social que medimos. En innovación supone devolverle a la sociedad multiplicado el esfuerzo que hace con sus impuestos. Por cada euro invertido en las actividades de los institutos tecnológicos de Redit de 2021 se obtiene un retorno social de 10,77 euros. Eso, multiplicado por los millones que se invierten, devuelve un retorno de millones de euros a la sociedad. Esta es una buena práctica que es pionera a nivel de Europa, porque no es habitual que los centros tecnológicos hagan ese cálculo del retorno social.