VALÈNCIA. El medioambiental es un aspecto esencial en el tan ansiado horizonte de la sostenibilidad, pero no es el único. Lo saben bien en el Palacio de Congresos, que se ha convertido en un 'laboratorio de ideas' sostenibles que fomenta la colaboración entre entidades públicas y privadas para el fomento de buenas prácticas tanto en el ámbito medioambiental, pero también en el campo económico y social. La herramienta que ha creado, el Comité Asesor en Sostenibilidad (CAS), busca materializar iniciativas que promuevan dinámicas extrapolables a otras entidades, de manera que trasciendan a otros sectores y ámbitos de la sociedad.
Entre los participantes se encuentran numerosas entidades como Ecoembes, València Clima i Energía, CEMAS, Consum, Caixa Popular, Umivale, la Cámara de Comercio de València, Fundació del Disseny de la Comunitat Valenciana, Visit Valencia, Las Naves, ADEIT, Fundació Mira'm, GD Energy Services, Casa Ronald McDonald, Masuno y la Capitalidad Verde Europea, y se ha convertido en un auténtico ejemplo de colaboración público-privada en el campo de la innovación y la responsabilidad social.
Sobre estos proyectos versó el último desayuno informativo organizado el pasado jueves por Valencia Plaza en colaboración con el propio Palacio de Congresos de Valencia, entidad dependiente del Ayuntamiento de València, en una cita que tuvo lugar en uno de los salones ubicados en el hotel SH Valencia Palace. En él, se abordaron las diferentes iniciativas innovadoras que forman parte de la estrategia del Palacio para abordar desafíos ambientales y sociales, buscando promover un proceso de sensibilización y concienciación global para la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y el cumplimiento de la Agenda 2030.
Así lo explicó la directora gerente del Palacio de Congresos, Sylvia Andrés, quien abrió el encuentro destacando el trabajo de colaboración y coordinación realizado por el Comité Asesor, un organismo que "está abierto a todo el que quiera aportar" en aras de "impulsar proyectos para hacer frente a los nuevos retos y que nos permitan acercarnos a los ODS, pero que sean innovadores". Así, explicó que se ha conseguido seleccionar tres proyectos y la idea es hacerlo que funcionen en el seno del Palacio "teniendo en cuenta las limitaciones de una entidad pública". Así, resaltó que este trabajo se hace "en nuestro tiempo libre, y son iniciativas en las que, si nos equivocamos, asumimos el riesgo y probamos hasta que funcionamos".
También intervino el director de Calidad, Seguridad y RSC de GDES, Julián Mendoza, quien contó su experiencia en la participación en el CAS desde "hace año y medio". Así, destacó que las entidades "deben entender que la sostenibilidad no es solo ambiental sino también social y económica", y que la idea de las iniciativas a materializar es que "tengan en mente el futuro". Además, destacó del CAS el hecho de que estén representadas las "tres patas": empresas, sector público y entidades del tercer sector. Así, explicó que aunque su empresa es una firma industrial, "compartimos la visión y aportamos que nuestras iniciativas en sostenibilidad están ya muy estructuradas, tenemos un comité dedicado a ello y tenemos indicadores para medirla".
Uno de los proyectos que se llevan a cabo en el Palacio es el concurso de iniciativas sociales 'Espacios solidarios'. El objetivo, según dijo Mendoza, es "facilitar a entidades sin ánimo de lucro que promuevan la inclusión, la diversidad, la solidaridad y la sostenibilidad". Así, las entidades pueden presentar iniciativas para aprovechar los espacios del Palacio, que se los cede gratuitamente junto a los servicios básicos. "Hemos hecho la primera edición y hasta el 31 de octubre está abierta la convocatoria", explicó: antes de final de año se sabrá la iniciativa ganadora, que podrá realizar actividades asociadas a su funcionamiento o eventos vinculados con sus campos de actuación durante un año.
Otro de los proyectos que se están poniendo en marcha es el de las cláusulas transformadoras. En ese sentido, según explicó el director jurídico de la Fundación ADEIT, Francisco Pla, la idea es incluir en los contratos "cláusulas transformadoras" que, si bien "no son obligatorias" sí son "criterios de adjudicación". Pla puso el acento en la necesidad de las administraciones de "arriesgar" para conseguir cambios en este sentido y agradeció especialmente el trabajo del Palacio de Congresos, y especialmente de Sylvia Andrés, con quien dijo compartir esa visión "valiente" para conseguir, mediante las contrataciones, prácticas empresariales responsables que respondan a causas sociales y ambientales. "Se busca que todos los que trabajen en el Palacio lo hagan en la misma línea", apostilló Mendoza.
