Íñigo Parra, presidente de Stadler Valencia. Foto: Eduardo ManzanaVALÈNCIA. Stadler Rail Valencia SA cerró 2019 con una facturación de 261,17 millones de euros, lo que supone un 54% más que en el ejercicio anterior. Un crecimiento que va acompasado de unos beneficios que se multiplicaron por 2,5 hasta alcanzar los 23,9 millones de euros frente a los 9,6 millones obtenidos en 2018, según consta en las cuentas anuales depositadas por la firma en el registro mercantil.
La compañía, con sede en la localidad valenciana de Albuixech, también incrementó, tanto en el mercado nacional como en el exterior, su cartera de pedidos de forma significativa hasta los 1.446 millones. Y es que, según explican, "el esfuerzo en el desarrollo de nuevos vehículos y nuevos mercados ha permitido un incremento notable de la contratación, siendo la cartera a diciembre de 2019, un 51% superior a diciembre de 2018".
Entre sus hitos más importantes en 2019 destaca el desarrollo de nuevos mercados, especialmente el asiático, donde se ha logrado un contrato para el suministro de 34 locomotoras para Taiwan y de 7 locomotoras para Turquía. Entre los contratos más importantes están la venta de 60 locomotoras Shunting en Finlandia; 10 locomotoras EURO 9000 para Alemania y otras 10 locomotoras EURO 6000 para España y Francia.
También, ha consolidado su posición en el mercado nacional tras la adjudicación por parte de Adif de 22 locomotoras y 3 trenes exploradores. Además, ha sido seleccionada para participar en las licitaciones convocadas por Renfe para regionales y Cercanías y persiste su liderazgo en el mantenimiento de vehículos de pasajeros en la Comunitat Valenciana y Baleares.
Eso sí, la compañía presidida por Íñigo Parra, teme el impacto de la crisis mundial consecuencia del coronavirus. "Esta situación está afectando de forma significativa a la economía global, debido a la interrupción y ralentización de las cadenas de suministro y al aumento significativo de la incertidumbre económica, evidenciado por un aumento en la volatilidad del precio de los activos, tipos de cambio y disminución de los tipos de interés a largo plazo", reconoce la firma.
Aunque las consecuencias de la pandemia no han afectado a las cuentas de 2019, por ser un hecho posterior al cierre del ejercicio, y, por tanto, no han requerido un ajuste, señala que esta situación sí puede ser "objeto de reconocimiento en las cuentas anuales del ejercicio 2020". La compañía prevé que "se produzcan acontecimientos en el futuro, de los que no es posible realizar una estimación fiable". De esta forma, Stadler señala que "evaluará durante el ejercicio 2020, el impacto de dichos acontecimientos sobre el patrimonio y la situación financiera y sobre los resultados de sus operaciones y los flujos de efectivo correspondientes".
En cualquier caso, el Plan de Negocio de la compañía para 2020 prevé consolidar su posición y resistir los posibles vaivenes gracias a las oportunidades comerciales que espera concretar durante este ejercicio de 2020 como consecuencia de procesos ya iniciados.
Así, en líneas generales, los objetivos de la firma se centran en el desarrollo de nuevos productos y tecnologías complementarias a los existentes actualmente; la conclusión de procesos de homologación y la penetración en nuevos mercados con los nuevos productos y la consolidación de la actividad de mantenimiento.