Uno de los ejemplos más claros de estas cláusulas transformadoras se puede ver en los proveedores del personal de sala (BestWay) como de restauración del Palacio (Gourmet Catering), que han incluido personal en riesgo de exclusión para enriquecer sus equipos. En esa línea, el director gerente de Fundación Asindown, Manuel Campos, señaló, tras explicar que su fundación ha "dejado de trabajar como una ONG tradicional, entendida como caridad", que el proyecto en el Palacio de Congresos busca la inserción laboral, en este caso en el servicio de personal de catering. "Nos han cedido espacios y aulas para hacer la parte teórica, y la parte práctica la tenemos todos los meses con diferentes eventos", relató al respecto.
A su juicio, se trata de un trabajo "muy complejo de hacer porque es gente que no ha tenido una oportunidad laboral hasta ahora". Así, destacó las consecuencias positivas que tendrá la iniciativa no sólo para los propios alumnos y futuros trabajadores, sino que los beneficios pueden extenderse al resto de la sociedad, pues se quiere hacer "una investigación junto con la universidad sobre qué ocurre con el ambiente cuando pones a trabajar a personas con discapacidad".
Al hilo de estas iniciativas, el director de la Capitalidad Verde del Ayuntamiento de València, Antonio García, quiso destacar que estas transformaciones aportan "valor y calidad" a los servicios y productos, algo que "debería ser muy importante". "Como Capital Verde Europea", subrayó, la ciudad de València ha de hacer frente a un mundo cambiante y en constante progreso, "pero debemos dar altavoz a las cosas que realmente valen, como es tener una ciudad más humana, precisamente como la están viviendo desde el Palacio de Congresos". "Se tratará de un servicio más caro, pero ¿y qué? El asunto está en cómo le damos valor, es necesario conseguir que la gente sepa valorar eso", subrayó al respecto.
Todo ello lo confirmó el propio responsable de GDES, quien señaló que estos cambios aportan "calidad y una ventaja competitiva", por lo que insistió en que "la visión social también da beneficio". A lo que el responsable de la Fundación Asindown apuntó que, para que estas iniciativas reporten beneficio, lo que deben ofrecer "ha de ser profesional; si no, volvemos a la caridad". Por lo que puso sobre la mesa la necesidad de conseguir "entidades sociales muy profesionales".
Por su parte, Pla hizo énfasis en que estos proyectos también aportan un valor de marca: "Es muy importante esta labor del Palacio porque está intentando crear una imagen de marca sostenible". Si bien el director gerente de València Clima i Energia, Carlos Sánchez, matizó que, más allá de la imagen de marca, es "más el valor añadido al servicio" que aportan estos proyectos, que consiguen que "la experiencia sea completa con los proveedores", y celebró que el Palacio esté llevando "una línea coherente y diferenciada respecto a otros Palacios de Congresos".
Otra de las iniciativas que está desarrollando el Palacio de Congresos tiene que ver con la compensación de la huella de carbono que tiene su actividad. En ese sentido, Sánchez explicó que el Palacio "hace seis años ya estaba midiendo sus emisiones y queriendo reducir su impacto". "Fruto de ese itinerario quedaba el tercer paso: compensar para que el impacto del servicio en el medioambiente sea nulo", expuso, para aclarar que la regulación "impide compensar la huella de otra forma que no sea masa forestal".
Una idea, tal como explicó la directora del Palacio, Sylvya Andrés, fue la de los huertos urbanos "con cultivos autóctonos, con los que se daba empleo y, además, una parte de esa producción podía ir a personas en riesgo de exclusión". Pero "lo ideal", dijo, es que esta compensación se pueda hacer mediante una "iniciativa de ciudad, a la que te puedas sumar y tenga un coste tanto para el Palacio como para los clientes". En ese sentido, aunque el Palacio ya compensa su huella, se está trabajando para "conseguir sensibilizar al cliente para que compense" la huella de carbono de sus actividades y que así "pongan su granito de arena".
Para la parte del Palacio, tal como aseguró el director gerente de València Clima i Energia, se ha "intentado mover el avispero para buscar otras soluciones" más allá de la compensación en masa forestal, dado que lo ideal era llevar a cabo la compensación en el término municipal y teniendo en cuenta que "la Albufera está protegida". "Lo que hemos hecho es aprovecharnos del conocimiento de las empresas", explicó. Así surgió un convenio de colaboración del Ayuntamiento con la Confederación Empresarial Valenciana (CEV) "para hacer ese llamamiento al ecosistema para que nos lancen sus propuestas de compensación de emisiones".
Por el momento, ese "llamamiento sigue abierto", dijo, pero ya se han recibido propuestas y están en estudio. Entre ellas, por ejemplo, en materia de agricultura -"tanto huerta como agricultura extensiva en arrozales"-, también en el campo del carbono azul, vinculado al agua y los humedales. Otra línea de trabajo es la masa vegetal "pero no en las condiciones que están marcadas ahora, sino la plantación en alcornoques o los árboles en los parques y jardines". También hay, explicó, "otros proyectos más específicos e innovadores como captación con microalgas". "Son proyectos que tienen que tener un rigor avalado con estudios técnicos y las condiciones es que sean locales, sean trazables y confiables", concluyó al respecto.
El campo de la sostenibilidad alimentaria es otro en el que está trabajando el Palacio de Congresos, en colaboración con el Centro Mundial de València para la Alimentación Urbana Sostenible (CEMAS), la Fundación Lluís Alcanyís y la firma Catering y Eventos. La responsable de desarrollo de negocio de esta firma, Corinna Heilmann, explicó que, gracias a esta colaboración, la Cátedra de Alimentación "entra en nuestras cocinas" y realizan mediciones sobre su servicio de alimentación. Así, se dedican a "medir lo que vuelve en los platos, catalogarlo, separarlo, pesarlo y levantar un acta y un protocolo sobre los valores nutricionales de lo que estamos tirando", aseguró.
Heilmann calificó esta iniciativa como "única en el mundo en este sentido". "Es importante porque en ningún otro centro ni Palacio de Congresos lo están haciendo como lo hacemos en el Palacio de Valencia", dijo la responsable de la compañía de catering, para añadir que tienen recabados datos desde hace tres años y han puesto en marcha un programa innovador con tecnología blockchain dedicado a "los alimentos que todavía se pueden donar" y gracias al cual se han donado casi 3.200 kilos de alimentos y 7.500 raciones. "Nadie lo está haciendo porque es muy complejo".
El proyecto recibirá a finales de octubre el Premio Estrategia NAOS 2023, que otorga la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición dependiente del Ministerio de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030, en la modalidad Iniciativa Empresarial. "Este proyecto también aporta la parte de comunicación porque pone a València en el mapa, es un ejemplo para que otros puedan imitar", explicó la responsable de la firma, para destacar que "las alianzas que se están creando en el Palacio no se están creando en otra parte del mundo".
Todos los integrantes destacaron el ejemplo que está suponiendo esta colaboración entre "todos los jugadores" del ecosistema social. El director de la Fundación Asindown destacó que "se quieren llevar nuestra forma de trabajar a otros sitios; el responsable jurídico de Adeit destacó la "labor encomiable" realizada en el proyecto de alimentación sostenible y destacó la generación de "sinergias" gracias al Palacio; mientras que para el director gerente de València Clima i Energia, estos son "pruebas de éxito" dado que todas las áreas han recibido reconocimientos
"La valoración es excelente, la forma que se ha puesto a trabajar a los diferentes sectores y el resultado se está percibiendo como puntero y pionero para replicar en otros espacios", señaló Sánchez, mientras que el director de la Capitalidad Verde destacó que "con proyectos como estos demostramos que la sostenibilidad aporta valor y no es solo un acompañante sino que permite mejorar el servicio", y Mendoza añadió el valor que supone "el hecho de integrar todo esto como una estrategia" y que haya un Comité para llevar a cabo estas iniciativas estructuradas.
Andrés, además de agradecer a todos los intervinientes su participación en el CAS, avanzó que desde el Palacio tienen "cosas en la cabeza" vinculadas con el voluntariado. "El voluntariado es importante en la responsabilidad corporativa, hay que implicar a los propios equipos", dijo, para añadir que ya "se hace a nivel de Palacio pero no estamos trabajando con otras asociaciones". "Quiero ver cómo podemos seleccionar proyectos de voluntariado para poder extrapolar a todo tipo de organizaciones. Es importante que el voluntariado no lo hagan solo las grandes empresas sino que cualquiera pueda hacerlo", concluyó al respecto.